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sábado, 21 de julio de 2012

El ventajismo en digital

Tal Cual

Numerosos voceros oficiales han mostrado su incomodidad ante las acusaciones de ventajismo durante esta campaña electoral. No se entiende aún si la molestia es una postura previa o posterior al cinismo. Por eso no terminan de aclarar puntos sensibles, como la utilización de fondos públicos para realizar campaña a favor de algún candidato. El exceso de poder no les permite diferenciar entre lo propio y lo ajeno, entre el Estado, el Gobierno y el partido.

Uno de los postulados primigenios de la política comunicacional del Gobierno ha sido la hegemonía comunicacional. El término ha alimentado un discurso y una práctica que ha fortalecido el sistema nacional de medios públicos. En un entorno de socialismo mediático, tan importante como la fulana propiedad de los medios de producción, es la propiedad de los medios de significación, lo que en la actualidad se traduce como el control de un aparato comunicacional que utiliza presupuesto público para favorecer una candidatura, un discurso único y una manera de concebir al país.

La diversidad se entiende entonces desde la posibilidad que tiene el usuario de acceder a otros medios para tener otras perspectivas, pero no ha habido ningún esfuerzo por democratizar internamente los espacios comunicacionales que deberían ser de servicio público.

Ese tipo de discusiones no ha tenido fin.

Se cree que como hay medios privados con líneas editoriales independientes, críticas al Gobierno, entonces la respuesta es usar la artillería del Estado para anular sus efectos. El resultado es que pareciera que hay un paréntesis en aquello de "dar el ejemplo" en nombre de un conflicto que se tensa conforme se acercan las elecciones.

El problema es que si un medio privado favorece a un candidato sobre otro, se trata de su línea editorial, criticable si es excesiva; pero si un medio público se usa para lo mismo, se trata de un acto de corrupción y debería ser penalizado.

Cuando se trata de plataformas digitales, tampoco es inocente el ventajismo, sólo que escapa de las lógicas y el espectro que mide el CNE porque es un espacio más libre y disperso sobre el que no se rinden cuentas. Por ejemplo, como la Ley Resorte regula la actividad de los medios de comunicación radioeléctricos por el uso del espectro electromagnético, algunas radios están manteniendo su programación en línea independientes a las cadenas presidenciales de radio y TV. En los primeros días de campaña, las cadenas han ocupado unos 45 minutos diarios, en promedio.

Aunque las radios y foros y otros espacios digitales escapan a las lógicas convencionales en medio de la campaña electoral, no hay que descuidar los excesos del sistema nacional de medios públicos respecto a los candidatos.

Por ejemplo, la campaña "Corazón venezolano", aunque fue sacada del aire después de las advertencia del ente comicial, se ha mantenido colgada días después en algunas páginas web como banners publicitarios.

Pero lo más grave no ha sido eso, sino dos tendencias en medios de instituciones públicas. En primer lugar está el posicionamiento de un lenguaje descalificador contra el candidato opositor. Henrique Capriles Radonsky puede ser llamado por su nombre, o como candidato de la oposición o candidato elegido en primarias de la Mesa de la Unidad, las posibilidad son muchas, sin embargo llamarlo "candidato de la derecha", "majunche", "golpista" o cualquier otro es caer en el terreno de la opinión, lo que sólo demuestra la perversión del uso de recursos públicos para la campaña y las ganas de no sumar ningún voto más que el radical.

La segunda tendencia en páginas que deberían ser oficiales y que están prestadas al ventajismo oficial es la cobertura de actos públicos, en forma de noticia, cuando en realidad son acciones de proselitismo. Recientemente AVN publicó una nota respecto al asfaltado realizado por diversos organismos públicos en el estado Anzoátegui, pero una de las fuentes consultadas era el encargado de movilizaciones del partido PSUV en la entidad. La web del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de género, por ejemplo titula supuestas noticias como "El voto de las mujeres no se conquista con chocolate dulcito" o "Mujeres serán vanguardia revolucionaria en comicios electorales del 7oct". Es evidente que al desviar el foco de sus temas más urgentes, se dejen de atender temáticas realmente importantes para el ministerio de la mujer que, si fuesen efectivas, sí ganarían votos.

Expertos del estudio de medios como el profesor Andrés Cañizález, quien también firma en Tal Cual, han desplegado un enorme corpus crítico y analítico en torno a los medios de la Asamblea Nacional, que deberían al menos responder a la pluralidad de los diputados que la conforman, pero en realidad se mantiene casi en situación de secuestro por una sola parcialidad. En su web hay noticias entubadas con el sistema de medios públicos como "Candidato del Pueblo arrasa en San Juan de Los Morros" o "Gigantesca llamarada patria es el llano todo", dedicada a las actividades de campaña del Presidente de la República y que para nada son el centro informativo del poder legislativo.

Como estos, una recopilación de ejemplos en ministerios y entes públicos mostraría la gran cantidad de personal, tiempo y esfuerzos que se están usando sin pruritos. Aunque pareciera pólvora gastada, en realidad ese ruido digital más o menos organizado copa los buscadores digitales y altera algunos resultados.

LOS ESPONTÁNEOS EN APORREA 3.0

Como es costumbre, a veces es preferible revisar y apostar en Internet por los espacios de resistencias, los espontáneos o los menos burocratizados. A Aporrea.org, el portal más importante del chavismo, le hace falta dinero para funcionar. Siempre lo han dicho. Aunque coloquen publicidad de entes gubernamentales y en ocasiones acompañen campañas oficiales, los fondos no se sostienen con las donaciones de los lectores. Incluso se vieron en la necesidad de probar publicidad de Google, esos insertos que generan dólares detestados en el exterior pero que llegan más seguro que la lotería de la burocracia.

Recientemente estrenaron un rediseño de su plantilla que la hace más gráfica, aunque también más pesada y difícil de navegar desde teléfonos celulares y tableta. Pusieron tarifas de publicidad altísimas y poco solidarias con el pueblo, aunque digan que son más baratas que otros medios privados digitales.

Aporrea es una especie de red social del chavismo en la que se permiten ciertos vértices de autocrítica con carantoñas y teorías de la conspiración contra toda acción opositora. Es de los poco espacios donde otros movimientos pueden verse reflejados porque el resto de los medios oficiales les cierran las puertas.

Sin embargo, ni siquiera en su último rediseño se atrevieron a abrirse a una característica que ya tiene al menos una década al aire: la posibilidad de comentar las notas. El foro pierde su riqueza y niega un poco la democracia participativa cuando ni las noticias ni los artículos de opinión pueden ser discutidos in situ.

Por eso las discusiones quedan relegadas a los foros, donde suelen ser borrados los perfiles más críticos. Eso ocurre cuando la hegemonía no admite fisuras, cuando la crítica cede a la lealtad silenciosa que incluso en redes limita las voces de aquellos que, para guardar las apariencias, prefieren no desentonar.

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