01-10-2016
Yosselyn Torres
"El diálogo no rinde frutos porque no hay confianza ni garantías, y eso depende de las comunicaciones" dice el analista de políticas públicas
El consultor internacional para la promoción y competitividad estratégica del banco de desarrollo de latinoamérica, Michael penfold, insiste que la única vía para resolver la inmensa crisis nacional es el diálogo. Reconoce que este proceso eleva el costo político del Gobierno y la Mesa de la Unidad democrática, factores que aún analizan una "preagenda" cuando intentan acercarse desde mayo pasado.
El profesor advierte que urge la solución, pues las decisiones a tomar ahora impactarán en los próximos 20 o 30 años. penfold afinca que es necesario mirar a largo plazo. "eso se va a complejizar más y cada día se vuelve más doloroso".
A su juicio el drama del país es que la única salida está en las negociaciones, y "falta voluntad". Y estamos frente a una "mediación pasiva" que no tiene peso para hacer entender esa realidad. se critica a José Rodríguez Zapatero porque tiene el visto bueno del chavismo y dicen que su meta es bloquear el revocatorio. penfold destaca que el expresidente español necesitaba el aval del Gobierno para mediar.
Y agrega que los mediadores y el estado deben presentar garantías a los actores de que podrán mantenerse en el juego porque "los políticos buscan su supervivencia".
- ¿Cómo enrumbar este proceso de diálogo para que sea exitoso?
Tenemos que ir al contexto. Venezuela está en una crisis económica y social de una magnitud importante. estamos en un ambiente hiperinflacionario, cuestión que la región no había vivido en 25 años. Y el déficit del producto interno bruto ronda el 20%. además, la escasez de bienes básicos supera el 75%. es decir, estamos hablando de presiones que son evidentes.
Resulta difícil pensar que Venezuela va a abordar esos desequilibrios sin un acuerdo político y social.
En este momento el referendo revocatorio es una incertidumbre, pero lo que a mí me queda clarísimo es que no hay forma de restaurar la gobernabilidad sin un diálogo que va a implicar la negociación.
- ¿Qué ha pasado hasta ahora? ¿Por qué este diálogo no ha rendido frutos?
Es que no se ha podido instaurar, y tiene mucho que ver con las características del conflicto político venezolano y los intereses políticos de lado y lado. el Gobierno tiene un poder de negociación fundamentado en el control institucional y la oposición se basa en la capacidad de movilización social. este diálogo arrancó en mayo, y no ha rendido frutos porque falta voluntad y la mediación no está bien gestionada. el trabajo de los mediadores debe presentar a las partes alternativas en la agenda.
Se cuestiona que no haya transparencia. La transparencia no tiene que estar presente durante el proceso de diálogo, sino al final. Quien media tiene que cuidar eso. Y debe tener el poder de ser aceptado por ambas partes.
En este caso aún no se instaura el diálogo. cada vez que se hace público el avance, por alguna razón no logra instalarse.
- El coordinador de la MUD para el diálogo, Timoteo Zambrano, fue apartado por las fallas en las comunicaciones.
Sí, hay mucha torpeza en las comunicaciones. creo que los mediadores, los expresidentes José Rodríguez Zapatero (españa), Martín torrijos (panamá) y leonel Fernández (República dominicana), deberían tener una vocería más activa. ellos tienen que definir el vocero, por eso no se avanza. no rinde frutos porque no hay confianza ni garantías, y eso depende de las comunicaciones.
- ¿Qué apuestan las partes?
El oficialismo busca retrasar una salida a través del referendo revocatorio y la oposición siente que avanza porque se acentúa el deterioro de sus adversarios cuando se niegan a aceptar esos comicios.
Ahí entran los mediadores, que deben hacer ver la necesidad del diálogo, que todos deben ceder para ganar.
- ¿En qué momento estamos?
Este es un momento muy delicado porque los que apuestan al status quo deben saber que esto es insostenible. Y quienes apuestan al cambio deben entender que necesitan negociar para darle piso político al nuevo proceso.
- Edgar Zambrano dice que es posible acordar elecciones presidenciales adelantadas luego de un revocatorio en 2017. Sin embargo, el resto de la MUD insiste que el cambio de gobierno debe ser total e insisten en el revocatorio 2016.
