Vecinos de Paraparal empiezan a levantar sus casas otra vez

El Aragueño
04-01-2013

Los vecinos regresaron a las casas que se mantienen en pie y muchos de ellos esperan que las medidas que está tomando el gobierno municipal en articulación con entes regionales y nacionales sea la solución para permanecer en sus viviendas

Eilyn C. Torres
eilyn.torres@elaragueno.com.ve

Al menos unas 20 familias de la Manzana D, de Paraparal, en el municipio Francisco Linares Alcántara (FLA), volvieron a sus casas durante los primeros días de diciembre, luego de la construcción del dique y de que empezara el funcionamiento de las bombas de achique que disminuyeron la crecida.

Los vecinos regresaron a las casas que se mantienen en pie y muchos de ellos esperan que las medidas que está tomando el gobierno municipal, en articulación con entes regionales y nacionales, sea la solución para permanecer en sus viviendas.

Algunos, como Carla Chirinos, quien regresó a su casa el 5 de diciembre, destacan que en la zona todo está tranquilo, los servicios funcionan correctamente y se sienten seguros en el lugar. Dijo que no saldrán a menos que el lago represente un verdadero peligro para los familiares.

La vecina aseguró que en el momento de la contingencia muchos fueron presionados para que demolieran sus viviendas porque la orden era desalojarlos a todos; no obstante, Chirinos afirma que nunca se supo de donde vino esa orden y ahora una gran cantidad de personas permanecen refugiadas a la espera de su casa digna.

“Varios de los vecinos pelearon sus casas con todo anegado, hoy que está seco lo hacemos con más ganas, la alcaldesa nos dijo que en esta área se plantea una zona turística, pero nosotros podemos participar en esos planes también”,dijo.

A la espera

Quienes se mantienen en Paraparal o los que regresaron a sus casas posterior a las demoliciones, están esperando que se defina la situación de los refugiados y se tome una decisión.

Dijeron que acatarán una orden de desalojo en caso de que la llegada del lago sea irreversible o de que la situación genere peligro para los habitantes de la zona. Algunos consideran incluso que sus casas ameritan una evaluación por parte de expertos que le atribuyan un valor acorde a las comodidades y el tamaño de la vivienda.

Más seguros

Otros moradores como Yuraima Rivero, también de la manzana D, aseguran que en la zona se sienten más seguros que en los refugios, donde ya se han presentado algunos problemas con la convivencia entre las personas.

“En mi casa hay cuatro baños y cada quien tiene su cuarto, aquí nunca se nos metió el agua y estamos más cómodos, si el Gobierno considera que tenemos que irnos deberían valorizar nuestras viviendas con un perito y no darnos un apartamento mínimo de dos habitaciones para una familia de seis personas”, destacó.

Piden arreglo

Carla Chirinos: “No se ha tomado una decisión definitiva de lo que ocurrirá con nosotros, yo regresé a mi casa, si nos dicen que hay que irnos, salimos, pero lo justo es que nos cambien casa por casa como a los de otros urbanismos”.

Ángel Montoya: “Cuando hubo la etapa de prevención en noviembre, mi familia se fue, pero yo me quedé cuidando la casa, apenas colocaron las bombas de achique el agua empezó a bajar, nos regresamos todos y aquí nos quedamos”.