Terrorismo humanista

CARLOS FERNÁNDEZ CUESTA - Tal Cual

Lo confieso, soy un admirador a todo trapo, rojo por supuesto, de la revolución y de nuestro incomparable conductor perpetuo, el Comandante Presidente. Es inconcebible, aunque no asombroso, que la salida de la pro imperialista Comisión Interamericana de DDHH tomada por la revolución, haya sido condenada por el majunchismo escuálido.

Nuestro amado líder ha declarado, que el fallo favoreciendo al criminal Díaz Peña acusado de poner bombas en varias embajadas: "deja al descubierto su complicidad con la política de protección a los terroristas". ¿En qué no tiene razón?, es que se le van a endilgar que su probada política de amor y paz es hipócrita porque reivindique a Carlos Ilich del que justicieramente dijera en el 2009". Lo reivindico como luchador revolucionario, digan lo que digan. Ahí está pagando, sobre él calló una responsabilidad que no es suya.

Siendo venezolano se hizo palestino. ¿Cuántos palestinos siguen siendo asesinados?" ¡Ajá!, agarren ese trompo en la uña. Ilich forma parte, de lo más granado de la lucha por los oprimidos y mi comandante tiene muy claro que es un humanista no un terrorista, como también lo son por sus probadas sensibilidades hacia los mas débiles Almadenijad, Omar al-Bashir, Mugabe, los finados por las fuerzas del mal Gadafi y Husein y lo siempre eternos Fidel, Muggabe Idriss Déby, con mención muy especial por el hermanazo Bashar El-Asad acosado hoy por una conspiración internacional, al mismo estilo del que le aplicaron al heroico mártir Muamar, que pretende derrocarle y del que mi líder envía ayuda con diesel del bueno y definiera con entera justeza así: "Assad, es un humanista, socialista y persona que no es ningún extremista, sino un hombre con una gran sensibilidad humana". Nada puede ser más exacto. ¿Que hay como 15000 muertos civiles? Quién les manda a conspirar y jugar al golpismo a ese saco de alacranes y serpientes junto a la CIA contra un gobierno que a semejanza del nuestro les ha prodigado todas sus necesidades básicas y bajo un liderazgo esclarecido, lleno de desprendimiento y a su entero servicio. Es como los escuálidos de aquí, se ponen a buscar pleito contra un gobierno popular y al salir lastimados empiezan a chillar como camión de cochinos.

Aquí todo el mundo ya sabe que Cubillas, el etarra, es un profesor de defensa personal, que Raúl Reyes era un pedagogo de las montañas, un misionero ecologista y amante de la naturaleza asesinado sin que siquiera tuviera tiempo de empuñar su arma de guardabosques.

Terroristas son los policías que masacraron al pueblo el 11 de abril, la pistolera y farsante juez Afiuni bastión del puntofijismo en nuestro hoy depurado sistema judicial.

Héroes populares la desaparecida Lina, armada hasta la parrilla de su moto de amor a su pueblo, o, Valentín Santana, insigne promotor de casas hogares. La Corte IDH tuvo el tupé de sentenciar al Estado por la violación del derecho a la integridad personal de Díaz debido a las condiciones de su reclusión. Nada puede ser más cínico y falso, cuando no hay sistema penitenciario más modélico en el mundo. Acaso no está Iris allí cuyo amor al prójimo se le sale por las órbitas de los ojos. Estos escuálidos tienen cada vaina.

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