Por El Nacional
Fecha: 27/11/2016
En su más reciente análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en Naciones Unidas en 2015, en los cuales se establecen metas para 2030, Marino González, especialista en sistemas de salud pública en América Latina, presenta los retos impuestos al Estado venezolano para llevar a cabo la cobertura universal de salud, pero también pronósticos devastadores. De continuar el ritmo de inflación, considerado el peor del mundo y cercano a la hiperinflación, Venezuela tendrá en los próximos cinco años un decrecimiento de 4% anual en salud, el peor desempeño de América Latina y el Caribe. “La gente comerá menos, como ya se ve en la Encuesta de Encovi, los niños estarán afectados de por vida o gente morirá por desnutrición”.
—¿Qué importancia tiene la cobertura universal de salud?
—La salud, por definición, es un área compleja de políticas públicas porque tiene que ver con acciones que tienen beneficios a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, en el caso de la epidemia de malaria hay que tomar medidas a corto plazo, pero asuntos de enfermedades crónicas son de larga evolución: una persona puede ser hipertensa y durar 50 años y no morir necesariamente de eso. La experiencia de los países desarrollados es que el Estado debe tener un papel importante en financiamiento; significa que una población debe tener una cobertura de 100% y por eso se llama cobertura universal de salud. En los últimos tiempos ha habido una preocupación de todos los actores, gobiernos y organizaciones internacionales de lo que significa no tener una población cubierta con todos los servicios. Eso tiene un impacto no solo de enfermedades, sino también en lo económico, lo social y, además, en la inversión que hacen las sociedades. Es preferible prevenir y evitar las muertes o sus complicaciones.
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—¿Cómo evalúa el caso de Venezuela?
—Este es el país de peor desempeño en América Latina y el Caribe, el que proporcionalmente a sus recursos tiene mayores dificultades para garantizar la atención de enfermedades relacionadas con el aspecto maternoinfantil. La tasa de mortalidad infantil ha estado estancada en los últimos 10 años; la mortalidad materna ha aumentado 40% desde el año 1998. En enfermedades endémicas está la malaria: con los 200.000 casos con que cerraremos 2016, con el mayor número en la historia, significa un retroceso de 100 años. Cuando Gómez, la mortalidad era muy alta, pero ahora tenemos mucha morbilidad, llevamos cuatro o cinco años rompiendo récord de casos de cada año, una epidemia sin control. Lo mismo pasa con otras enfermedades endémicas vinculadas a nuestro trópico como son el dengue, zika o chikungunya. En estas, Venezuela y Guyana son los de mayor número de casos, mientras que otros países están controlando esas enfermedades. Y ni hablar de enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes. En el país, para poner un ejemplo de lo que no estamos cubriendo, estudios que realizamos como la Encovi indican que en 2015 menos de 10% de los hipertensos sabía que tenía la enfermedad, cuando debía ser 30%, de acuerdo con el cálculo de prevalencia, es decir, 20% no lo sabía o si lo sabía no estaba consciente de tener la enfermedad. Esperamos los resultados de 2016.
—¿A qué se deben esos resultados?
—No hay diagnóstico adecuado. En Venezuela se calcula que hay 9 millones de hipertensos de los cuales 6 millones ignoran su condición y no están bien tratados; y de los que están diagnosticados muy probablemente, por la situación de los últimos años, no reciben el tratamiento porque no lo consiguen. Por eso Venezuela es el país con peor desempeño, sin ninguna duda.
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—¿Y cómo está la red de centros de salud pública?
—En Venezuela, por razones externas al sistema de salud, la atención pública está en las peores condiciones, no está funcionando, y es una razón de aquella situación. Recordemos que el país tiene la inflación más alta del mundo y esto significa la destrucción de dos cosas: de la capacidad productiva para generar nuevos recursos y la destrucción de la inversión pública, es decir, la dotación de hospitales públicos, de medicamentos, de equipos, de infraestructura, de sueldos…
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