El presidente de COPEI Roberto Enríquez apoya una mesa de diálogo donde participe el Vaticano, la ONU y el presidente Pepe Mujica. Señala que hay unas condiciones sociopolíticas y socioeconómicas para convertir a la alternativa democrática en mayoría
JESENIA FREITEZ GUEDEZ
En los últimos días han sido críticos de los mismos miembros de la Mesa de la Unidad a la que pertenecen, incluso rechazan que grupos económicos y de poder enaltezcan liderazgos y los conviertan en un reality show. Roberto Enríquez, presidente de la tolda verde, considera que están dadas las condiciones para que la oposición crezca, pero hay que trabajar en ello.
–¿QUÉ OPINA DE UN DIÁLOGO ENTRE EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN?
–El diálogo tiene que darse en base a las garantías constitucionales y debe haber un mediador. Un diálogo directo no nos parece funcional. Hemos pedido al Vaticano, a la ONU y al presidente José Pepe Mujica para que el diálogo satisfaga las expectativas de los venezolanos. Consideramos a Mujica porque es un hombre que, aunque es amigo del Gobierno, sufrió por culpa de la represión y es un personaje que no tiene el alma resentida. Al Vaticano por lo que representa el papa Francisco y porque tiene uno de los cuerpos diplomáticos más avezados del mundo. Y la ONU porque formamos parte de sus tratados. Lo que sí es cierto es que no nos vamos a prestar para una comparsa.
–¿CÓMO VE EL PANORAMA POLÍTICO PARA LA OPOSICIÓN Y PARA LA MESA DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA?
–En realidad lo que preocupa es el panorama político para el país, creo que cada día vemos un Gobierno más de directorio y eso es peligroso. El mismo Maduro ha reconocido que hay una dirección políticomilitar que toma las decisiones y eso es muy peligroso para el país, además de ser inconstitucional, porque nos coloca ante la amenaza de tener un Gobierno colegiado y el Presidente se diluye dentro de grupos de poder internos. Siempre los sectores más radicales y más intolerantes terminan ejerciendo un peso sobre la conducción del Gobierno y eso es muy peligroso. Cuando ves el panorama económico ocurre lo mismo, esa visión estatista de la economía ha dejado desabastecimiento, escasez y el colapso de más de la mitad del sector industrial del país.
–¿ESO A QUÉ LOS INVITA?
–Por supuesto, a dar una respuesta social, política, popular. Nosotros en la MUD, los factores de oposición, hemos tenido una caracterización de nuestra línea opositora, hemos dicho que es pacífica, constitucional y electoral. Pero además se le debe agregar que tiene ser combativa, popular, dialogante, proponente y responsable. Si el país no percibe que hay una oposición responsable difícilmente los vastos sectores de la sociedad venezolana nos van a dar su apoyo. Hoy hay unas condiciones sociopolíticas y socioeconómicas para convertir a la alternativa democrática en una mayoría, por lo menos del 70%, aglutinarlos. Ahora, tenemos que hacer las cosas bien hechas y eso nos obliga a presentar una oposición responsable.
–¿CUÁLES DEBEN SER LA JUGADAS DE LA OPOSICIÓN?
–La oposición tiene expresiones múltiples, sociales, gremiales, obreras, campesinas y estudiantiles, entre otras. Ahora, la oposición política debe respaldarlas a todas. Las jugadas deben estar en sintonía con la protesta popular, seguir ofreciendo un norte claro de proyecto de nación que queremos.
–¿EN LA MUD SE RECONOCE LA DIVERSIDAD DE OPINIONES?
–Las diferencias son normales. Dentro de la mesa tenemos diferencias ideológicas, sociales, hay una dirigencia que pertenece en la Unidad a las clases más pudientes del país, hay otros sectores que pertenecemos a las clases medias y de estratos más populares. No se descalifica a ninguno, porque es un reflejo del país, es obvio que allí eso genera visiones distintas sobre las realidades de los venezolanos. Hay un propósito común que se llama democracia. Cada quien tiene el derecho dentro de ese paraguas unitario, de ponerle los acentos a las cosas que le parezcan más importantes.
–¿HAY VOCES IGNORADAS DENTRO DE LA MUD?
–No. El tema es que el que está en la mesa tiene que ser democrático, tiene que entender que las luchas deben ser populares, pacíficas, y nosotros le agregamos combativas y responsables; lo que nos obliga a todos a veces a ceder en aras de la Unidad. Tú no puedes pretender siempre imponer tu voluntad porque entonces no hay espíritu unitario. Nosotros hemos logrado cosas muy importantes. Cuando Copei se lanzo la cruzada por la tarjeta única muchos partidos que inicialmente estaban con la tarjeta única nos abandonaron, fue un proceso de persuasión, de convencer pero no de imposición. Al final fue tal en la fuerza de la opinión pública que se logró. Hay cosas que no hemos logrado, es verdad, pero tenemos que ser leales. No hay nada mas legitimo, y además es necesario que cada partido explique en qué consiste su proyecto. Yo desconfío e invito a los venezolanos a desconfiar de los partidos personalistas, que no tienen claro un proyecto ideológico porque la ideología son las ideas y los valores que promueves y un partido que no sabes qué ideología profesa que se meta a comerciante pero no a político. Siempre, dentro de un compromiso unitario, hay un pluralismo ideológico pero tiene que haber un compromiso superior con la Unidad para lograr los cambios hacia una verdadera democracia en el país.
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