Ahora está en juego la recolección del 20% de las voluntades para revocar al presidente Nicolás Maduro (que deberá ser equitativo por regiones).
Es necesario abrir los mecanismos de diálogo para gestionar la incertidumbre, para que le dé garantías a ambas partes. Este proceso de desgaste afecta más al Gobierno, pero también puede perjudicar a la oposición.
- Usted dice que el diálogo es la única vía para resolver. En sus artículos de opinión indica que el Vaticano y las Naciones Unidas darían la confianza e institucionalidad al diálogo, pues cuestiona la debilidad de la OEA y Unasur.
Traer a un tercer factor le dará legitimidad al proceso. Hay que obligar a las partes a entrar al diálogo.
Esta asimetría de los actores hace que la negociación sea compleja, pero no imposible. Tenemos en Colombia un proceso largo y un componente de complicidad, y que al final termina en un proceso refrendario. Pienso que si en Venezuela se llegase a instalar una mesa de acuerdo, lo lógico es que sea sometido al escrutinio popular, para darle legitimidad y fuerza a lo que venga. No se puede ir de espalda a la población.
- ¿Cree que la región no asume con seriedad la crisis venezolana?
Sí se asume con seriedad. Lo que ocurre es que la magnitud del problema venezolana es tan grande que se debe actuar con prontitud. Y aquí pasa como en el boxeo, que en los primeros rounds son de reconocimiento.
-¿Qué quiere la gente?
Las encuestas lo reflejan, quieren que los políticos se entiendan y quieren que se les participe en elecciones.
Lo que voy a decir puede sonar cursi, pero este es el momento que se pone a prueba el amor por Venezuela. Aquí no se puede mirar el interés personal, sino el colectivo. Está claro que habrá un desenlace, porque esto es insostenible, pero no sabemos en cuanto tiempo ocurrirá, es difícil de determinar.
Este momento histórico es dramático. La historia indica que eventos sociales o hasta naturales pueden impactar en ese desenlace. Ahora se pone a prueba para los líderes del chavismo y de la oposición.
El consultor internacional para la promoción y competitividad estratégica del banco de desarrollo de latinoamérica, Michael penfold, insiste que la única vía para resolver la inmensa crisis nacional es el diálogo. Reconoce que este proceso eleva el costo político del Gobierno y la Mesa de la Unidad democrática, factores que aún analizan una "preagenda" cuando intentan acercarse desde mayo pasado.El profesor advierte que urge la solución, pues las decisiones a tomar ahora impactarán en los próximos 20 o 30 años. penfold afinca que es necesario mirar a largo plazo. "eso se va a complejizar más y cada día se vuelve más doloroso".
A su juicio el drama del país es que la única salida está en las negociaciones, y "falta voluntad". Y estamos frente a una "mediación pasiva" que no tiene peso para hacer entender esa realidad. se critica a José Rodríguez Zapatero porque tiene el visto bueno del chavismo y dicen que su meta es bloquear el revocatorio. penfold destaca que el expresidente español necesitaba el aval del Gobierno para mediar.
Y agrega que los mediadores y el estado deben presentar garantías a los actores de que podrán mantenerse en el juego porque "los políticos buscan su supervivencia".
- ¿Cómo enrumbar este proceso de diálogo para que sea exitoso?
Tenemos que ir al contexto. Venezuela está en una crisis económica y social de una magnitud importante. estamos en un ambiente hiperinflacionario, cuestión que la región no había vivido en 25 años. Y el déficit del producto interno bruto ronda el 20%. además, la escasez de bienes básicos supera el 75%. es decir, estamos hablando de presiones que son evidentes.
Resulta difícil pensar que Venezuela va a abordar esos desequilibrios sin un acuerdo político y social.
En este momento el referendo revocatorio es una incertidumbre, pero lo que a mí me queda clarísimo es que no hay forma de restaurar la gobernabilidad sin un diálogo que va a implicar la negociación.
- ¿Qué ha pasado hasta ahora? ¿Por qué este diálogo no ha rendido frutos?
