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domingo, 23 de agosto de 2015

Más recursos menos órganos

Fundavene, adscrita al Ministerio de Salud, asumió el año pasado la cadena de procura y trasplantes en el país, que antes estaba a cargo de la fundación privada ONTV. Los indicadores muestran una caída en la gestión: en 2014 se planificaron 388 cirugías, pero solo se hicieron 166. La lista de espera por riñón, hígado, médula y cornea supera las 5.463 personas

LISSETTE CARDONA / Siete Días - El Nacional
23 de agosto 2015 - 12:01 am


Solo 61 personas –de las 5.463 que están en lista de espera– pudieron someterse a un trasplante en el primer semestre de 2015. El 23 de julio, tras hacer el conteo en cada uno de los 18 centros de trasplante en el país, la Asociación de Amigos Trasplantados de Venezuela corroboró su tesis: la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células del Ministerio de Salud no ha cumplido los objetivos con los que fue creada el 10 de mayo de 2014.

Fundavene nació para cumplir la Ley Sobre Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos, en vigencia desde 2011. La norma transfirió a esta fundación competencias y recursos para manejar el complejo proceso de procura de órganos y trasplantes que por 15 años tuvo la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela, ente privada bajo la supervisión del Estado.

Uno de los cambios de la ley fue establecer que todas las personas, al morir, son susceptibles de convertirse en donantes salvo que hayan expresado lo contrario y dejen su voluntad debidamente registrada. Con esta modificación se suponía que crecería la tasa de captación de donantes en el país. Sin embargo, las cifras aportadas en una entrevista con Correo del Orinoco por Xiomara Ramírez, que presidió Fundavene hasta julio pasado, indican que se está lejos de esos objetivos.

La funcionaria, que pasó a ser miembro de la junta directiva tras ser sustituida en la presidencia por Yajumari González, afirmó que en el primer trimestre de 2015 se hicieron 88 trasplantes de riñón, hígado y córnea de cadáveres. Agregó que lograron obtener 172 órganos en ese lapso.

La diferencia entre el número de órganos procurados y el de cirugías realizadas genera preocupación entre las organizaciones de pacientes. Francisco Valencia, presidente de la Asociación de Amigos Trasplantados de Venezuela, advierte sobre una caída brusca en la tasa de donaciones. De 4,5 donantes por cada millón de habitantes registrado en 2012 (el mejor año de los últimos 16), con la gestión de la ONTV, bajó a 1,2 en el primer semestre de 2015 con la actuación de Fundavene.

“Si se procuraron 172 órganos y solo se hicieron 88 trasplantes, ¿qué pasó con el resto de los órganos? Históricamente, en un año se perdían solo 3 órganos en el país. Si es cierto lo que dice Ramírez, algo pasó con 84 órganos procurados”, afirmó Valencia.

Pese a que la ley de trasplante estipuló que todas las personas son presuntas donantes, la familia del donante declarado con muerte cerebral debe dar la autorización de la extracción de los órganos, lo que reduce la posibilidad de que ocurra la donación. Valencia advierte sobre otras trabas, entre estas la escasez de insumos quirúrgicos y de medicamentos e incluso la falta de personal, que podrían incidir en la baja realización de trasplantes que registra Fundavene, pues cuando exista la compatibilidad quizás no haya cómo hacer la cirugía.

Después de un año y tres meses de funcionamiento Fundavene también tiene déficit de coordinadores hospitalarios, figura clave en el proceso porque son los que hacen posible la conexión entre el órgano y quien lo necesita. La fundación prometió formar a 30 especialistas, pero solo hay 14. La ONTV tenía 16.

Eso explicaría que en algunos centros del país no se hubiera hecho trasplante alguno hasta julio pasado. Es el caso del Hospital Universitario de los Andes, en Mérida, que logró aumentar de 12 trasplantes renales en 2012 a 19 en 2013. No hay cifras sobre la actividad en 2014, pero se corroboró que este año no se ha hecho ninguna cirugía.

Libardo Laurens, presidente de la Fundación de Ayuda al Paciente Hepático, se suma a la preocupación sobre la actuación del nuevo ente de trasplantes: “Le pedimos al ministro Henry Ventura que le meta la lupa a Fundavene. Cuando era diputado nos atendió muchas veces. La fundación tiene problemas logísticos, muchas veces no está al tanto de la escasez de los medicamentos. No hay índice de trasplantes. Nadie sabe de dónde salen las cifras que dan. Los trasplantes han disminuido de forma alarmante”.

Pese a que El Nacional contactó en varias ocasiones a representantes del departamento de prensa de Fundavene y a la ex presidente de la fundación Xiomara Ramírez, no se pudo obtener respuesta oficial a los señalamientos.

