16-08-2016
SARAÍ COSCOJUELA/LUISA QUINTERO/VÍCTOR AMAYA
Los lapsos anunciados por Tibisay Lucena permiten hacer la consulta en 2016, aunque no es un escenario sencillo. La rectora obvió los retrasos que ha tenido el proceso en el CNE y la oposición luce aún desencajada de cómo animar la presión popular
La narrativa de la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, quiso hacer ver que no es posible hacer un referéndum revocatorio en 2016. La tesis ya la manejaba el chavismo desde hace meses, y la compró no poca gente, incluyendo el gran titular de un periódico oficialista.
La rectora hizo un repaso histórico para demostrar cómo el proceso electoral puede llevarse entre 200 y 300 días, según experiencias anteriores.
Además, tomó como punto de partida la verificación del 1% de las firmas recolectadas en junio.
Lo que no dijo Tibisay Lucena es cómo se han manipulado los tiempos del reglamento, aprovechando los huecos, los paréntesis y las imprecisiones de la norma. Por ejemplo, la MUD solicitó la planilla para pedir las rúbricas el 9 de marzo pasado, pero el CNE entregó el papel el 26 de abril. El propio rector Luis Emilio Rondón recordó, minutos después de que la presidenta del Poder Electoral finalizara su presentación, que "vimos cómo cinco días para constatar el 1%, previstos en el artículo 10 numeral 5 de la resolución nombrada, se convirtieron en más de treinta días".
Tampoco dijo Lucena que el país esperaba una alocución el 26 de julio, como ella lo había prometido, para confirmar que la MUD había sido acreditada para solicitar un revocatorio; y que ésta se produjo seis días continuos después: el 1 de agosto, aunque el informe estaba listo el 19 de julio.
El calendario es elástico
Lucena afirmó, sin fecha específica, que la recolección del 20% "pudiera ser" a finales de octubre. Pero, sobre su escritorio hubo una propuesta de la Comisión de Participación y Financiamiento de realizar la preparación técnica y logística de las máquinas en la segunda quincena de agosto y no a partir de la primera quincena de septiembre, como finalmente se dispuso.
"¿Por qué el CNE tiene que esperar, tomando como referencia ese podría ser a finales de octubre, si ya cumplimos con los requisitos? ¿Qué están haciendo? (...) El podría no lo aceptamos: nosotros queremos certidumbre", replicó Henrique Capriles a nombre de la MUD.
Y agregó: "Igualito da chance (...) el revocatorio tiene que ser antes del 10 de enero".
El Poder Electoral aprovecha los máximos permitidos en la norma. Incluso con las fechas dadas por Lucena, el revocatorio pudiera ser antes del primer trimestre de 2017, porque la convocatoria, una vez hecha, debe ser "dentro de los siguientes 90 días". Es el cálculo que aún hace la oposición.
"No pueden achacarnos a nosotros los retrasos de ellos y pedirnos que acortemos los lapsos", dijo el diputado Héctor Rodríguez. A entender, el parlamentario del PSUV habla poniendo al CNE en el "nosotros". Pero mal toma como inicio del proceso finales de abril, cuando la solicitud fue a comienzos de marzo.
"Seguimos insistiendo en que el referendo debe darse el presente año. No está en la óptica de la oposición un referendo posterior a la fecha que todos los venezolanos han venido trabajando", dice el diputado Edgar Zambrano (AD).
"Aquí hubo una elección presidencial en 35 días, así que es totalmente factible", suma Stalin González (UNT). "Ella no se atrevió a decir que no iba a ser este año", apunta la también diputada Adriana D’Elía (PJ).
"Tenemos que dar una demostración de lo que quiere el país, y ellos están subestimando la fuerza de movilización de los venezolanos", agrega D’Elía.
Para la MUD el revocatorio en 2016 está vivo, aunque Jorge Rodríguez desde el PSUV ya le ponga fecha: primera semana de marzo 2017.
Incluso, en la MUD aspiran que la recolección del 20% sea más que contundente. "Probablemente se convierta en un revocatorio adelantado y eso es a lo que el Gobierno le tiene terror", dice D’Elía. Pero su colega de UNT replica que forma parte de las estrategias "y si uno se pone a develar tanto el Gobierno se prepara". El más comedido es Zambrano: "Constituye un reto para la oposición la presencia de la sociedad en las calles plasmando su firma".
Lo que está claro es que la presión de calle puede apurar tiempos. "Podemos buscar la manera de que, por ejemplo, todos a las 12 del día durante 15 días salgamos con cartelones, protestas de 15 minutos. La presión no puede ser solo marcha, pero la Unidad no ha decidido cuál va a ser el mecanismo", dice González.
