Por Correo del Caroní
Fecha: 04/10/2016
Foto: Folha
Cientos de venezolanos recorren un trayecto superior a las ocho horas hasta llegar a Santa Elena de Uairén, en el municipio Gran Sabana en el sur de Bolívar, para comprar alimentos. Ha sido la dinámica de los últimos meses, pero en este periodo también se ha acrecentado la migración masiva de personas, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, hacia el norte de Brasil.
La migración ha encendido las alarmas, principalmente en la población de Pacaraima, donde las autoridades han constatado la presencia de venezolanos deambulando por las calles y viviendo a la intemperie en calles y aceras.
La puerta de entrada a Brasil es Pacaraima, en el estado de Roraima, a 15 kilómetros de Santa Elena de Uairén, en el municipio Gran Sabana de Venezuela. Un par de horas después, llegan a Boa Vista, la capital del estado brasileño en el extremo norte.
Mientras algunos logran reconfigurar su vida en una nueva tierra y, en el mejor de los casos, con empleos estables, otros han migrado para dedicarse a oficios informales como lavar vidrios de vehículos, cargar sacos de alimentos e, incluso, pedir limosnas. Otros tantos venezolanos han estado involucrados en hechos delictivos.
Sigue leyendo este trabajo de María Ramírez Cabello en Correo del Caroní
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