Tal Cual Digital
Vecinos, académicos y autoridades alertan sobre la extensión de las labores en obras civiles. El arquitecto Enrique Larrañaga observa un contraste entre 13 años de inactividad y 4 meses de hiperactividad
DANIEL PALACIOS YBARRA
Si todos los años fueran de elecciones presidenciales con seguridad habría una Caracas distinta: construcciones por doquier avanzarían a toda máquina para ser inauguradas poco antes o después de que se defina la continuidad política del funcionario de turno sujeto a reelección. Propio de esta temporada continúan hasta jornadas de 24 horas las obras del conjunto residencial Ciudad La Yaguara, la urbanización que trastocó la zonificación del antiguo paseo Vargas, y las construcciones en la parroquia El Recreo, entre tantas otras.
Para el arquitecto Enrique Larrañaga esto no es algo inusual. Se trata de un contraste de nada a demasiado. “Lo que resulta curioso es que tenemos 13 años de inactividad y 4 meses de hiperactividad. Este arrebato denota apresuramiento y combinación, como ingredientes de un combinación fatal”, explicó el académico de la UCV sobre la planificación de estas obras, cuyas labores molestan hasta en horas de la madrugada.
Esto lo sabe bien Egleé Otazo, cansada de los ruidos molestos en el antiguo Paseo Vargas. “Imagínate, los obreros siguen pegados toda la noche. Tenemos vecinos con enfermedades respiratorias y de la piel por las partículas que se desprenden de los materiales de construcción. Cada vez se hace más difícil conciliar el sueño”, reportó quien es vocera comunitaria de Parque Carabobo y Parque Central.
El arquitecto sostiene que si se conocieran los tiempos de ejecución de estos proyectos, no hay ningún problema en el avance de las construcciones; “por eso el problema surge cuando, sin conocer la planificación, las labores se extienden cada vez más”.
DEL APURO QUEDA EL CANSANCIO
Con la suspicacia a flor de piel, trabajadores de Catia observan una motivación electoral, tras las toma de terrenos absorbidos por el Plan Catia. “Sabemos que estamos en campaña, pero ante la urgencia por construir viviendas se debe buscar los mecanismos para que la gente tenga su casa sin que se afecte el empleo de los trabajadores de estos comercios”, respondió Vladimir Chiras, quien labora en uno de los tienda de cerámicas de la zona.
Larrañaga agrega el caso de la Concha Acústica en Bello Monte, cuyo espacio fue reclamado por Inavi tras vencerse el contrato de administración con la Alcaldía de Baruta. “Presumo que se quiso crear una discusión sin asidero legal y distraer al alcalde Gerardo Blyde”. Por su parte, la concejal baruteña María Auxiliadora Dubuc dice que “con la cercanía de las elecciones presidenciales aumentarán los ataques a nuestros municipios, para poner en desventaja a las alcaldías de oposición”.
Cree, además, que por la naturaleza de la institución, “Inavi quiera construir viviendas en un espacio destinado para la recreación, el deporte y la cultura”.
Desde la Cámara Inmobiliaria se alerta que del apuro queda el cansancio. A dos meses del complejo Ciudad Caribia, “lamentamos que se haya caído la pared de un apartamento ante unos vientos fuertes. Algo así como el cuento de los Tres Cochinitos. En reiteradas ocasiones llamamos la atención para que se deje a un lado el apuro, para evitar situaciones como ésta”, denunció Aquiles Martini, presidente del gremio.
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