Según Datanálisis, 80% de la población quiere que Nicolás Maduro deje el poder este año. Hinterlaces, de Oscar Schemel -quien estuvo en el CNE con Lucena el martes 9-, contabilizó en 61% quienes están de acuerdo con activar un revocatorio.
En la calle aún hay deseos de revocatorio
Humberto Ojeda pide protestar a diario hasta lograrlo. Erly Ruiz es optimista con 2016, pero Julio López exige asumir que el camino es otro: "debemos tomar la calle".
CANALIZAR LAS GANAS DEL PUEBLO
"La oposición tiene que agarrar el reglamento y explicarlo para que la gente entienda que sí dan los lapsos", recomienda el politólogo Luis Salamanca, quien lamenta que la MUD haya optado por hacer del "revocatorio en 2016" un concepto excluyente. "Debería tener una estrategia unificada 2016-2017, ser habilidosos para decir que lo importante es la lucha política y no solo electoral. Aunque es un efecto jurídico distinto, revocar a Maduro el año que viene vale como efecto político. Él es la gran presa, el objetivo. No es cualquier cosa sacar por votos a un presidente chavista".
Mariana Bacalao, periodista y consultora de comunicación estratégica, dice que lo importante es seguir acompañando "ese deseo nacional, macropartidista, de hacer un revocatorio. La MUD debe presionar, hacer sentir la voz del ciudadano, para que lapsos puedan ser acortados".
Salamanca ve necesario convocar a las masas. "El tiempo social va más rápido que el tiempo político. El país ya dejó de aguantar y lo que está es sobreviviendo. Pero eso no se convierte en variable política de manera directa, sino por una acción o de los mismos afectados o canalizada políticamente por la dirigencia". Eso sí, cree que la respuesta a Lucena debió ser más contundente.
Bacalao califica como error caer en mensaje de desesperanza. "El Gobierno apuesta a que una poblacion hambreada no proteste por derechos. El venezolano debe hacer oír su voz y eso no es solamente ir a marchar, sino pensar en formas simultáneas, novedosas diferentes y tradicionales de hacer eso realidad. El descontento está ahí. Eso permitió en el 98 el ascenso al poder del chavismo, a pesar de que actores consolidados no lo validaban. Cuando la gente quiere cambio, es indetenible".
Salamanca apunta un detalle más: en diciembre toca cambiar a dos rectores del CNE y eso podría cambiar la correlación de fuerzas, acelerando un escenario electoral. "Pero habría que ver cuánto no hacen para evitar que esa jugada se concrete."
La narrativa de la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, quiso hacer ver que no es posible hacer un referéndum revocatorio en 2016. La tesis ya la manejaba el chavismo desde hace meses, y la compró no poca gente, incluyendo el gran titular de un periódico oficialista.La rectora hizo un repaso histórico para demostrar cómo el proceso electoral puede llevarse entre 200 y 300 días, según experiencias anteriores.
Además, tomó como punto de partida la verificación del 1% de las firmas recolectadas en junio.
Lo que no dijo Tibisay Lucena es cómo se han manipulado los tiempos del reglamento, aprovechando los huecos, los paréntesis y las imprecisiones de la norma. Por ejemplo, la MUD solicitó la planilla para pedir las rúbricas el 9 de marzo pasado, pero el CNE entregó el papel el 26 de abril. El propio rector Luis Emilio Rondón recordó, minutos después de que la presidenta del Poder Electoral finalizara su presentación, que "vimos cómo cinco días para constatar el 1%, previstos en el artículo 10 numeral 5 de la resolución nombrada, se convirtieron en más de treinta días".
Tampoco dijo Lucena que el país esperaba una alocución el 26 de julio, como ella lo había prometido, para confirmar que la MUD había sido acreditada para solicitar un revocatorio; y que ésta se produjo seis días continuos después: el 1 de agosto, aunque el informe estaba listo el 19 de julio.
El calendario es elástico
Lucena afirmó, sin fecha específica, que la recolección del 20% "pudiera ser" a finales de octubre. Pero, sobre su escritorio hubo una propuesta de la Comisión de Participación y Financiamiento de realizar la preparación técnica y logística de las máquinas en la segunda quincena de agosto y no a partir de la primera quincena de septiembre, como finalmente se dispuso.
"¿Por qué el CNE tiene que esperar, tomando como referencia ese podría ser a finales de octubre, si ya cumplimos con los requisitos? ¿Qué están haciendo? (...) El podría no lo aceptamos: nosotros queremos certidumbre", replicó Henrique Capriles a nombre de la MUD.
Y agregó: "Igualito da chance (...) el revocatorio tiene que ser antes del 10 de enero".
