Sucre: Vecinos de Alí Primera viven en medio de calamidades. Aseguran que la desidia llegó al sector para quedarse.

YETZENHIA PEÑA | el siglo
fotos | OSWALDO CABRERA

El bote de aguas negras se suma al problema de los huecos

La mayoría de las calles tiene años
condenadas al olvido

Entre calles rotas, postes sin bombillos, red de cloacas colapsadas, tanques vacíos y un sinfín de inservibles servicios, deben sobrevivir los vecinos del sector Alí Primera de Cagua, quienes alegan que desde hace algunos años, la desidia llegó al sector para quedarse.

Así lo expresó José Arévalo, vocero del consejo comunal, “tenemos 7 años viviendo en estas condiciones, las cuatro calles principales del sector están repletas de huecos, por lo que en varias oportunidades hemos acudido a organismos, como la alcaldía y la gobernación para solicitar que alguien nos ayude y nos colabore con la reparación de estas calles, ya que los más afectados aquí somos nosotros, pues ni los carritos por puesto, el camión del aseo, el del gas, ni el del agua se quieren meter para acá, hasta la policía se niega a hacer las labores de patrullaje”.

Al respecto, José Tovar destacó que en la comunidad están completamente desasistidos, “nadie hace nada por nosotros, yo a veces veo el periódico y leo notas donde dice que ya asfaltaron Alí Primera, y he llegado a pensar que será otra, porque aquí nadie viene. Las tuberías de aguas negras están tapadas desde hace como 3 años y los mismos vecinos las destapamos pero a los días se vuelven a tapar porque no contamos con un hidrojet para hacer un trabajo de verdad, en este municipio todas las cosas funcionan de poquito en poquito”.

Otro de los problemas que preocupa a estos habitantes es la falta de alumbrado, tal como lo expresó José Molina, “ninguno de los bombillos sirve, esto es una oscuridad de noche que lo que da es miedo, por lo que tenemos que recogernos desde temprano y el que va a salir tiene que hacerlo con una linterna, en el caso de la calle donde vivo los mismos vecinos compramos cables y bombillos e hicimos una extensión para tener algo de luz en las calles, lo peor es que ni Elecentro ni la Alcaldía vienen hasta acá, aunque sea para ver porque esos postes no tienen iluminación”.

“La inseguridad está apoderada de este sector y de Huete, que está al lado, los malandro se pasean de allá para acá y nosotros en el medio, no es posible que ni la policía llegue por estos lados, tenemos que encerrarnos desde temprano, porque quien se atreve a salir si lo que se escucha es plomo de lado y lado, además, esto es una boca de lobo, el consejo comunal ya ha pasado varias solicitudes para que arreglen el sistema de alumbrado, pero eso debe estar engavetado”, enfatizó María Jiménez.

Entretanto, Gustavo Jaramillo acotó que enumerar las dificultades sería no terminar nunca, “aquí hay muchos inconvenientes, las calles no sirven, los postes tampoco, el agua no llega nunca, las cloacas se rebosan, un barrio que al parecer quedó en el olvido del gobierno local, los mismos vecinos somos los que hemos venido haciendo algunas cosas, ya que somos los que permanecemos aquí y queremos una mejor calidad de vida.

Finalmente, el clamos de estos habitantes se hace sentir en cada una de sus palabras, quienes no pierden las esperanzas de ver a su sector convertido en un lugar digno de ver crecer a sus hijos.