Durante la transmisión en vivo -vía internet- desde los estudios de RCTV |
Sin embargo, ¿fue en realidad un foro en Internet o más bien un programa televisivo emitido en digital? Ante la novedad que representó el fenómeno, las dudas sobre su eficacia se resuelven de esta forma: fue un evento destinado a los seguidores de la campaña hiperinformados e hiperpolitizados. No se trató de un evento para ganar nuevos electores, sino para fortalecer los nodos digitales, los generadores de opinión, los multiplicadores. Y funcionó. La gente dejó la TV para ver la computadora, y los temas de conversa entraron hasta en la agenda del otro candidato.
Es difícil recrear formas de participación que por un lado respondan a la eficiencia de tiempo y el control absoluto de variables (porque debe ser impecable y no una improvisación), junto al principio de espontaneidad, descentralización de la conversación y libertad de los usuarios de la red. Ese matrimonio es difícil así que sí: el foro de Capriles fueron los primeros besos entre la telepolítica y la Política 2.0 en una campaña electoral. Seguramente veamos un concubinato más acoplado entre ambos paradigmas en una segunda edición.
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