Eje Este: Incendios forestales amenazan diariamente la ARC

REINALDO OTAIZA | el siglo
fotos | LUIS SÁNCHEZ

El fuego casi alcanza a varios vehículos

A pesar de la ardua actuación de los apagafuegos del Cuerpo de Bomberos, adscritos a las estaciones de La Victoria y Las Tejerías, los incontrolables incendios forestales continúan registrándose a diario en las áreas que se encuentran en sequía ante la llegada del verano, situación que con facilidad se percibe en los municipios Ribas, Bolívar, Revenga, Santos Michelena, amenazando ese cordón de la Autopista Regional del Centro.

A diario la principal arteria del centro del país es escenario de estos acontecimientos, en vista que está rodeada de espacios que más allá de conformar el medio ambiente se encuentran en total abandono, y a esto se une el calor y la inclemencia de los rayos del sol.

Además de las atenciones que ofrecen los voluntarios y funcionarios del Cuerpo de Bomberos, el comandante de esta institución en Ribas, William Manrique, mencionó que combatir los incendios que se forman en la ARC también es competencia de los apagafuegos de Aragua, debido a que estas quemas naturales suelen ocasionar espesas humaredas que muchas veces afectan la visibilidad de los conductores que se desplazan por esta arteria vial.

Manrique ejemplificó que hace apenas tres días, hubo una llamarada de gran tamaño en el Km 92, sentido Caracas-Valencia la cual alcanzó una gandola que se encontraba estacionada en el canal del hombrillo. Por fortuna el incidente no ocasionó pérdidas humanas, pero sí generó daños materiales, ya que el transporte de carga pesada quedó consumido en su totalidad.

Ayer en la mañana una situación similar se suscitó a la altura de los kilómetros 66 y 67, sentido Valencia-Caracas, donde se vieron involucrados varios vehículos (tanto de carga como particulares), los cuales tuvieron que ser movilizados para evitar que el fuego que se formó en cuestión de minutos alcanzara las unidades.

Este escenario se tornó tenso por un buen rato, mientras se esperaba la llegada de los efectivos bomberiles de Las Tejerías, para que con su respectiva unidad combatieran las llamaradas que aumentaban con la ayuda de la brisa, ante la mirada atónita de quienes circulaban para ese momento por la referida vía.