Revenga: Desperdicios invaden a los vecinos de Tiquire Flores

SCARLET BARBERA PINTO
el siglo - El Consejo
fotos | ENRIQUE SILVA

Todo tipo de desechos sólidos invaden a Tiquire Flores

Sin alumbrado público urbanismo del municipio Revenga

Nelly Perdigón y
Zaida García

Cansados del putrefacto olor que destilan los desechos sólidos acumulados en las aceras y calles del complejo habitacional Tiquire Flores, en el municipio José Rafael Revenga; vecinos del edificio Nazareno exhortan a la máxima autoridad de El Consejo, Francisco Martínez, a “abocarse a su función real y meterle la lupa al Departamento de Servicios Públicos del ayuntamiento local” y es que el necesario servicio de aseo urbano brilla por su ausencia desde hace ya un mes.

Así lo denunciaron las afectadas Nelly Perdigón y Zaida García, al tiempo que mostraban al equipo periodístico del matutino de los valles de Aragua, los montones de desperdicios que desde hace cuatro semanas esperan la llegada de los camiones compactadores de basura; “el argumento de los responsables es que éstos se encuentran accidentados, preguntándonos si la administración local no tendrá los recursos necesarios para mandarlos a reparar y ponerlos en marcha”.

Lamentaron el hecho de que un gobernante municipal y su equipo de trabajo con competencia en la materia “hagan caso omiso a una falla grave, teniendo en cuenta el foco de contaminación que está generando en un urbanismo donde habitan centenas y centenas de familias (...) la proliferación de las moscas, zancudos y todo tipo de insectos es cada vez peor y ¡ni hablar! de la desidia de las autoridades”.

Tras lo antes descrito y luego de informar que, según el cronograma establecido por los encargados de Servicios Públicos de la Alcaldía “el servicio de aseo urbano en Tiquire Flores se presta sÓlo dos días a la semana -lunes y sábado-”, las declarantes destacaron “después de cuatro semanas, un camión apareció y recogió un par de bolsitas; un pañito de agua caliente con el cual pretendieron callarnos la boca”.

Oscuridad total

Dentro de ese contexto, Perdigón y García aprovecharon la oportunidad para hacer pública la falla existente en otro servicio vital para la comunidad. Se trata del alumbrado público, el cual, aseveraron, brilla por su ausencia en su totalidad “contribuyendo con los amigos de lo ajeno que esperan las horas de la noche y madrugada para hacer de las suyas”.

Finalizaron dejando claro “no queremos que la Alcaldía o la compañía eléctrica nos done los bombillos, sólo queremos que el burgomaestre interceda y logre que Corpoelec se aboque a colocarnos las lámparas que nosotros podemos adquirir por autogestión (...) nosotros no somos electricistas, de allí la necesidad de que la empresa haga acto de presencia; el mismo acto de presencia que hacen cuando alguien se atrasa en el pago del servicio y ¡sin dudar! vienen a cortar la electricidad”.