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domingo, 4 de marzo de 2012

La función de las televisiones públicas

CARLOS M. MONTENEGRO - Tal Cual
carlosmmontenegro22@gmail.com




La televisión tiene sus antecedentes en la fotografía y los intentos de enviar imágenes a distancia, que se logró en la década de 1880 por sistemas mecánicos valiéndose de la electricidad.

Ya en 1884 aparecieron los primeros equipos que podían transmitir fotografías, mapas y documentos escritos llamados telefotos . El siguiente paso fue transmitir imágenes con movimiento que es lo que caracteriza a la televisión. Los primeros ensayos fueron hacia 1906 a cargo de dos investigadores franceses: Rionoux y Fournier, que dieron con la forma de enviar las imágenes en movimiento por líneas de teléfono, lo que se denominó tele-visión (visión a distancia). Sin embargo, tras resolver diferentes problemas Paul Nipkow, que patentó su famoso disco duro, no fue hasta 1925 cuando el inventor escocés John Logie Baird, usando dos discos de Nipkow, uno emisor y otro receptor, transmitió la imagen de un maniquí con 28 líneas de definición y 14 cuadros por segundo, y en 1927 lo hizo a más de 400 millas de distancia vía telefónica. En 1928, tras fundar la Baird TV Development Co., logró la primera transmisión sin cable entre Londres y Nueva York, comenzando las transmisiones regulares de la BBC en Inglaterra y tres años después en EEUU a cargo de la CBS y NBC, por lo que es universalmente aceptado como el padre de la TV.

El mes de julio de 1930, Baird emitió desde su estudio la primera representación teatral televisada, El hombre de la flor en la boca , duraba 30 minutos y tenía un reparto de tres personajes. La televisión desde entonces ha logrado mejorar mucho, pero al igual que el automóvil sus principios básicos son los mismos.

Como es natural la televisión se perfiló como el invento más formidable desde la invención de la radio. En los EEUU el tratamiento que se dio a su uso fue mucho más liberal, permitiendo que empresas privadas le dieran uso comercial; sin embargo, en Europa básicamente, de mentalidad más conservadora, los diferentes gobiernos pronto percibieron y consideraron la importancia de la TV como elemento cultural e informativo, pensando que la TV en manos comerciales podía ser usada con criterios menos éticos (EEUU sirvió de ejemplo en los primeros tiempos). De esa manera los diferentes gobiernos, a ejemplo de la BBC en Inglaterra y la TV alemana (posteriormente Deutsche Welle), decidieron incorporarla como un servicio público al servicio de los ciudadanos, con contenidos de corte llamado generalista, con poca o ninguna injerencia de los gobiernos de turno.

La televisión pasó por un bache importante hasta pasada la II Guerra Mundial, en que se reanudaron las transmisiones y a mediados de los años 50, fue llegando masivamente a los hogares tras una enorme oferta de receptores. La TV se destapó como un formidable elemento familiar, ya que aglutinaba en un solo aparato las diferentes vías de entretenimiento. En su programación se incluía la música, la radio, cine, transmisiones deportivas y de grandes eventos como conciertos, olimpiadas o bodas reales en vivo, tanto así, que debido a sus continuos avances hizo pensar que iba a desbancar hasta desaparecer al resto, cosa que afortunadamente no ha sucedido, pero es cierto que durante un periodo, la asistencia masiva sobre todo a los estadios y las salas de cine se resintió, al igual que los noticieros de la radio, ya que las transmisiones televisivas permitían verlo y oírlo todo a las familias desde la comodidad de sus hogares.

El uso de la TV por parte de los diferentes Estados consiste en un amplio abanico de contenidos para el servicio de los ciudadanos, libre de publicidad y propaganda, con contenidos cada vez más interesantes. Las televisiones estatales ofrecen noticias de todas las tendencias, programas de historia, culturales, teatro, cine y deportes en sus programaciones durante las 24 horas; pronto, al igual que la radio tras la llegada de los satélites, ampliaron sus contenidos para promover sus países en diferentes idiomas al resto del mundo. Prácticamente todos los países de Europa Occidental adquirieron el formato, especialmente en los países formalmente democráticos, aunque otros como España, Portugal o Grecia, mientras estuvieron bajo regímenes totalitarios, supieron arrimar el ascua a su sardina y le dieron uso con abundantes dosis de propaganda. Mientras Franco estuvo en el poder usó la TV desde el Estado con el mismo concepto, pero censurando los noticieros especialmente.

Con el tiempo las televisiones estatales crearon segundas cadenas, que ampliaban así la oferta de sus contenidos. El modelo era básicamente la BBC, que mantuvo siempre un equilibrio en su programación, ausente de utilizaciones partidistas.

Las emisoras del Estado se rigen normalmente por directorios, compuestos por representantes de todas las fuerzas políticas, que velan por el mayor equilibrio posible de sus contenidos, lo cual suele estar regulado constitucionalmente. No así las controladas por países de gobiernos menos democráticos, que tratando de conservar las formas le dan uso menos imparcial, y otros que sin el menor pudor las usan indiscriminadamente para informar al público lo que conviene a su gobierno usando las cadenas financiadas por el erario público, convirtiendo su contenido frecuentemente en propaganda partidista y personal o de su propio régimen, sin dejar participar en absoluto a sus opositores y con la mayor impunidad ejercida desde sus posiciones de poder. A lo largo y ancho del mundo esta práctica es común en los diferentes Estados con esas formas de gobernar. Antes era menos conocida esa maña, pero con la difusión global de la información vía satélite, cable y redes de Internet ya no es posible ocultar tales prácticas.

Con los años los Estados con televisión estatal única se han visto obligados a conceder licencias a empresas privadas, a semejanza de EEUU y América Latina entre otros, que usan la TV como negocio y se valen de la publicidad para costear sus operaciones; funcionan de manera autónoma a sus expensas con contenidos muy diversos, pero en general más populares. En Venezuela ya sabemos cómo es la cosa con la TV del Estado, es de desear que lo antes posible se restablezca su verdadera función y quepan todas las tendencias.

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