El exministro de Educación, Héctor Navarro, para el 2010 envió una circular a las escuelas informando que la edad adecuada para el ingreso al primer grado es de 6 años, lo que en la actualidad no se cumple por los supervisores de los planteles
VANESSA HACES GONZATTI
Sin embargo, la psicopedagoga Pilar Apitz explica que no se está cumpliendo a cabalidad dicha pauta, pues el ente promueve actualmente que niños y niñas con 5 años y ocho meses de edad entren a primer grado obligatoriamente. Advierte que en las estadísticas 5,8 debe ser tabulado como 6 años, pero que el grado de desarrollo al cual ha llegado un niño de esa edad es menor al requerido para primer grado.
Asimismo, deben entrar a preescolar a los 2,8 años, en lugar de a partir de los 3 años de edad. "Son niños muy pequeños que entran al preescolar con una serie de características de su proceso normal y no tienen problemas sino que son unos bebés", apunta Apitz.
La circular enviada por Navarro hace más de dos años estipulaba que serían promovidos al siguiente grado si su aptitud, madurez y desarrollo así lo permitían, pero de acuerdo con la psicopedagoga en la escuela privada en la que trabajó hasta el año escolar pasado las maestras y el Departamento de Educación Integral evaluaban los casos de cada niño, informaban a los padres y luego ellos tomaban la decisión de permitirlo avanzar o dejarlo terminar el año en el nivel anterior.
Sin embargo, la supervisora del ministerio no confió en las evaluaciones de la escuela, y el ente del Ejecutivo ha pasado inclusive por encima de los deseos de los padres y representantes.
INFLAN CIFRAS
De acuerdo con Mariano Herrera, del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas, el hecho de que los niños entren a primer grado con 6 años de edad no es nuevo, especialmente en escuelas públicas. "El ministerio lo hizo porque había críticas sobre la disminución de la matrícula en primaria, la de primer grado específicamente. Es un error que lo haya hecho con la intención de inflar la cifra", afirma.
A su juicio no debería ser preocupante, pues el niño "puede estar en la escuela desde muy chiquito, el tema es lo que lo obliguen a hacer. Lo que no debería ocurrir es que el nivel de exigencia supere el de desarrollo".
Ambos concuerdan en que otra consecuencia negativa es que los jóvenes se gradúen a los 16 años. Herrera apunta que "es muy temprano para tomar decisiones importantes de vida". Por su parte Apitz explica que se reduce tiempo valioso cuanto son pequeños, pues el período entre 0 y 5 años es clave para la formación del ser humano, para que al graduarse pierdan tiempo por cambios de carrera o decisiones poco acertadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario