Los datos los suministró el profesor Juan Maragall, secretario de Educación del estado Miranda, en relación con la muestra elaborada sobre 3.200 alumnos de escuelas de todas las áreas de la entidad.
“Preguntamos si querían ir a la escuela a merendar y a desayunar y el 86 % nos respondió que sí. Esto nos puso el reto de qué hacer para que nuestros niños no pasen hambre en vacaciones. De allí tomamos la decisión de abrir durante agosto 164 escuelas en los sectores más pobres y, bajo el nombre de ‘Escuela Solidaria’ – con docentes y directivos voluntarios, además de miembros del Consejo Educativo – de 9 a 11 de la mañana, con madres procesadores preparando alimentos, para que los niños coman”, informó, estimando que con tal plan serán atendidos unos 8 mil alumnos, quienes recibirán también formación en buen trato y en promoción de paz.
“Nuestros trabajos reportan una realidad muy distinta a las cifras que difunde el gobierno. Por ejemplo, al encuestar a una maestra de sexto grado, enfatizó que 50 % de los adultos comen dos o una sola vez al día porque guardan comida para dárselas a sus niños. Esto ocurre en la región mirandina, pero es probable que otros estados se encuentren en una situación más precaria”, estimó.
Ni alimentación ni educación
Alimentación y salud son dos materias que permanentemente se interrelacionan y, en estos momentos, en medio de la crisis que atraviesa el país, más aun. “Salud y nutrición en la Venezuela de hoy: políticas públicas para su abordaje. Venciendo los obstáculos, asumiendo los retos”, se denominaron las jornadas que tuvieron lugar este viernes, en la sede de Iter Cer, en la urbanización capitalina Altamira, organizadas por el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS).
“Mientras se cuenta con un nivel educativo mayor está probado que, inclusive, en pobreza extrema, la calidad de la dieta será mejor. Muchas escuelas tuvieron que comenzar abruptamente el período vacacional porque los niños no estaban comiendo, no estaban asistiendo a las aulas. Esto afecta el futuro de nuestra generación desde el punto de vista de que, por el lado de que no están comiendo, hay trastornos en alimentación, en el estado nutricional y habrá trastornos en el desarrollo cognitivo, y, por supuesto, por el lado de que no acuden a los planteles, no van a completar una educación óptima”.
La exposición corresponde a la médico Marianella Herrera, investigadora y docente de la Universidad Central de Venezuela, quien urgió a la observancia estricta de la lactancia materna. “A las madres, si tienen un niño lactante, por favor, no lo olviden: los primeros seis meses de vida de lactancia materna exclusiva. Y construir alternativas creativas: estar pendientes de todo lo que son los alimentos que no se deben desperdiciar, por ejemplo, tallos de broccoli, no los boten; hojas de remolacha, no las boten, así como frutas y verduras de estación”, recomendó.
La profesional dijo desconocer las cifras mostradas en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por Ricardo Menéndez, Vicepresidente del Consejo de Ministros para la Planificación y el Conocimiento (“94 % de la población venezolana come tres o más veces al día”). “Nosotros manejamos las estadísticas actualizadas de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi, Universidad Católica Andrés Bello), que revelaban en el 2015 que 12,1 % de los venezolanos no comían 3 veces al día sino 2 o menos veces al día. Esto quiere decir que 3 millones de venezolanos eran los que estaban comiendo 2 o 3 veces al día”, explicó.
Crecimiento deficitario
Por su parte, la también galeno Maritza Jiménez de Landaeta, coordinadora de investigación de Fundación Bengoa y miembro del OVS, destacó que la alimentación marca el inicio de la vida y del bienestar de las personas. “En la medida que una madre esté bien alimentada y que el producto de su embarazo nazca con todos los nutrientes que requiere, que su cerebro tenga la oportunidad de desarrollarse, recibiendo sus ácidos grasos esenciales, recibiendo sus aminoácidos esenciales, para que ese cerebro crezca y se desarrolle adecuadamente; pero que también todas sus funciones y todo lo que es su desarrollo físico se cumpla de acuerdo a su programación genética”, manifestó.
“Lamentablemente, en Venezuela muchos niños están naciendo hoy sin esa garantía, así como el hecho de que son alumbrados con deficiencias: aproximadamente, el 25 % de los niños del país vienen de madres adolescentes, quienes tienen ya un problema implícito de desnutrición, alto porcentaje de bajo peso. Entonces, estamos viendo cómo los problemas nutricionales se montan ya en una infraestructura de salud que tampoco les permite poder recuperar ese crecimiento, y muchos de estos niños mueren en los primeros días o meses de la vida o en el primer año”, afirmó, comentando que el cuadro se agrava porque las criaturas no tiene ningún recurso o sistema inmunológico que les permita recuperarse.
Recordó que, en lo que respecta a los adultos, se observa actualmente incidencia de la diabetes, que pasó a ser la tercera causa de muerte en el país, al mismo tiempo que están repuntando ciertas enfermedades como la tuberculosis y una serie de infecciones que en un organismo normal podrían ser tratadas normalmente y que anteriormente se recuperaban.
Aconsejó a las progenitoras, como opciones, que “compren la verdura más barata y la combinen con huevo – excelente proteína -, olvidémonos del colesterol; igualmente, hay que incorporar los frijoles, que son, entre todas las leguminosas, los más baratos. ¿Hay avena? Hágale un batido de avena, hágale una chicha de ocumo, una china de auyama, que soy bien ricas”, indicando que se deben cambiar los paradigmas en el tópico.
PRENSA MUD
22/7/2016 4:37pm
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