La capital de Aragua fue erigida como vicefeligresía eclesiástica en el año 1701 por el obispo Monseñor Diego de Baños y Sotomayor, quien atendió el clamor de poseer en esta localidad un templo propio, pues el más cercano era el de Turmero.
DESDE ENTONCES PASÓ A SER LA VICEFELIGRESÍA MARACAY-TAPA TAPA, SEGÚN NARRÓ EL CRONISTA LOCAL OLDMAN BOTELLO, QUIEN ADEMÁS PRECISÓ QUE DESDE 1700 INICIÓ ESA GESTA PARA LA FUNDACIÓN DEL TEMPLO POR PARTE DE LAS DECENAS DE FAMILIAS QUE HABÍA EN LAS HACIENDAS ORGANIZADAS ALREDEDOR DEL RÍO MARACAY Y QUE A LA LARGA PASARON A DISGREGARSE EN LAS PRINCIPALES COMUNIDADES QUE HOY CONFORMAN EL MUNICIPIO GIRARDOT.
Los años siguientes sirvieron para el florecimiento de una población dedicada a los cultivos de productos como el cacao, la caña de azúcar, maíz, algodón, pero principalmente el añil, una planta recién sembrada que sirvió para convertirse en el segundo material con mayor exportación del país hacia Europa.
Adicionalmente, Maracay sirvió de escenario para la evolución emancipadora, e incluso fue capital provisional de Venezuela, en el momento en que Francisco de Miranda establece su cuartel general en Maracay, siendo declarada como ciudad el 22 de enero de 1814 mediante decreto firmado por Simón Bolívar, veinte días después de que el Congreso de Venezuela le otorgara los poderes absolutos.
DESPUÉS DE UN SIGLO, ESPECÍFICAMENTE EL 7 DE MARZO DE 1917, HACE CIEN AÑOS, PASÓ A SER CAPITAL DE LA REGIÓN ARAGÜEÑA, DURANTE EL MANDATO DE JUAN VICENTE GÓMEZ, QUIEN IMPULSÓ EL TRASLADO DE COMERCIANTES DESDE CARACAS A LA REGIÓN, ANTE LA POSIBILIDAD DE INSTALAR NEGOCIOS EN UN ÁREA PROPICIA PARA LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA.
La pujante ciudad también tuvo fuertes inversiones en obras públicas superando hasta las del Distrito Federal y la construcción de la carretera a Ocumare de la Costa hizo que Maracay tuviera un puerto bajo su control, siendo la razón por la cual Gómez planteó oficialmente la designación de Maracay como capital del estado Aragua, sustituyendo a la ciudad de La Victoria.
En así como durante la época del llamado “El Benemérito” Juan Vicente Gómez, se inició una transformación urbanística y económica de la también llamada “Ciudad Jardín” para la época, ya que previamente el clima era completamente diferente, “era un peladero”, según aseveró Botello.
Durante la administración del general Gómez se instalaron numerosas industrias, principalmente para el ramo textil, así como perfumerías, charcuterías, enlatados y el conocido Lactuario. También se construyeron centros asistenciales, plazas, hoteles, lugares de recreación, entre otros, que cambiaron radicalmente la fisonomía urbana de Maracay.
De esta forma se da paso en los años 50 a una industrialización que hace que la ciudad se consolide como una plaza donde abundaba el empleo, albergando a personas de todo el país, principalmente de los llanos venezolanos y específicamente de entidades como Guárico y Apure. En esta época se consolida la imagen de Maracay como ciudad de acogida, abierta a la llegada de emigrantes.
Hoy en día Maracay se considera la quinta ciudad de Venezuela en cuanto a pobladores en el área metropolitana, según el último censo del 2011, con 1.630.308 habitantes y un crecimiento cinco veces mayor al del 2001.
Indiscutiblemente, esta ciudad, que fue privilegiada con un clima agradable, cultura amplia, gentilicio jocoso y receptivo, con un paisajismo privilegiado al pie de la cordillera del Henri Pittier, sigue consolidándose en la región tras nacer de la invasión de antiguas haciendas de cierta extensión y la instalación de rancheríos sin las mínimas condiciones sanitarias y de otros servicios públicos; han pasado gestiones gubernamentales que permitieron dotarlas de los servicios para legalizar su formación.
NOHANNA MORILLO | elsiglo
fotos | FÉLIX BARRETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario