Políticas económicas basadas en controles

El ingreso petrolero fue el gran soporte de los planes de desarrollo

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EQUIPO DE ECONOMÍA | EL UNIVERSAL
domingo 10 de marzo de 2013 12:00 AM 

Propiciar la reactivación económica en alianza con el sector privado, promover las inversiones y mantener una gestión fiscal equilibrada fue parte de la agenda inicial del Presidente Hugo Chávez Frías, que con el tiempo cambió y se orientó hacia la fijación de políticas de control que apuntaron a una mayor participación del Estado en la economía.

Chávez, quien falleció el pasado cinco de marzo, en su primer año de Gobierno llamaba a los inversionistas y consideraba que era necesario redefinir la intervención estatal, sin embargo, con los años decidió que el país debía transitar a un modelo productivo socialista.

La aplicación de controles de cambio y de precios luego del paro cívico de 2003, fueron la base para cercar al sector privado y aumentar la presencia estatal. Y mediante regulaciones, nacionalizaciones y creación de empresas de producción social se logró el control.

El punto en común a lo largo de 14 años de gestión fue utilizar el ingreso petrolero como soporte de los planes de desarrollo.

POLÍTICA DE PRECIOS

La economía venezolana, en los últimos 10 años, ha estado marcada por los controles del Estado. Además del control de cambio, el Ejecutivo optó en 2003 por regular los precios de los bienes de consumo masivo y otros bienes y servicios considerados de primera necesidad.

Ese control que comenzó con la regulación de precios en alimentos, medicinas y materiales de construcción, con el tiempo se extendió a otros sectores de la economía nacional. Fueron reguladas las tarifas de estacionamientos, los precios de los boletos aéreos internos, alquileres y otros.

En 2012 fueron regulados otros 204 productos y la Sundecop, evalúa los precios en medicinas y repuestos.

La meta del control de precios era contener el avance de la inflación. Sin embargo, el auge de los precios se mantiene, sobretodo, en los rubros controlados.

En estos 10 años, la supervisión también se extendió sobre las actividades de los medios de producción.

INTEGRACIÓN

Desde 2001, el gobierno de Hugo Chávez marcó distancia con la administración de Estados Unidos, y al asistir a la III Cumbre de las Américas en Québec (Canadá), se negó a firmar la declaración final que avalada la constitución del ALCA (Área de libre comercio de las Américas). A partir de entonces se crea el ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), y más tarde la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como mecanismos políticos de integración de la región.

En 2006 Venezuela anuncia su salida de la Comunidad Andina, bajo el argumento de que Colombia, Perú y Ecuador negociaban un acuerdo comercial con Estados Unidos. En 2011 se hace efectiva la separación del país de ese bloque subregional y en 2012 el ingreso al Mercosur. Divergencias políticas entre Chávez y el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe marcaron las relaciones comerciales.

POLÍTICA CAMBIARIA

En febrero de 2003, en medio del paro de la industria petrolera, la administración de Hugo Chávez implementó el modelo cambiario que conservaría por diez años: el control de cuántos dólares puede comprar cada quién. La idea es que se frenara la excesiva compra de divisas y el tipo de cambio se mantuviera estable, abaratando las importaciones y para lograr la inflación de un dígito.

Pero la economía no se comportó según lo esperado. Inmediatamente surgió un tipo de cambio paralelo que comenzó a fijar parte de los precios y la creciente dependencia en las importaciones obligó a abrir un sistema complementario donde las empresas compraron divisas a través de bonos emitidos por la República, el Sitme.

El resultado fue un alza importante de la deuda y la salida de divisas continuó hasta sumar $150 millardos en 10 años, gracias a la emisión de bonos y sobrefacturación de importaciones.

POLÍTICA ENERGÉTICA

Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo. Con tal riqueza de recursos, el país acumula más de 15 años con los precios de la gasolina congelados, y con altos subsidios en las tarifas eléctricas, de gas y en general de los combustibles. Si bien se ha intentado el desarrollo de las hidroeléctricas, de las termoeléctricas a base de gas y diesel, y los parques eólicos; el sistema eléctrico tiene una alta dependencia de la energía generada en Guri, de la quema de combustibles líquidos, y de la importación de gas. Aunado a esta alta demanda, la producción petrolera se ha estancado al preferirse una política de altos precios. Asimismo el deterioro del circuito refinador ha conducido a una estrechez en la disponibilidad de combustibles, que afecta al mercado interno así como a las exportaciones petroleras. Esas dificultades, además, han llevado a importar combustible.

POLÍTICA PRODUCTIVA

Una de las promesas con las que Hugo Chávez arribó al poder fue la de diversificar la economía. Los primeros años de su gestión estuvieron orientados a sustituir las importaciones con la producción local y se instrumentaron planes en esa dirección.

En la medida que el modelo económico derivó en la implantación del esquema socialista, las acciones se enfocaron en ampliar el poder estatal en la economía.

El denominado "Modelo Productivo Socialista", esbozado en el primer plan socialista buscó disminuir el rol del sector privado en favor de las "empresas de economía social". En la práctica esto se tradujo en un riguroso esquema de controles que limitó la acción de los privados y una ola de expropiaciones en diversos sectores económicos.

En materia agrícola ocurrió algo similar. El Gobierno encabezó una lucha contra el latifundio exitosa en el "rescate" de tierras, pero no tan airosa en la producción.

POLÍTICA FISCAL

Hugo Chávez al inicio de su gestión de Gobierno consideraba que la política fiscal tenía que centrarse en una mayor eficiencia y calidad del gasto. Planteaba que en el financiamiento del presupuesto las rentas internas tenían que superar al ingreso petrolero y que era necesario fijar límites al endeudamiento. Se consideraba que había que ahorrar parte del aporte petrolero para las etapas de crisis. El equilibrio fiscal era fundamental.

Pero en 2004 la política fiscal dio un giro. Gracias al boom de precios del petróleo el Gobierno comenzó una fase de expansión del gasto público. En ese contexto de mayor volumen de ingresos petroleros, aumentó el nivel endeudamiento, y adicionalmente estructuró un presupuesto paralelo, de poca transparencia, que ha llegado a manejar más de $220 millardos. El gasto público, además se convirtió en un vehículo para aumentar la participación del Estado en la actividad económica.