La pestilente bota antiobrera

JOSÉ RAFAEL LÓPEZ PADRINO - Tal Cual

Este 1º de Mayo los trabajadores venezolanos no tenían nada que celebrar, pero sí mucho que reclamar. Izaron su voz de protesta en contra de la imposición de una Ley Orgánica del Trabajo (LOT), la cual fue aprobada en forma unilateral por el tte coronel vía Ley Habilitante. La nueva LOT es electorera y sólo busca seguir "manipulando a los trabajadores". Utilizan la oferta de la retroactividad de las prestaciones sociales, negadas durante estos 13 años de desgobierno, la reducción de la jornada laboral, y la eliminación de la tercerización laboral con el fin de eliminar la libertad sindical, la contratación colectiva, el salario integral, el derecho a la huelga y la existencia misma de los sindicatos. Los sindicatos serán sustituidos por los consejos de trabajadores, entelequias paraestatales que solo servirán como verdaderas correas de transmisión de las órdenes dictadas por tte coronel. Las contrataciones colectivas serán sustituidas por convenciones únicas (visión corporativista de claro sello nazi-fascista), las cuales serían impuestas por el régimen al margen de las aspiraciones reivindicativas de los trabajadores. Esta nueva "golosina de cianuro" responde a la urgencia electoral por ganar nuevos adeptos.

Además se ha aprobado la creación de un "Fondo Único de Prestaciones Sociales", para pagar la deuda correspondiente a los pasivos laborales. Se pretende el pago de estos pasivos mediante la emisión de una nueva deuda, con bonos de la deuda pública para ser cobrados a futuro. Mientras no hay recursos para la cancelación de la deuda social de los trabajadores, sí existen suficientes fondos (cientos de millones de dólares) para financiar una irresponsable y colosal carrera armamentista y para regalar cuantiosas sumas de dinero a gobiernos de la región en busca de apoyo político para el proyecto del inquilino del Palacio de Misia Jacinta. Esta es la primera vez en la historia del movimiento laboral de nuestro país que el patrono Estado tiene en sus manos la potestad de dictar una Ley del Trabajo. Ni siquiera la cuestionada y acartonada CTV lo hizo en tiempos en que AD ejercía la hegemonía política en el país.

Gota a gota se filtra, como la humedad en las paredes, la política antiobrera nazi-fascista del régimen. Los trabajadores no tenían nada que festejar este 1º de Mayo, más que enfrentar esta feroz ofensiva sin el apoyo de sectores que tradicionalmente los habían acompañado en sus luchas reivindicativas. Nos referimos al Partido Comunista de Venezuela, hoy lamentablemente postrado frente al déspota de Miraflores. Cuánta falta hacen camaradas de la talla de Luis Emiro Arrieta, Rodolfo Quintero, Jesús Faría, Alonso Ojeda Olaechea, Donato Carmona, Cruz Villegas, y muchos otros, cuya memoria histórica ha sido pisoteada por este enjambre de tránsfugas que dirigen el PCV y que callan lo que piensan ante el temor de perder las migajas que reciben del líder del proceso.