El presidente Chávez, quien no pierde su capacidad para sorprendernos, ha irrumpido con fuerza en la dinámica energética global al proponer la creación de "Los Gigantes de la OPEP". La organización estaría conformada única y exclusivamente por los mayores productores petroleros, entre los cuales mencionó expresamente a Rusia, Irán y por supuesto, Venezuela
HELIODORO QUINTERO
Aun cuando nuestro mandatario no ofreció mayores detalles sobre su nueva ocurrencia, al igual que jamás pudo contextualizar su idea para la conformación de la OPEP del Gas, suponemos que los otros países involucrados en principio en este selecto club serían Arabia Saudita e Irán, a los que posteriormente se les irían sumando aquellos países que, sin importar mucho sus reservas o niveles de producción petrolera, pudieran llegar a desarrollar algún esquema de identificación ideológica con el tan cacareado Socialismo del Siglo XXI. Como podemos notar, esta es una idea absolutamente fuera de sentido, de contexto y extravagante, fundamentalmente porque el presidente de la República no logra ni puede explicar cuál sería el propósito de esta institución, y ni el por qué haría falta.
Se trata entonces de crear nuevamente lo que ya existe. La OPEP tiene ya 51 años y funciona como una organización internacional cuya finalidad es la de unificar, y coordinar las políticas petroleras de los países miembros en defensa de sus intereses. Por otra parte, los países que tuvieron la iniciativa de su creación fueron Venezuela y Arabia Saudita; entonces, ¿qué finalidad tendría una nueva organización paralela? Será que a Chávez le agradaría tomar el control absoluto de la OPEP para buscar llegar a un precio del petróleo en $200 por barril, que sólo se lograría bajando drásticamente la producción. De esto ocurrir, estaríamos en presencia por primera vez en la historia de unos gigantes que en poco tiempo lograron, como por arte de magia, convertirse en verdaderos enanos.
DÉFICIT NOTORIO Y DISCUTIDO
En este mismo orden de ideas, cabe destacar lo sucedido en la Reunión Ordinaria Nº 160 de la OPEP el pasado 14 de diciembre de 2011 en la ciudad de Viena. En dicho encuentro los países miembros intercambiaron opiniones sobre una serie de temas entre los que destacaron el efecto de la deuda soberana en las economías de varias naciones europeas, la posición a futuro de EEUU frente a la desaceleración de su crecimiento económico y el impacto en el consumo de petróleo que ha generado en China e India los altos índices de inflación que han azotado a ambas naciones en el transcurso de 2011 y la evolución de la crisis europea.
Asimismo las autoridades de la OPEP incluyeron en su agenda de discusiones otros asuntos que han sido de gran repercusión geoestratégica para el mercado petrolero mundial durante el presente año como lo son los altibajos que ha sufrido el proceso de recuperación económica mundial, el desastre nuclear de Japón y los procesos de cambio socio-políticos en determinados países del norte de África y el Medio Oriente (primavera árabe), enfatizando por su parte que, a pesar de todas estas circunstancias adversas, no ha habido interrupciones en el suministro de petróleo por parte de la OPEP para atender cabalmente las crecientes necesidades energéticas globales.
En lo que respecta al caso concreto de Libia, la OPEP hizo mención expresa que el déficit de suministro petrolero atribuido a este país como consecuencia de los conflictos políticos que todos hemos presenciado, fue saldado de manera oportuna y satisfactoria por otros miembros de la organización, principal- mente Arabia Saudita, contribuyendo así a evitar una gran escalada de los precios del petróleo en los mercados internacionales.
También los países de la OPEP enfatizaron ante el mundo su compromiso de asegurar un adecuado suministro petrolero en virtud de disponer de una importante capacidad adicional de producción (estimada en casi 5 millones de barriles por día), su disposición para actuar de manera inmediata ante cualquier circunstancia que pueda poner en peligro la estabilidad del mercado petrolero mundial, su conformidad con el actual nivel de los precios del petróleo (alrededor de los $100 por barril), la necesidad de continuar el diálogo con los otros productores noOPEP y mantener la cuota de producción en 30 millones de barriles diarios.
MANIOBRAS MILITARES DISPARAN PRECIOS
Irán, uno de los países a los cuales nuestro Presidente desearía incluir dentro del grupo de los llamados Gigantes de la OPEP, no estuvo en ningún momento de acuerdo con la decisión de mantener las cuotas de producción de la organización en los niveles previamente señalados (30 millones de barriles diarios), por el contrario, al igual que lo han venido haciendo Venezuela y Ecuador en diversas oportunidades, exigió la disminución de los niveles de producción petrolera de los países miembros con una clara intención de forzar una subida de los precios, permitiéndole así una mayor viabilidad a su cada vez más insuficiente presupuesto de gastos fiscales.
Coincidencialmente, de forma subsiguiente, la armada Iraní emprendió una serie de ejercicios navales en el limite noreste del estrecho que deben ser vistos como una seria advertencia a Occidente acerca del cierre potencial del Estrecho Ormuz. Es por esto que, si se lleva a cabo cualquier acto que el gobierno de Irán considere una amenaza, entonces la nación Islámica podría cerrar el Estrecho.
Estos ejercicios militares, que dieron inicio el 23 de diciembre de 2011 y se mantienen hasta la fecha están relacionados con el poder de disuasión, dominio y superioridad sobre la región con que cree contar Irán. Los ejercicios, llamados Velayat 90, abarcaron un área de 2.000 kilómetros desde el este del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico hasta el Golfo de Adén.
Durante las maniobras se emplearon diferentes clases de submarinos, incluidos el Tareq y el Ghadir y los sistemas más recientes de misiles tierra-mar y torpedos, con que cuenta el régimen de Teherán.
Esta es la primera vez que la Armada Iraní lleva a cabo ejercicios navales de esta envergadura en esa gran área y los mismos, como es de suponer, tuvieron un pequeño impacto en el incremento de los precios del petróleo en los mercados internacionales.
ALIANZAS QUE CREAN ALERTA
A mediados de este mes, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, visitó Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba, donde hizo esfuerzos por consolidar el apoyo de los líderes de estos países mientras la República Islámica es objeto de nuevas sanciones económicas por parte de Occidente.
Su primera parada fue Venezuela, donde Ahmadineyad tuvo una cálida bienvenida por parte del presidente Hugo Chávez. Los dos jefes de Estado criticaron fuertemente a Estados Unidos y aprovecharon para estrechar sus lazos políticos y comerciales.
Ambos Presidentes quieren debilitar el "imperialismo" estadounidense y Chávez apoya el programa nuclear de Irán, que según Teherán tiene fines pacíficos. Irán está ayudando a Venezuela a certificar sus depósitos de uranio, aunque Venezuela aún no extrae el mineral.
En este sentido, vale la pena recordar que recientemente Washington aplicó sanciones limitadas a Pdvsa tras acusarla de enviar al menos dos cargamentos de un complemento para hacer gasolina a Irán valorado en 50 millones de dólares. Pero eso no alteró las exportaciones de petróleo de Pdvsa a Estados Unidos, de casi 1 millón de barriles por día, sin embargo ya el 23 de enero la Unión Europea impuso sanciones de embargo concretas a las importaciones de crudo iraní.
En el 2008, Estados Unidos impuso sanciones a una filial de un banco iraní que operaba en Venezuela. Washington dijo que el banco canalizó dinero para la compra de armas. Irán y Venezuela negaron los cargos. Los ejércitos de ambos países dijeron que un acuerdo entre ellos incluye la cooperación en el entrenamiento de tropas, pero no dieron más detalles.
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