Codevida recibe las medicinas que ONG amigas en el exterior mandan mediante envíos puerta a puerta / Foto: Archivo
La crisis de salud es tan aguda que requiere una solución sustancial que no se enfoque solo en la adquisición de medicamentos sino también en la compra de insumos médicos, reparación de equipos y reacondicionamiento de los hospitales, opinan miembros de ONG. La apertura de un canal humanitario se puso sobre la mesa de diálogo, y apenas logró que esta semana se aceptara el ingreso de medicinas provenientes de República Dominicana en calidad de “préstamo”
MARÍA EMILIA JORGE M. | MJORGE@EL-NACIONAL.COM
SIETE DÍAS - EL NACIONAL
11 DE DICIEMBRE 2016 - 12:41 PM
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La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida, Codevida, se reinventó en 2016 para tratar de poner un parche –pequeño, y son concientes de ello– en el gran agujero que dejó la inacción del Estado venezolano ante la grave escasez de medicamentos, insumos y el deterioro general del servicio de atención médica. Lo que empezó como un pequeño depósito para almacenar antirretrovirales con los que ayudaban a 30 personas con VIH mensualmente, se amplió a dos depósitos más grandes en los que guardan pañales, cientos de cajas de pastillas y algunos equipos médicos para responder a las más de 300 personas que les piden ayuda mensualmente.
Codevida recibe las medicinas que ONG amigas en el exterior mandan mediante envíos puerta a puerta. Al principio, cualquier medicamento era bueno. Ahora, construyeron una lista de prioridades para adultos y niños con base en las necesidades de los principales hospitales del país, que abarca insumos generales, enfermedades oncológicas, cardiovasculares, endocrinológicas, neurológicas, entre otras patologías. “Hay muchas trabas que se suman a las de la aduana. Cuando ya tenemos los productos, los colectivos o las milicias impiden la entrega en los hospitales. Además nuestra acción es reducida porque no podemos hacer envíos a otros estados, y hay que esperar a que alguien viaje y pueda llevar unas cajitas en su maleta. Es frustrante tener las medicinas y no poder dárselas a quienes las necesitan”, cuenta Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria, una de las organizaciones que componen Codevida.
Los propios pacientes, algunos en silla de rueda o conectados a un tanque de oxígeno, han pasado el año protestando en la calle por falta de quimioterapias, por equipos dañados que paralizan tratamientos de diálisis o por niños recién nacidos que no logran madurar sus pulmones por falta de una incubadora y un surfactante pulmonar.
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