ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

martes, 10 de marzo de 2015

Persecución contra médicos se volvió política de Estado

Doctor Ángel Sarmiento, presidente del Colegio Médico de Aragua. (Foto Archivo/El Carabobeño)

Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com
EL CARABOBEÑO


De momento la bata está colgada. Lleva seis meses así. Quien la usa no ha podido ponerla sobre sus hombros por razones que parecen políticas. Para Ángel Sarmiento la represión, amedrentamiento y persecución definen su vida fuera de los consultorios.

El pasado 11 de septiembre la mirada del mundo se centró en Maracay. La ciudad fue el centro de una denuncia que conmocionó la opinión pública. Eran los días del Ébola, y en la capital de Aragua el gremio pedía declarar una emergencia sanitaria.

Al doctor Sarmiento, un cirujano de 52 años, le tocó sentarse frente a las cámaras. Pidió en rueda de prensa la investigación inmediata por la muerte de ocho personas de manera abrupta en el Hospital Central de Maracay, HCM. Su condición de presidente regional del Colegio Médico se lo exigía. Las causas eran desconocidas hasta el momento.

La enfermedad desconocida fue desmentida por el oficialismo. Incluso el Presidente responsabilizó a Sarmiento de estar implicado en planes terroristas a través de una guerra bacteriológica. En su contra se dictó una orden de captura y diversas acusaciones. El galeno tuvo que huir del país.

En exclusiva, eligió a El Carabobeño para comentar detalles sobre su caso. A continuación la entrevista que Sarmiento ofreció desde la clandestinidad.

¿Cómo se enteró de la existencia de la supuesta enfermedad en el HCM?

Una vecina me llamó llorando la madrugada del 11 de septiembre de 2014. Su familiar, paciente proveniente de Mario Briceño Iragorry (Aragua) había muerto. Le dije que por los síntomas teníamos que esperar el resultado de una necropsia con fines investigativos. Todo hacía pensar en una enfermedad infecto contagiosa por la forma tan violenta que se produjo. Los síntomas eran extraños: hemorragia por vías respiratorias y ampollas.

Hubo un fuerte hermetismo con las autoridades del hospital. Al final no se realizó la autopsia. El cadáver lo metieron en una bolsa y lo ingresaron a la morgue del HCM. En la mañana me enteré que habían más fallecidos.

¿Qué le llevó a tomar la decisión de hacer la denuncia?

Los médicos tenemos un juramento hipocrático. Cumplimos con un servicio público. Mi condición al dar la rueda de prensa era que me acompañaran los familiares. A los medios les consta cuando hice el anuncio que allí estaban los familiares de los que hasta el momento eran fallecidos.

La Ley del Ejercicio de la Medicina y el Código de Deontología médica me obliga a denunciar cualquier problema de salud pública que ponga en riesgo la vida de un ser humano. Invito a los que ignoran, a revisar la ley.

¿Pensó en algún momento las consecuencias que tendría su pronunciamiento?

Jamás. Siempre me decían: “Cuídate porque el gobierno te está cazando”. ¿Qué va a pensar uno que por decir la verdad y por alertar a un pueblo de forma responsable se iba a desencadenar esa persecución? Yo mostré las pruebas, las autopsias de un bebé fallecido en el Eje Este de Aragua, en Tejerías. Mostré un diagnóstico que ellos mismos (Corposalud) hicieron y que medianamente se acercaba a la realidad.

¿Se considera un perseguido político?

Todos lo que de alguna forma peleamos por la verdad y justicia. Se me atacó como político y me intentaron descalificar ¿Ser político en Venezuela es un delito? Se me intentó descalificar como médico llevándome al área política. Siempre he intentado ejercer mi profesión alejado de eso, pero sí soy político, acción democratista y secretario regional de organización en Aragua, aún.

¿Ha podido reunirse con su familia?

Ese es el peor castigo. La parte triste de la historia es separarte de tu familia, tu tierra, tu trabajo y amigos. Esa es la peor prisión que le pueden dar a un ser humano. Me siento orgulloso de ser un exiliado de mi país porque sigo trabajando por él.

¿De qué está viviendo?

De 26 años ininterrumpidos de trabajo. Jamás he durado tanto tiempo sin trabajar. También vivo de unos amigos que me han dado su casa, sin ningún tipo de interés. No tengo ayuda de ninguna ONG, partido político o fundación. Voy a propio pulmón, manteniéndome con las limitaciones económicas que implica no tener trabajo.

¿Por qué no afrontar la justicia venezolana?

Lamentablemente porque en Venezuela no hay justicia. La que hay es injusta ¿Qué podía esperar yo si el fiscal superior de Aragua se pronunció, y a su lado estaba la juez Marjorie Calderón, quien encerró a Simonovis y excarceló a los pistoleros de Puente Llaguno? ¿Qué podía esperar de una orden de captura por delitos que no existen, como terrorismo comunicacional?

Incluso se dijo que me iban a culpar por las muertes que hubiera esa semana porque le impedí a la gente que fuera al HCM ¿Dios, cuándo dije yo eso? Mi sentencia ya estaba decidida. Qué tristeza que uno en su país no pueda tener seguridad jurídica.

Pero el Presidente le culpó de una guerra bacteriológica.

Por esos días yo venía recuperándome de una operación en la cabeza que me hice en Caracas ¿Cómo es que tuve tiempo de planear un plan bacteriológico? ¿Qué pasó con la supuesta comisión integrada por médicos cubanos que fueron a Maracay a investigar? ¿Qué pasó con esos millones de dólares que se le dio a esa comisión? No se supo nada de eso.

¿Cree que pueda regresar a Venezuela?

Tengo la firme esperanza porque creo en Dios. Creo que las cosas van a cambiar y que regresaré a mi país como demócrata, como ese país en el que me formé como médico a pesar de venir de una familia humilde. Creo en el estado de derecho y que el país regresará a ser aquel que fue receptor de migrantes por la tolerancia que hoy perdimos lamentablemente.

¿Cuál es su mensaje a los médicos venezolanos?

Este es el primer día del médico en el que no participo físicamente. Mi mensaje es fortaleza y unidad. Ya lo dijo Luis Razetti: Unidos seremos una gran fuerza social, de lo contrario esclavos de quienes nos contratan. No podemos permitir que este ni ningún gobierno se inmiscuya en nuestra arte.

Pide que no se callen, que sigan denunciando sin miedo, con ética y moral y la frente en alto. “Nos debemos al pueblo, a los pacientes. Todos los gobiernos han negado epidemias y deficiencias en el sistema de salud, pero este rompió el molde”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario