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viernes, 31 de julio de 2015

Escasez de reactivos limita operatividad en bancos de sangre

30 julio, 2015 | por Airam Fernandez | @airamfernandez
Efecto Cocuyo


En el pasillo que conduce al banco de sangre del Hospital Universitario de Caracas (HUC), mejor conocido como el Clínico, hay un papel con un importante mensaje pegado en la pared: “Se les notifica al público en general que no se atenderán donantes hasta nuevo aviso, por falta de reactivo para la serología“. Aunque un lote de reactivos llegó al recinto médico el miércoles 29 de julio, una de las encargadas de orientar a los donantes se niega a despegar el papel: “¿Que por qué no lo quitamos? Porque nos da flojera ponerlo y quitarlo a cada rato. ¿Para qué lo vamos a quitar si seguro mañana ya se vuelven a acabar los reactivos?”.

La situación es crítica desde el año pasado, asegura la mujer, sentada en su escritorio. No quiere decir cómo se llama porque tiene miedo de que “los colectivos” arremetan contra ella: “Pero tampoco puedo quedarme callada. Aquí ya perdimos la cuenta de cuántas veces hemos tenido que suspender el servicio porque sin reactivos no podemos trabajar. Toda sangre debe ser examinada y sin eso es imposible”. La serología es el estudio que permite comprobar la presencia de anticuerpos en sangre. Las enfermedades que se detectan con este examen -indispensable- son: sarampión, rubéola, carbunco, VIH, hepatitis viral, brucelosis, amebiasis, infección micótica, VSR, tularemia, sífilis y toxoplasmosis.

El médico residente del HUC, Gherzon Casanova, confirma la llegada de esos reactivos. Asegura que la serología que más ha escaseado es la utilizada para descartar hepatitis C y como no sabe qué tan grande fue el lote que llegó, sostiene que “puede ser que se acabe mañana o que se acabe en un mes”. Sin embargo, advierte un problema mayor: “Llegaron los reactivos pero se nos acabaron los tubos y si no tenemos eso, ¿dónde colocamos las muestras?”.

Racionamiento

El personal médico de la Clínica La Floresta, ubicada en Altamira, también se ha visto amenazado por el tema de los reactivos. De hecho, han estado a punto de suspender el servicio: “En junio casi nos quedamos en cero y tuvimos que hacer magia para estirarnos durante una semana, sobre todo con el core, que es la serología para la hepatitis C. Afortunadamente logramos conseguir un lote y así hemos estado trabajando. Así que los que quieran pueden venir a donar sangre y aprovechar que justo ahora no tenemos tantos problemas”, dice el encargado del banco de sangre.

Pero en el departamento de inmuno del Banco Municipal de Sangre de Caracas (BMS), el principal ente hematológico de la ciudad, dejaron de hacer pruebas especiales para descartar anemia, cáncer, VIH y hepatitis C. “No tenemos reactivos”, señala una mujer en la oficina de administración, “a menos que el paciente lo consiga por su cuenta y lo traiga”. Dice que en lo que va de año, el panorama ha sido el mismo.

Quizás para no tener que pegar un papel en la pared, como hicieron en el Clínico, en el BMS han aplicado la técnica del racionamiento. Dejaron de ofrecer estos servicios -vitales- para poder seguir recibiendo donantes, asegura uno de los bioanalistas. “Por eso es que en inmuno dicen que no hay, pero en realidad sí hay, sólo que no alcanza para hacerlo todo”, asegura. “Lo que resolvieron es no hacer pruebas especiales para que el banco siga con su función principal, que es la de ser un banco de sangre. Y además de racionar los reactivos también limitan a los donantes. Es decir, para hoy hay un número de personas establecido, que no necesariamente será el mismo de mañana. Todo dependerá del inventario”.

-Aquí sí tenemos reactivos, ¿qué pregunta es esa?- dice una mujer uniformada, con un chaleco blanco y una franela roja debajo.

-Es que el Clínico tienen fallas con eso y quería saber cómo están trabajando aquí y cómo es el proceso para venir a donar- le contesta una joven que busca información.

-Aaahhh, ¿tú vienes del Clínico? Allá que resuelvan como puedan.

-¿No puedo donar aquí para un paciente que está allá?

-No. Allá que resuelvan. Nosotros no le colaboramos a ellos.

La razón, explica otra trabajadora del BMS, es que sólo prestan servicio a seis hospitales del área metropolitana de Caracas: Periféricos de Coche y Catia, el de Lídice, el JM de los Ríos, la Maternidad y el José María Vargas. “El Clínico es autónomo, por estar dentro de un recinto universitario. Y si ellos no tienen, qué dejaran para uno”, comenta la mujer. El doctor Gherzon Casanova repite el argumento de la autonomía pero se lamenta de que la crisis sólo genere “tirrias” en lugar de solidaridad entre instituciones. “Si no hay reactivos y se ponen con eso, al final, el que termina más afectado siempre será el paciente”.

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