Denuncian que los culpan de racionamientos C. SARMIENTO/EL PERIODIQUITO
ÉRIKA GUILLÉN | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 22 de septiembre de 2012 12:00 AM
Maracay.- El asesinato de José Ramos, técnico liniero adscrito a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Aragua, y su morocho que lo acompañaba, la noche del miércoles, mientras reparaba una falla eléctrica en la población de San Mateo, avivó el temor de sus compañeros de internarse a las comunidades a atender necesidades, especialmente de noche.
"No hay seguridad a la hora de ejecutar el trabajo y lo peor es que nos culpan de los racionamientos", se quejó un grupo de trabajadores de la empresa eléctrica, quienes prefirieron no revelar sus nombres. Creen que el doble homicidio incidirá en la baja de técnicos, pues aseguraron que ya varios están pensando en renunciar para evitar situaciones de riesgo.
José Ávila, dirigente sindical de Corpoelec Aragua, señaló que las agresiones verbales y amenazas que reciben trabajadores eléctricos son constantes.
"No es una situación nueva, solo nos queda pedir a las comunidades paciencia, no tenemos la culpa de lo que está sucediendo, hay descargas atmosféricas y las temperaturas aumentan y por eso hay racionamientos", señaló, tras asegurar que solventar una avería, por simple que sea, se hace cuesta arriba, pues tampoco se cuenta con suministros ni equipos.
Aunado a ello, denunció que no hay suficientes vehículos de mantenimiento ni repuestos para las unidades desde hace mucho tiempo por lo cual en ocasiones el mismo trabajador costea estos gastos, señaló el dirigente, quien dijo que a pesar del miedo de los trabajadores, garantizan continuar en las calles solventando las fallas mientras comunidades lo permitan.
No obstante, pidió apoyo de la policía para el acompañamiento de los técnicos, especialmente en horas de la noche.
Fallas generan violencia
Los ataques contra trabajadores eléctricos son incontables. El 9 de septiembre se registró una situación irregular cuando unos desconocidos dispararon contra una sede eléctrica en Santa Rita, municipio Linares Alcántara, sin dejar víctimas. En ese momento asumieron que fue por descontento de las comunidades, pues algunas zonas habían permanecido varias horas sin electricidad. Además, ya habían recibido amenazas en varias oportunidades.
Trabajadores también recordaron que en una ocasión, comunidades enardecidas por fallas en el servicio intentaron rociar gasolina en una oficina de atención al usuario con el personal adentro, lo que logró ser impedido por policías. Esto sin contar que reciben insultos, a veces les lanzan objetos contundentes y en ocasiones intentan agredirlos físicamente. "Nos culpan por los racionamientos, fallas en el servicio y hasta de que no hay transformadores, conectores, y eso no es así. Más bien hacemos lo humanamente posible y exponiendo nuestra vida para restablecer el servicio", señalaron linieros.
Dos versiones
Aunque trabajadores de la empresa eléctrica en la entidad aseguran que el homicidio de José Gregorio Ramos, de 41 años, y su hermano morocho que lo esperaba para llevarlo a su casa, José Leonardo, se registró durante labores de restablecimiento de energía eléctrica en San Mateo, comisiones del Cicpc en la zona informaron que el hecho fue reportado cuando ambos estaban en un puesto de comida rápida.
Según funcionarios detectivescos, el trabajador de Corpoelec efectivamente se trasladó a una comunidad pasadas las 11 de la noche del miércoles, luego que personas llamaran a la oficina de Cagua, donde estaba adscrito, reportando una falla eléctrica en San Mateo.
Al llegar al sitio no había novedad, por lo cual José Ramos, junto con su hermano, decidieron irse; y en el camino, en el casco central de San Mateo, decidieron parar en un puesto de comida rápida. Al lugar llegaron varios sujetos, quienes dispararon en contra los hermanos, según testigos.
No hay detenidos ni está esclarecido el móvil. Ramos tenía 17 años de servicio en la estatal eléctrica.
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