fotos | JAVIER TROCÓNIZ
Aidé Armas, teme por la vida de sus hijos |
Las moradas afectadas y con estructuras debilitadas están ubicadas en la calle Primavera, de Campo Alegre, según los denunciantes dicen que hasta el momento no han recibido la ayuda prometida por las autoridades gubernamentales.
“Mi nombre es Aidé Armas, soy madre de familia y vivimos aterrados pensando que en cualquier momento la casa se puede derrumbar, hemos matado varias culebras que se meten en las noches, tengo miedo por la vida de mis tres hijos y de nosotros mismos, por favor que nos saquen de aquí directamente a un refugio”, solicitó.
Incluso, dijo que en el sector existen muchos niños que tiene enfermedades en la piel producto de la contaminación de las pestilentes aguas del lago, que son transmitidas por una variedad de mosquitos.
“Hay muchos niños que tiene brotes en la cara, escoriaciones en la piel, problemas con la respiración, necesitamos operativos de salud, creo que estamos vivos por la misericordia de Dios”, indicó.
En esta calle existen varias viviendas en pésimas condiciones, las familias afectadas han denunciado en reiteradas oportunidades la crítica situación en que están, sin embargo, ellos consideran que sus reclamos han sido escuchados pero por personas que no tienen la solución en sus manos”, señaló.
Otra vecina que evitó dar su identificación dijo, “ya estamos cansados de hacer las denuncias, lo que sucede es que siempre nos prometen y no cumplen, las autoridades no saben que esta situación de tanto esperar también desespera, a veces hemos perdido la fe y la esperanza, solamente digo que ojala Dios no quiera que vaya a ocurrir alguna desgracia en cualquier momento del día, porque los culpables serán muchas autoridades del gobierno regional y nacional”, advirtió.
Luego dijo que no era una persona fatalista, simplemente porque las casas están muy afectadas y en cualquier momento se pueden derrumbar con las familias dentro de las mismas. Por su parte Karen Cardoso, residente de la calle Vargas de Campo Alegre, también señaló que cada día la situación se pone peor y hasta el momento no los han llevado a un refugio.
“Hay una idea equivocada de las autoridades, ellos creen que como no estamos en temporada de lluvias el peligro del lago ya pasó, las aguas del lago de Valencia continúan avanzando silenciosamente, y nuestras vidas todavía siguen en peligro, es por eso que necesitamos que nos saquen antes de que pueda ocurrir alguna desgracia, y de eso sí tendrán culpa los gobernantes”, aseguró
En esta humilde casa Karen Cardoso ha tenido que sacar fuerzas y perder el miedo para poder matar más de tres culebras que en horas de la noche se metieron en su casa esperando el momento para atacar.
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