El Poder Electoral aprovecha los máximos permitidos en la norma. Incluso con las fechas dadas por Lucena, el revocatorio pudiera ser antes del primer trimestre de 2017, porque la convocatoria, una vez hecha, debe ser "dentro de los siguientes 90 días". Es el cálculo que aún hace la oposición.
"No pueden achacarnos a nosotros los retrasos de ellos y pedirnos que acortemos los lapsos", dijo el diputado Héctor Rodríguez. A entender, el parlamentario del PSUV habla poniendo al CNE en el "nosotros". Pero mal toma como inicio del proceso finales de abril, cuando la solicitud fue a comienzos de marzo.
"Seguimos insistiendo en que el referendo debe darse el presente año. No está en la óptica de la oposición un referendo posterior a la fecha que todos los venezolanos han venido trabajando", dice el diputado Edgar Zambrano (AD).
"Aquí hubo una elección presidencial en 35 días, así que es totalmente factible", suma Stalin González (UNT). "Ella no se atrevió a decir que no iba a ser este año", apunta la también diputada Adriana D’Elía (PJ).
"Tenemos que dar una demostración de lo que quiere el país, y ellos están subestimando la fuerza de movilización de los venezolanos", agrega D’Elía.
Para la MUD el revocatorio en 2016 está vivo, aunque Jorge Rodríguez desde el PSUV ya le ponga fecha: primera semana de marzo 2017.
Incluso, en la MUD aspiran que la recolección del 20% sea más que contundente. "Probablemente se convierta en un revocatorio adelantado y eso es a lo que el Gobierno le tiene terror", dice D’Elía. Pero su colega de UNT replica que forma parte de las estrategias "y si uno se pone a develar tanto el Gobierno se prepara". El más comedido es Zambrano: "Constituye un reto para la oposición la presencia de la sociedad en las calles plasmando su firma".
Lo que está claro es que la presión de calle puede apurar tiempos. "Podemos buscar la manera de que, por ejemplo, todos a las 12 del día durante 15 días salgamos con cartelones, protestas de 15 minutos. La presión no puede ser solo marcha, pero la Unidad no ha decidido cuál va a ser el mecanismo", dice González.
Según Datanálisis, 80% de la población quiere que Nicolás Maduro deje el poder este año. Hinterlaces, de Oscar Schemel -quien estuvo en el CNE con Lucena el martes 9-, contabilizó en 61% quienes están de acuerdo con activar un revocatorio.
En la calle aún hay deseos de revocatorio
Humberto Ojeda pide protestar a diario hasta lograrlo. Erly Ruiz es optimista con 2016, pero Julio López exige asumir que el camino es otro: "debemos tomar la calle".
CANALIZAR LAS GANAS DEL PUEBLO
"La oposición tiene que agarrar el reglamento y explicarlo para que la gente entienda que sí dan los lapsos", recomienda el politólogo Luis Salamanca, quien lamenta que la MUD haya optado por hacer del "revocatorio en 2016" un concepto excluyente. "Debería tener una estrategia unificada 2016-2017, ser habilidosos para decir que lo importante es la lucha política y no solo electoral. Aunque es un efecto jurídico distinto, revocar a Maduro el año que viene vale como efecto político. Él es la gran presa, el objetivo. No es cualquier cosa sacar por votos a un presidente chavista".
Mariana Bacalao, periodista y consultora de comunicación estratégica, dice que lo importante es seguir acompañando "ese deseo nacional, macropartidista, de hacer un revocatorio. La MUD debe presionar, hacer sentir la voz del ciudadano, para que lapsos puedan ser acortados".
Salamanca ve necesario convocar a las masas. "El tiempo social va más rápido que el tiempo político. El país ya dejó de aguantar y lo que está es sobreviviendo. Pero eso no se convierte en variable política de manera directa, sino por una acción o de los mismos afectados o canalizada políticamente por la dirigencia". Eso sí, cree que la respuesta a Lucena debió ser más contundente.
Bacalao califica como error caer en mensaje de desesperanza. "El Gobierno apuesta a que una poblacion hambreada no proteste por derechos. El venezolano debe hacer oír su voz y eso no es solamente ir a marchar, sino pensar en formas simultáneas, novedosas diferentes y tradicionales de hacer eso realidad. El descontento está ahí. Eso permitió en el 98 el ascenso al poder del chavismo, a pesar de que actores consolidados no lo validaban. Cuando la gente quiere cambio, es indetenible".
Salamanca apunta un detalle más: en diciembre toca cambiar a dos rectores del CNE y eso podría cambiar la correlación de fuerzas, acelerando un escenario electoral. "Pero habría que ver cuánto no hacen para evitar que esa jugada se concrete."
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