fotos | OSWALDO CABRERA
La mayoría de las calles del sector están rotas |
Erick Cabrera, Carolina Alfonso y Amelia Martínez |
Yesika Viso y Eximar Valera |
Al respecto, Erick Cabrera comentó que ha vivido en este sector desde que lo fundaron y coincide en que su principal problema son las calles destruidas.
Muchas de las vías han sido rotas para hacer reparaciones pero dejan las obras inconclusas. Cuando llueve, todo se vuelven un charco, cuando sale el sol se levanta mucho el polvo y esto provoca problemas respiratorios.
“Cuando no nos afecta el polvo es el barro. Cuando llueve esto se convierte en un lodazal por donde no se pude transitar ni en carro ni a pie, además los trabajos de cloacas los han dejado inconclusos y tenemos enormes huecos por todos lados”, expresó Cabrera.
En este sentido, explicó que en reiteradas ocasiones han acudido a la alcaldía para solicitar la reparación de las calles: “Ningún ente nos hace caso, porque no son estos los que están viviendo entre tierra, aquí los únicos que vienen son los medios de comunicación, publican la información y de allí no pasa más nada”.
Carolina Alfonzo explicó que los choferes no se meten a la zona pues no quieren arriesgar sus autobuses: “Aquí tenemos muchos problemas, nos afecta el hecho que los autobuses no se metan para acá pues nos toca subir caminando hasta nuestras casas con mercados, sol y lluvia, como sea. Ni los taxis ni los autobuses se meterán hasta tanto no arreglen y acondicionen adecuadamente las calles”.
“Podemos pasarnos el día hablando de los problemas que tenemos, porque no es nada más las calles, tampoco tenemos alumbrado, los postes están prendidos de día y apagados de noche y eso los que tienen bombillos porque hay otros que ni eso tienen”, manifestó Alfonzo.
Al seguir recorriendo el sector nos encontramos con otro problema aun mayor. En meses pasados rompieron parte de la vía para meter tuberías de aguas negras pero, al parecer, el proyecto quedó inconcluso, las calles resultaron más deterioradas así como las aguas negras desbordadas.
Una de las personas que se ha visto más afectada es Aura Contreras, habitante de la calle principal del sector, la cual explicó que su menor hijo se ha visto afectado por el olor nauseabundo que permanentemente mantiene en la puerta de su casa: “Mi hijo varias veces se me ha enfermado y cuando voy al hospital me aseguran que es una infección que contrajo por convivir entre aguas negras y roedores que pasan por allí, ya hemos ido a varios sitios, hemos acudido al consejo comunal y nadie nos da solución, no me queda más que seguir cuidando a mi hijo y mi familia de contraer enfermedades”.
Asimismo, Amelia Martínez manifestó su descontento con la situación de las aguas negras: “Aquí nadie hace nada por nosotros, ni el alcalde, ni nadie. Tenemos ya bastante tiempo con esas calles así y esas cloacas colapsadas. Peor aún, rompieron por todos lados y dejaron esos huecos abiertos y las boca de visitas sin tapas, lo que puede ocasionar que cualquiera se caiga y se sufra un accidente grave”.
En cuanto al problema de la luz, Yesika Viso comentó que en su casa existe un cable que cada vez que hace brisa se despega del poste: “Tenemos meses pidiéndole a Elecentro que venga a ver qué paso con la línea porque nos quedamos sin luz a cada rato. Nosotros mismos nos tenemos que montar a una escalera y darle con un palo para pegarlo otra vez, aun cuando sabemos el riesgo que corremos, pero es eso o quedarnos sin luz hasta quién sabe cuando”.
En este sentido, Eximar Valera destacó: “Estamos cansados de pasar cartas a todo el mundo, tanto al alcalde como a Hidrocentro y Elecentro para que solucionen los problemas que tenemos presentes, pero nadie nos da respuestas, por lo que nos toca seguir viviendo, entre huecos, olores nauseabundo y sin luz”.
La mayoría de los habitantes de este sector mantienen la esperanza de que algún gobernante acuda a solucionarles sus problemas, mientras tanto ellos deben seguir viviendo en las condiciones tan precarias en las cuales se encuentra su comunidad.
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