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miércoles, 6 de marzo de 2013

Última batalla: cáncer

Tal Cual

En su última campaña lo acompañó el cáncer. El Mandatario nacional ganó, hizo reajustes en su gabinete y se fue a convalecer en Cuba antes de morir

DAYIMAR AYALA ALTUVE

El presidente Hugo Chávez decía que iba a gobernar hasta el 2021 y en algún momento llegó a decir que hasta el “dos mil siempre”. Una enfermedad lo alejó de su sueño y fue el cáncer el que logró vencerlo después de 14 años en el poder. El 30 de junio de 2011, sorprendió al mundo al anunciar que había sido operado de un cáncer en La Habana, Cuba.

Salió ante las cámaras con evidente baja de peso, pálido y admitiendo un absceso pélvico, sin mayores detalles. Pasó unos días en Cuba y retornó a Venezuela. Ya en su país dijo que se sometería a quimioterapia, tres de las sesiones se hicieron en la isla caribeña y una en Caracas, justo en el Hospital Militar; el mismo sitio que lo vio deteriorarse hasta acabar con su existencia.

La transformación del mandatario se hizo ante los ojos de la gente. Primero apareció hinchado, con visible cambio de peso y luego se rapó la cabeza ante la pérdida de cabello por los tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Sus apariciones disminuyeron y ya no salía en maratónicas cadenas.

El 13 de enero de 2012 se fue a la Asamblea Nacional a presentar su informe de gestión. Allí en varias oportunidades dijo que había pasado momentos difíciles a raíz del cáncer, pero que los había superado “gracias a Dios”.

Habló por nueve horas. Mientras que los diputados, ministros y demás asistentes a la sesión se turnaban para ir al baño, comer o estirar las piernas, el Jefe de Estado tomó solo agua y permaneció de pie todo ese tiempo. Quiso probar que había superado el episodio de la enfermedad.

La convalecencia lo hizo alejarse de los maratónicos programas dominicales “Aló Presidente”, el último se transmitió el 5 de junio de 2011 (antes de la detección de la enfermedad) y más nunca se realizaron.

VOLVIÓ, VOLVIÓ, VOLVIÓ

En febrero de 2012, Chávez había disminuido sus apariciones públicas. Duró más de una semana sin salir y los personeros del Gobierno Nacional afirmaban que estaba bien. El 21 de febrero, el mismo Chávez tuvo que salirle al paso a los rumores y afirmó que sería sometido a una tercera operación para extraer un tumor que hasta el momento no se sabía si era maligno o benigno.

La familia presidencial en pleno se fue a La Habana, y luego de la operación el Gobierno Nacional difundió fotos y videos de todos ellos mientras el paciente pasaba la convalecencia. Volvió brevemente a Venezuela y para el mes de mayo, aseguró, nuevamente, que estaba curado. Ya estaba listo para su cuarta campaña presidencial y aunque admitió que no iba ser igual a las anteriores, destacó que haría su mejor esfuerzo. Conocía a su contrincante y sabía que debía dar la batalla.

El 11 de junio, el candidato-presidente llegó al Poder Electoral para formalizar su inscripción. El CNE dispuso de condiciones especiales para que se desplazara. Chávez caminaba con dificultad y desde la Plaza Diego Ibarra se dirigió a sus simpatizantes poco más de una hora.

SU ÚLTIMA CAMPAÑA

Desde la oposición muchas veces dudaron que el Jefe de Estado pudiera someterse a una campaña por la reelección. En el chavismo se mostraban escépticos pero motivados de que “su comandante” pudiese gobernar por seis años más.

Chávez tenía puntos en contra; su reciente convalecencia, enfrentarse a un candidato más joven y con todas las energías puestas a recorrer el país y luego la posibilidad de poder ejercer plenamente en caso de ganar, como efectivamente ocurrió.

Ya como candidato retó a todos y a sí mismo. Asumió su campaña en pleno y arrancó con un acto entre Carabobo y Aragua que denominó “la Batalla de Carabobo”. Visitó en total 20 de los 23 estados del país y aunque luego tuvo que admitir que hizo un “gran esfuerzo”, se impuso a hacerlo lo mejor posible.

En varias de las entidades que visitó le llovió. Pese a estar saliendo de las quimioterapias y radioterapias, se mojó, bailó en tarima junto a los artistas que lo acompañaron en la gira, besó y abrazo a viejitas y niños por igual. Hasta probaba su resistencia bajándose del camión sin ayuda. Se hacía esperar como un “rock star” y entre la multitud la gente lloraba al verlo “sano”, como él mismo decía.