Cuentas dudosas. Una fuente del área de salud, que pidió el resguardo de su nombre, señaló que Fundavene contaba para el año pasado con el monto más alto que se había asignado al sistema de procura y trasplante en la historia de Venezuela: 92 millones de bolívares.

“En 2014 el gobierno otorgó 34 millones de bolívares para la creación de Fundavene. Después se entregaron otros 42 millones de bolívares para la reactivación de los centros de trasplante. También se asignaron 14 millones de bolívares para la actualización del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT). A la ONTV le dieron 2,6 millones de bolívares para liquidar las deudas pendientes y cerrar el SPOT ¿En qué se invirtió todo ese dinero?”, se preguntó la diputada Dinorah Figuera, que investiga el funcionamiento de Fundavene.

La respuesta a la interrogante está descrita a medias en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Salud de 2014. Fundavene presupuestó 12 millones de bolívares para formar a 15 coordinadores hospitalarios, pero solo se formaron 10. El mismo documento señala que se planeó la procura de 350 órganos, pero solo se lograron 34. Agrega que de 384 trasplantes planificados solo se ejecutaron 166. En ese proyecto el avance físico alcanzó 43%, pero se ejecutaron 99% de los recursos. El informe aclara que las cuentas corresponden al período de la nueva etapa del sistema, en la cual la ONTV ya no tenía participación.

La llamada y el descarte

La crisis sanitaria ha agregado variables al proceso de procura y trasplante de órganos. Los coordinadores hospitalarios, que cuentan con un lapso de entre 20 y 30 minutos para disponer de un órgano, deben tomar en cuenta si el centro de trasplante tiene los insumos para realizar la cirugía. Si no los tiene, se descarta al centro y se contacta a otro.

También deben considerar si el paciente seleccionado por el sistema está al día con los exámenes de laboratorio. Si no posee los resultados porque no consiguió reactivos para las pruebas, se descarta y se contacta al siguiente de la lista. En ocasiones todos los contactos ocurren simultáneamente.

“Si un hospital como el Universitario de Caracas, por ejemplo, no tiene los insumos, queda descartado el paciente que estaba de primero, pero también el resto de la lista de espera porque no se puede hacer la operación”, señala Francisco Valencia, de la Asociación de Amigos Trasplantados.

Hasta la semana pasada las cirugías en ese centro estaban restringidas por falta de insumos para analizar la sangre necesaria en las operaciones.

Javier Vicheria está en la lista de espera por trasplante de riñón en el Hospital Miguel Pérez Carreño desde 2013. Vive en Barquisimeto y es una de esas personas que aguarda por la llamada, y batalla con la crisis para que cuando eso ocurra no sea descartado: “Tres veces a la semana me hacen diálisis. Cada dos meses voy a Caracas a control. Me han dicho que la recolección de órganos ha caído mucho. Que como no había insumos los enviaban a Caracas y por eso ha tardado tanto, también que en los hospitales tienen los órganos y si no hay insumos los mandan a las clínicas privadas”, indicó.

De hallar un donante, en condiciones regulares Vicheria contaría con un lapso de 12 a 14 horas para trasladarse a Caracas con el fin de trasplantarse. La ley de trasplante establece en el artículo 11 que los prestadores del servicio de transporte privado y la Fuerza Aérea Venezolana deben facilitar los traslados de los pacientes. Según una fuente vinculada con el sector este mandato nunca se ha cumplido.

Los 20 minutos después del sí

1. Los 14 coordinadores hospitalarios que existen en Venezuela tienen la tarea de sensibilizar al familiar de una persona con muerte cerebral diagnosticada para que, a través de la donación de sus órganos, cambie la suerte de alguna de las 5.463 personas que esperan un trasplante en el país.

2. Al recibir la autorización para la procura de los órganos transcurren los 20 o 30 minutos clave para el inicio del proceso. El coordinador ingresa al sistema de administración de la lista de candidatos, en el que variables como edad, condición de salud y ubicación determinan su posición en la lista. Los niños siempre tienen prioridad.

3. Cuando se conocen los datos del candidato a trasplante se contacta al centro de salud tratante. Se coordina el traslado del paciente (si vive fuera de la región donde está el centro de trasplante), se programa la fecha y la hora, así como el equipo médico que participará en la cirugía.

4. Mientras se contacta al paciente que será trasplantado también se coordina la preservación del o los órganos que se trasplantarán. Una sola persona puede salvar a otras siete. Si el órgano es requerido en un hospital distinto del de la procura, se envía el órgano en recipientes especiales que permitan su preservación hasta su llegada al centro de la cirugía.

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