La ciudad fue militarizada y la presencia de la autoridad reforzada con la Guardia Nacional Bolivariana de Barinas y Lara | EL PERIÓDICO DE OCCIDENTE
MARÍA ANDREÍNA ARÉVALO | EL UNIVERSAL
miércoles 7 de diciembre de 2011 12:00 AM
Guanare.- Seis personas heridas y 30 detenidos fue el saldo del segundo día de disturbios en la capital de Portuguesa, por el repudio a las torturas y abuso sexual padecido por un niño de cinco años quien falleció el jueves 1 de diciembre.
Cinco personas fueron detenidas por este caso, cuatro mujeres y un hombre. El martes desde la 2:00 de la tarde se inició la audiencia de presentación de los mismos, la cual se prolongó hasta las 9:00 de la noche. Solamente tres de los presuntos responsables de la muerte del menor pudieron declarar, entre ellos la madre del pequeño. Se espera que la diligencia continué este miércoles a partir de las 9:00 de la mañana.
La actuación judicial se realizó, de manera excepcional, en la comandancia de Policía de Portuguesa, rodeada de al menos cinco anillos de seguridad de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Durante la jornada, ocasionalmente los efectivos militares lanzaban gases lacrimógenos contra las personas que esperaban una decisión judicial.
El móvil
Entre las hipótesis sobre el móvil del caso que ha conmocionado a la sociedad de portuguesa, se maneja la posibilidad de una disputa pasional.
El Ministerio Público intenta imputar a Gelliknet González Quevedo (30), la madre del niño; Anney Montilla Oropeza (25), Valentina Oropeza de Montilla (50), por presuntamente incurrir en delitos tipificados en el Código Penal y la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes; a Doris Oropeza (37) y el enfermero Yure Hernández (39).
Este último, según informaciones extraoficiales, fue hallado muerto en el calabozo donde se encontraba detenido tras audiencia preliminar del lunes, la cual desató la ira de los habitantes de Guanare, ante los rumores de que los acusados serían liberados. Fuentes afirman que se habría suicidado.
En Guanare no hay transporte público, los colegios no abrieron sus puertas ayer ni lo harán hoy, tampoco los comercios abrieron. La ciudad se encuentra militarizada, hubo destrozos en la vivienda donde ocurrieron los hechos y en locales que son propiedad del padrastro del pequeño.
En varias oportunidades, los manifestantes intentaron romper los cercos policiales con el fin de hacer justicia por cuenta propia, como lo habían hecho el día anterior en los alrededores del Palacio de Justicia, cuando se desató la ira de algunos de los pobladores.
El traslado de los detenidos fue de alto riesgo. Se realizó bajo una intensa custodia policial y militar. La seguridad fue reforzada con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Lara y Barinas.
El gobernador de Portuguesa, Wilmar Castro, afirmó temprano en la mañana, en declaraciones a medios oficiales, que el estado se encontraba en calma y que se estaban "creando falsas expectativas" en relación al caso. Rechazó que se le diera "un tinte político" al crimen.
Los hechos
Según la investigación preliminar, el jueves en la tarde, Anney Montilla, Valentina Oropeza, Doris Oropeza y Yure Hernández llevaron al niño a un centro asistencial privado, ubicado en la avenida 23 de Enero, en Guanare, alegando que éste se había caído de una moto.
Minutos más tarde el pequeño falleció lo que fue notificado por los médicos a las autoridades, iniciándose así la investigación.
La autopsia y la valoración médico forense externa realizada a la víctima determinó múltiples traumatismos y hematomas en el cuerpo, así como cicatrices que evidencian maltrato físico de vieja data y signos de abuso sexual.
Anney Montilla, quien era la encargada del cuidar al niño junto a Valentina Oropeza, pues su madre Gelliknet González había viajado a Porlamar, estado Nueva Esparta, fueron aprehendidas. La policía no descarta ninguna hipótesis.
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