En 2010 en Mar de Plata se aprobó una cláusula democrática | IAN SALAS/EFE
REYES THEIS | EL UNIVERSAL
sábado 3 de diciembre de 2011 12:00 AM
La cláusula democrática que acogió la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) sigue la tendencia de la aprobada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y por la Cumbre Iberoamericana: proteger a los gobiernos de cualquier intento de golpe de estado.
La Declaración Especial sobre la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional de la Celac es una copia de lo aprobado en la Cumbre Iberoamericana de Mar de Plata en 2010 que establece los mecanismos de cómo debe actuar la Comunidad en caso de que ocurra una ruptura del hilo constitucional de un integrante.
El texto ratifica que "el respeto a las autoridades legítimamente constituidas como expresión de la voluntad soberana de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos y la defensa de las instituciones democráticas, constituyen garantías indispensables de la paz".
Establece que cuando el Gobierno constitucional de un Estado considere que existe una amenaza de ruptura o alteración del orden democrático que lo afecte gravemente, podrá notificar la situación a la Presidencia protempore.
Pero si ya aconteció la ruptura del orden constitucional o del estado de derecho, la Presidencia pro tempore convocará una reunión extraordinaria de cancilleres de los países miembros, para que decidan por consenso adoptar las medidas necesarias para la restitución del proceso político.
La cláusula de la Celac es evidentemente más débil que la Carta Democrática Interamericana, la cual establece con claridad los valores a se respetadas por los Estados miembros: celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas, y la separación e independencia de los poderes públicos.
La cláusula de la Cumbre Iberoamericana y de Unasur, fueron propuestas de Ecuador tras los sucesos de septiembre de 2010 que amenazaron la vida del presidente Rafael Correa.
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