fotos | LUIS SÁNCHEZ
Peligro al otro lado del río |
Atraviesan la peligrosa quebrada para llegar o salir de sus viviendas a realizar sus diligencias |
Casos como este se observan en el tramo de la carretera que aún sigue “de pie” |
Recordaron los vecinos de la zona, Miguel Lucena y Miguel Ángel Espinoza, que la falta de atención oportuna a una carretera socavada no solo por el líquido que se filtraba con las continuas crecidas de la quebrada y, presuntamente, también de las tuberías del sistema de aguas blancas “dio paso firme al desplome de un buen pedazo de la vía que los dejó incomunicado hasta que se tomó la medida de tumbar las casas que se ubicaban justo a la orilla”.
Continuaron relatando “pese a que más de 20 familias integraban una lista de reubicación, solo se beneficiaron a las que habitaban justo en el espacio que necesitaban para construir lo que sería un paso temporal, con la penosa salvedad de que una vez derribadas las viviendas y acondicionado el trayecto, se olvidaron del resto de las familias que integraban la lista, la reparación real de la vialidad y el peligro que aún seguimos corriendo”. Y es que, agregaron los entrevistados, la base del tramo “inventado” y el resto de la carretera sigue carcomiéndose progresivamente; un panorama que temen se agrave con la temporada de lluvia que se avecina: “los aguaceros empezaron en esta zona y con ellos la zozobra de todos los que aquí vivimos y, dada la falta de recursos para mudarnos a una zona segura, no tenemos otra opción más que encomendarnos a los santos y clamar a los gobernantes se apiaden de nosotros y nos echen una mano a la brevedad posible”. Dentro de este contexto, es de mencionar el caso de la señora Cipriana González, quien habita al otro lado del río; “en un cerro que amenaza con caer sobre su rancho en cualquier momento (...) en la misma situación se encuentran unas 16 familias cuyos miembros, al igual que yo, deben cruzar la quebrada para cumplir con sus jornadas laborales, estudiantiles o diligencias personales y quedamos incomunicados con cada crecida. Tan solo hace unos días, tuvimos que hacer una cadena humana para cruzar sin que la corriente nos arrastrará”. Finalizó preguntándose ¿qué pasó con las promesas de reubicación realizadas por el propio gobernador?, ¿dónde tendrán guardada la fulana lista de espera?, ¿será que ni siquiera nos tomarán en cuenta en estos días de campaña electoral? Esperamos que los entes gubernamentales se apiaden de nosotros ante el gran peligro que corremos y nos echen una mano antes que el río nos sumerja en una tragedia” clamó González.
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