En Vargas, el gobernador y candidato a la reelección, Jorge Luis García Carneiro se debatirá el timón de la entidad con el candidato opositor y abanderado de la MUD, José Manuel Olivares, quien asegura que los varguenses merecen un cambio
DAYIMAR AYALA ALTUVE / MARISELA CASTILLO APITZ
Este joven nació y se crió en Vargas. Él, al igual que miles de varguenses, quedó damnificado en 1999. A los 14 años, José Manuel Olivares se vio en la calle y sin hogar cuando su urbanización quedó tapiada luego del deslave. Un episodio que lo motivó a dedicar su vida a la salud y política como método de transformación de la sociedad. No solo forma parte de la plantilla de socorristas de la Cruz Roja Venezolana, sino que se graduó en la UCV como médico cirujano en los seis años reglamentarios de la carrera. De 82 egresados de su promoción quedó de número 20.
Según el propio Olivares "el éxito es mucho más que el dinero y un buen cargo profesional". Se define como un hombre hogareño que disfruta de la compañía de sus padres y su novia, que reportera de Venevisión. Olivares tiene más de un año de relación y cuenta que la conoció trabajando.
Para él uno de sus grandes retos es combinar su agenda con la de su pareja "porque los dos siempre estamos muy ocupados". Aún así, Olivares dice que "siempre hay tiempo de un mensajito o una llamada telefónica" para ella.
Aunque la medicina y la política le absorben la mayor parte del tiempo, uno de sus mayores fanatismos es la lealtad "a muerte" a los Tiburones de La Guaira. Olivares no gasta dinero en joyas ni en ropa porque prefiere utilizar sus ahorros en viajar. Admite que tiene debilidad por la tecnología y por todo lo relacionado con productos Apple.
La música también la disfruta, pero solo la salsa y el merengue. Odia la electrónica. Lo de él es solo "la pachanga", lo divertido y lo bailable. Con la comida es excéntrico: no le gusta el plátano "y mucho menos las tajadas con queso y mantequilla", algo a lo que cualquier venezolano pudiera sorprender. Tampoco pasa las aceitunas y las alcaparras; y se las saca a las hallacas ahora que se acerca Navidad.
En cuanto a sus ingresos económicos asegura que no ha dejado de ejercer la medicina y de eso vive. Sigue haciendo guardias y atendiendo a sus pacientes en dos clínicas en Vargas y en una casa de salud regional.
GARCÍA CARNEIRO
Jorge Luis García Carneiro es gobernador de Vargas desde 2008 y va por su primera reelección en el estado. Nació en Caracas hace 60 años y se crió en la parroquia El Valle.
Egresó de la Academia Militar de Venezuela hace 37 años, en la misma promoción que el presidente Hugo Chávez. Allí fue que se conocieron. Tiene una maestría en Seguridad y Defensa Nacional y varios cursos de paracaidismo e infantería.
Tomó notoriedad durante los sucesos del 11 de abril de 2002 cuando comandaba el batallón Ayala en Fuerte Tiuna. Se le vio sentado junto a los militares "golpistas", y luego alzarse contra ellos dando un airado discurso en defensa del Gobierno a las puertas de la instalación militar en El Valle.
A raíz de eso, fue nombrado comandante del Ejército y luego ministro de Defensa, también estuvo en el despacho de Participación y Protección Social, donde se enorgulleció de que los militares sirvieran al pueblo vendiendo pollos de la red Mercal.
Durante su primera campaña para la gobernación de Vargas se le consultó sobre el futuro de Carmen de Uria (la localidad arrasada en el deslave de 1999), a lo que contestó que esa "señora, también tendrá su casa como todos los varguenses", mostrando su desconocimiento sobre la geografía de la entidad.
Quienes conocen a la ficha del chavismo en Vargas lo califican como una persona poco ostentosa, estricto, muy sencillo, que incluso raya en lo folclórico.
Es casado y tiene cinco hijos, con los que comparte buena parte del tiempo que tiene libre. "Es un hombre muy familiar y no le gusta el protagonismo, inspecciona las obras en horas de la noche para no llamar la atención", se pudo conocer.
Trascendió que el gobernador y candidato a la reelección suele trotar por las mañana y que cuida mucho su alimentación.
Un allegado señaló que "le gustan los palos como a todos los venezolanos, la música y las chicas lindas".
Es una persona desconfiada. Su equipo de trabajo lo acompaña desde que era general de Brigada y cree en los grupos de lealtad, por eso se ha mantenido tantos años junto a Chávez. Es de los pocos chavistas que no usa la palabra revolución, pues cree más en el humanismo.
Se pudo conocer que García Carneiro era de religión católica, pero recientemente se ha visto influenciado por el cristianismo evangélico y asiste a actividades de esa religión.
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