Es que no se ha podido instaurar, y tiene mucho que ver con las características del conflicto político venezolano y los intereses políticos de lado y lado. el Gobierno tiene un poder de negociación fundamentado en el control institucional y la oposición se basa en la capacidad de movilización social. este diálogo arrancó en mayo, y no ha rendido frutos porque falta voluntad y la mediación no está bien gestionada. el trabajo de los mediadores debe presentar a las partes alternativas en la agenda.
Se cuestiona que no haya transparencia. La transparencia no tiene que estar presente durante el proceso de diálogo, sino al final. Quien media tiene que cuidar eso. Y debe tener el poder de ser aceptado por ambas partes.
En este caso aún no se instaura el diálogo. cada vez que se hace público el avance, por alguna razón no logra instalarse.
- El coordinador de la MUD para el diálogo, Timoteo Zambrano, fue apartado por las fallas en las comunicaciones.
Sí, hay mucha torpeza en las comunicaciones. creo que los mediadores, los expresidentes José Rodríguez Zapatero (españa), Martín torrijos (panamá) y leonel Fernández (República dominicana), deberían tener una vocería más activa. ellos tienen que definir el vocero, por eso no se avanza. no rinde frutos porque no hay confianza ni garantías, y eso depende de las comunicaciones.
- ¿Qué apuestan las partes?
El oficialismo busca retrasar una salida a través del referendo revocatorio y la oposición siente que avanza porque se acentúa el deterioro de sus adversarios cuando se niegan a aceptar esos comicios.
Ahí entran los mediadores, que deben hacer ver la necesidad del diálogo, que todos deben ceder para ganar.
- ¿En qué momento estamos?
Este es un momento muy delicado porque los que apuestan al status quo deben saber que esto es insostenible. Y quienes apuestan al cambio deben entender que necesitan negociar para darle piso político al nuevo proceso.
- Edgar Zambrano dice que es posible acordar elecciones presidenciales adelantadas luego de un revocatorio en 2017. Sin embargo, el resto de la MUD insiste que el cambio de gobierno debe ser total e insisten en el revocatorio 2016.
Ahora está en juego la recolección del 20% de las voluntades para revocar al presidente Nicolás Maduro (que deberá ser equitativo por regiones).
Es necesario abrir los mecanismos de diálogo para gestionar la incertidumbre, para que le dé garantías a ambas partes. Este proceso de desgaste afecta más al Gobierno, pero también puede perjudicar a la oposición.
- Usted dice que el diálogo es la única vía para resolver. En sus artículos de opinión indica que el Vaticano y las Naciones Unidas darían la confianza e institucionalidad al diálogo, pues cuestiona la debilidad de la OEA y Unasur.
Traer a un tercer factor le dará legitimidad al proceso. Hay que obligar a las partes a entrar al diálogo.
Esta asimetría de los actores hace que la negociación sea compleja, pero no imposible. Tenemos en Colombia un proceso largo y un componente de complicidad, y que al final termina en un proceso refrendario. Pienso que si en Venezuela se llegase a instalar una mesa de acuerdo, lo lógico es que sea sometido al escrutinio popular, para darle legitimidad y fuerza a lo que venga. No se puede ir de espalda a la población.
- ¿Cree que la región no asume con seriedad la crisis venezolana?
Sí se asume con seriedad. Lo que ocurre es que la magnitud del problema venezolana es tan grande que se debe actuar con prontitud. Y aquí pasa como en el boxeo, que en los primeros rounds son de reconocimiento.
-¿Qué quiere la gente?
Las encuestas lo reflejan, quieren que los políticos se entiendan y quieren que se les participe en elecciones.
Lo que voy a decir puede sonar cursi, pero este es el momento que se pone a prueba el amor por Venezuela. Aquí no se puede mirar el interés personal, sino el colectivo. Está claro que habrá un desenlace, porque esto es insostenible, pero no sabemos en cuanto tiempo ocurrirá, es difícil de determinar.
Este momento histórico es dramático. La historia indica que eventos sociales o hasta naturales pueden impactar en ese desenlace. Ahora se pone a prueba para los líderes del chavismo y de la oposición.
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