Consumidores dejan todo el dinero que ganan en el mercado

NORELIS OSUNA | el siglo
fotos | EDUARDO RICO

Tanto para los consumidores como expendedores la situación se pone cada vez más difícil con los elevados precios de los diferentes rubros alimenticios, obligando a la población aragüeña hacer milagros para subsistir. Este panorama económico hace que la gente ponga en práctica alternativas, como recorrer los mercados, buscando precios acordes con sus posibilidades, dejando de consumir también alimentos que piensan que no son tan necesarios e ingiriendo más vegetales, granos y pastas, para poder rendir el dinero cuando van de compras.

Carmen Díaz, quien tiene un localcito de víveres y granos dentro del Mercado Libre de Maracay, pero quien también es madre de familia, afirma “Las cosas van de mal en peor por los precios. A nosotros los mayoristas y las personas que se rebuscan nos ponen los alimentos a esos costos y nosotros tenemos que adquirirlos para poder vender, cuando la gente viene a requerirlos”.

Para ella la gente no compra ni la cuarta parte de lo que compraba antes. “La situación ha llegado a tal extremo que acá al puesto vienen personas por ejemplo pidiendo una cabecita de ajo. Si compraban un kilo de caraotas, ahora se llevan medio kilogramo”.

Como expendedora de víveres se ve afectada porque no vende igual que antes, pero también como ama de casa está padeciendo por el alto costo de la vida, porque como ella misma dice tiene que ganar para pagar luz, agua, teléfono, casa y principalmente la comida, que es donde se va casi todo el dinero que entra en el hogar.

Asimismo, Xiomil Vásquez, quien también es expendedora apuntó que las ventas están muy flojas y además hay alimentos que no se consiguen. Dijo que además de vender en el mercado tiene cinco hijos y no le alcanza lo que gana porque el movimiento en las ventas ha bajado.

Entre tanto, Beatriz de Flores señala que para poder rendir el dinero hay que recorrer varios mercados como hace ella y estirar los churupos lo más que se pueda. “Una trata de varias la comida y comprar lo que encuentre en la Venezuela actual, porque no todo se consigue en los supermercados y mercados municipales”.

Expresa que en su casa gastan más de mil bolívares semanal en el mercado y eso buscando alternativas, recorriendo varios mercados y variando la comida.

Por su parte, Héctor Flores recalcó: “como pueblo no tenemos una orientación sobre lo qué es la alimentación, pues la idea es consumir sin gastar tanto pero con alimentos que realmente reúnan todos los nutrientes”.

Asimismo, Zulimar Sandrea indicó: “ yo trato de ir a varios mercados para comparar los precios y sin embargo, gasto más de 500 semanal, a pesar de uno hace milagros para tratar de rendir el dinero a la hora de ir al mercado. Por ejemplo antes yo preparaba con frecuencia pasticho, pero ya no puedo hacerlo porque se gasta mucho. Además ahora compro pescado como dos veces al mes porque los números no dan”.