Ribas: “En el Benítez no hay insumos y la atención médica es pésima”, denuncian familiares de pacientes recluidos en el nosocomio.

SCARLET BARBERA PINTO
el siglo - La Victoria
fotos | CARLOS PEÑA

Dinorah Herrera y
Karelys Gutiérrez

Familiares de los pacientes recluidos en el Hospital José María Benítez de La Victoria, en el municipio José Félix Ribas, interceptaron al equipo periodístico del matutino de los valles de Aragua para, a través de sus páginas, hacer pública la serie de irregularidades con las que, día tras día, deben lidiar centenares y centenares de enfermos cuya salud, lejos de mejorar “empeora en este centro asistencial”.

Y es que, según lo expresado por las ciudadanas Dinorah Herrera y Karelys Gutiérrez “los insumos necesarios para brindar una óptima atención brillan por su ausencia, según lo señalado por los mismos enfermeros y galenos de guardia que, en horas de la noche y madrugada, nos mandan a comprar las inyectadoras, goteros macros y sueros necesarios para el tratamiento de los enfermos”.

Ello sin contar, prosiguió diciendo Herrera, que los llamados “profesionales de la medicina” se pasan las 24 horas del día con el celular en la mano; de allí la gran interrogante que muchos nos planteamos “será que les pagan por salvar vidas o por estar chateando todo el día”.

Relató que “el pasado viernes mi hija, de 22 años de edad, ingresó a la emergencia del hospital tras la necesidad de practicarse un legrado; después de mucho esperar y ser sometida a los exámenes y ecos necesarios, ayer (martes 14 de marzo) le fue practicado el curetaje, con la nada grata sorpresa de que la muchacha se descompensó (...) resulta que el médico tratante no se percató de que la joven tenía un embarazo ectópico -que tiene lugar fuera de la matriz- y dicha desinformación, finalmente, los condujo a realizar una intervención quirúrgica en la que le quitaron su trompa izquierda”.

Tras destacar que su padre, de 82 años de edad, “no corrió con mejor suerte” luego de su ingreso con un ataque epiléptico y que ameritaba un tratamiento del cual no disponía el HJMB, la consternada Dinorah dio la palabra a la joven Karelys quien indignada comentó “hace ya más de dos días que mi hermano, de 25 años de edad, se encuentra hospitalizado a la espera del tratamiento que requiere tras no funcionarle uno de sus riñones, pero, como ya es costumbre aquí los insumos médicos brillan por su ausencia; por lo que desde una camilla en el pasillo espera que lo atiendan”.

“Por si fuera poco, le urge someterse a una operación para la cual no le han asignado una fecha, y qué más podemos esperar si ¡ni siquiera! uno de los medicamentos que se requería para matarle la infección nos suministraron a la primera de cambio. Primero se nos dijo que no había y debíamos comprarlo en la farmacia (donde tiene un costo de más de 500 bolívares) en vista de que no lo conseguimos en las farmacias de turno, pues ya era de noche, un frasco apareció de la nada en el hospital y fue así que se dignaron a aplicarlo”.

Cansadas de lo antes descrito y tras asegurar que en la misma situación que ellas se encuentran un sinfín de personas que no se atreven a denunciar, las entrevistadas lanzaron un SOS a las autoridades locales, regionales y nacionales con competencia en la materia, anhelando que “la salud sea la prioridad de los gobernantes de una vez por todas”.

¡Sin una gota de agua desde hace días!

Finalizaron destacando que ¡por si fuera poco! en el Benítez no hay ni una sola gota de agua, “carencia que según se rumora en las diferentes áreas tiene al menos una semana y, por supuesto, empeora el panorama (...) ni un solo camión cisterna se ha visto por el lugar, lo más triste es que los entes con capacidad para resolver estos problemas no se pronuncian ¡ni aún conscientes! de la magnitud de los mismos”.