No se explican cómo la iluminación costó lo mismo que construir el estadio. (Foto Daniel Pérez)
Luis Alejandro Borrero | lborrero@el-carabobeno.com
El Carabobeño
La gestión del ex gobernador, Rafael Isea dejó muchas obras sin culminar. La cifra de inversión superó los 90 millones de bolívares en tres proyectos incompletos para deporte, cultura y vialidad.
El Teatro de la Ópera de Maracay (TOM), es un edificio abandonado. Sus paredes guardan en silencio aplausos, ovaciones y gritos extintos de lo que alguna vez fue el epicentro de expresiones artísticas de corte internacional. Cerrado en 2009 con la excusa de una remodelación; es una obra gris para la que se asignaron 26 millones de bolívares en la gestión de Isea. Aumentar el número de butacas, mejorar la iluminación y recuperar sus espacios fueron las promesas que nunca se cumplieron.
En respuesta, el actual gobernador Tareck El Aissami anunció la presentación de medidas judiciales contra Mignoli 2002 C.A., empresa encargada de la remodelación. “Causaron daños irreversibles”. Se comprometió a rehabilitar el teatro este año, con un monto adicional de 30 millones de bolívares. Movimientos culturales y artistas vinculados al TOM celebraron la postura valiente de El Aissami, frente a empresas privadas que incumplieron, apoyadas por la omisión del entonces Gobierno regional.
Decepción Iberoamericana
No faltaron los bombos y platillos cuando la opinión pública se enteró de que Aragua sería anfitrión del Campeonato Iberoamericano de Atletismo en 2012, clasificatorio a los Juegos Olímpicos. El director del Instituto Regional de Deporte (IRDA) en el momento, Juan Carlos Luna recibió el visto bueno desde la Federación Internacional de Atletismo en Corea del Sur para albergar los juegos. La única condición fue la construcción de un estadio adecuado.
El proyecto se llamó Estadio Iberoamericano de Atletismo. Se aprobaron al menos 18 millones de bolívares para su ejecución, según vallas informativas. Debió estar terminado en junio del año pasado, pero 800 atletas de 29 países se quedaron esperando un estadio donde lo único que se celebró fue la desidia.
Distribuidor del retraso
Con mil cien metros de asfalto sin aplicar y al menos 20 millones de bolívares de inversión, el distribuidor vial Simón Bolívar representa la asignatura pendiente del Ejecutivo en tránsito terrestre.
Debió estar listo en julio del año pasado. Conectaría la Autopista Regional del Centro con las avenidas Aragua y Maracay, descongestionando la redoma de Palo Negro, colapsada en horas pico. En la obra falta el asfaltado, señalización, semáforos y un techo sobre la estructura. La obra está completada en 85% pero aún no se abre al público.
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