Para la campaña vistió generalmente guayaberas de color y las acompañaba con zapatos de goma para desplazarse mejor. En Guárico, cantó y habló poco. ¿El motivo? Tenía gripe, pero aún así no se excusó de su acto de campaña. En una ocasión se quedó ronco ante la multitud y terminó intempestivamente su mitin.

El 11 de septiembre, a menos de un mes de las elecciones presidenciales, Chávez se reunió con medios nacionales y privados. Allí se le interrogó sobre la posibilidad de ejercer luego del cáncer. Dijo: “del cáncer yo ni me acuerdo. Estoy totalmente curado”; discurso que repitió hasta el cansancio, pese a la insistencia de la oposición de que no podría asumir un nuevo mandato.

El acto de cierre de campaña le jugó una mala pasada; ese día también llovió y el candidato habló desde una tarima dispuesta en la avenida Bolívar, pero cuando iba a hablar desde otro punto de la ciudad se sintió mal y fue sacado rápidamente del lugar; esto lo admitió tiempo después. Ya las cartas estaban echadas y llegó el tan anhelado 7 de octubre.

GANÓ Y SE FUE

El día de las elecciones, luego de que se conocieron los resultados de su tercera reelección, el mandatario habló desde Miraflores. Se dirigió no más de una hora a la multitud que lo espera a las afueras del palacio de gobierno. “8 millones votaron por el socialismo” dijo, se veía triunfante aun cuando su salud no estaba en optimas condiciones.

Hizo un par de apariciones más como presidente reelecto, efectuó reacomodos en su gabinete y el 27 de noviembre, día histórico para el comienzo de su revolución, mandó a pedir un nuevo permiso a la Asamblea Nacional para ir a Cuba a hacerse un tratamiento de “oxigenación hiperbárica”. Éste le fue concedido y comenzó el nuevo calvario presidencial.

PADECIÓ EN CUBA

El 9 de diciembre de 2012, Hugo Chávez partió una vez más a La Habana. El escenario era diferente al de otras oportunidades, parecía que realmente se despedía. La noche anterior dejó a su “heredero político” Nicolás Maduro como posible candidato del chavismo en caso de ir a elecciones.

“Si se presentara alguna circunstancia sobrevenida que me inhabilite para continuar al frente de la presidencia, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir como manda la Constitución el período...Ustedes elijan a Nicolás Maduro como Presidente, yo se los pido de corazón”, dijo en una cadena presidencial en la que además de dejar claras líneas políticas, se mostró débil y con ojos llorosos.

En la cuarta intervención quirúrgica todo fue de imprevisto. Chávez sufrió complicaciones durante la operación y en el postoperatorio padeció una infección pulmonar que lo aquejó por los 71 días que estuvo fuera de Venezuela.

Se mantuvo un fuerte secretismo en torno al estado real de su salud. Palabras como “situación estacionaria”, “complicaciones respiratorias”, “postoperatorio complejo y duro” y “ligera mejoría” se dejaban colar en los partes médicos que se leían en nombre del paciente.

Por más de dos meses, el presidente estuvo recluido en Cuba, se perdió hasta su propia juramentación y el país estuvo en manos de Nicolás Maduro, vicepresidente y ungido de Chávez.

MURIÓ EN SU PATRIA

Sorpresivamente, el Jefe de Estado llegó de Cuba el 18 de febrero y de madrugada. Se instaló, según versión oficial, en el Hospital Militar de Caracas y el secretismo de la Habana se trasladó a Caracas. Nada se supo del paciente, solo que debía continuar el tratamiento y que se juramentaría cuando pudiese.

15 días estuvo recluido en el centro asistencial sin que se profundizara en detalles en torno a su salud y los personeros mantenían el discurso de que estaba estable. Inauguraron una capilla y permanente rezaban por su salud. Fue el pasado lunes cuando asomaron la posibilidad de un agravamiento.

Ernesto Villegas dijo que la situación era delicada, que tenía complicaciones respiratorias asociadas a una infección recurrente; no había pasado un día cuando a las 5:18 de la tarde, el Vicepresidente Nicolás Maduro se dirigió al país para anunciar que Hugo Chávez había muerto a las 4:25 de la tarde.

El que buscaba unificar a Latinoamérica y mantuvo bajo su dirección a Venezuela por 14 años, abandonó su cuerpo tras dos años de lucha contra el cáncer. Lo hizo en su tierra, pese a que parte de su convalecencia la pasó en suelo cubano.

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