Resistir y reflexionar

Tal Cual

En las regionales a pesar de lo reciente de la victoria de Chávez y de que su condición de Portaviones pueda estar repotenciada hay posibilidades de mantener los espacios alcanzados, ganar algunos y avanzar en otros

GONZALO GONZÁLEZ

Después de una derrota política, cuando se defienden principios sacrosantos como la libertad, la justicia y los reales intereses nacionales están en juego y se dispone de un capital político de la magnitud del casi 45% de los votos del pueblo hay mucho por hacer, hay juego todavía.

Para los demócratas es momento de resistir, de perseverar. Es cierto que las condiciones serán más duras por la vocación dictatorial del régimen, pero quienes aspiramos a un país libre, próspero y seguro no debemos rendirnos. El hecho de que el chavismo haya tenido que recurrir a la corrupción política, al miedo, a la intimidación, a la compra de conciencias, al uso descarado y sin cortapisas de los recursos del Estado demuestra que en el fondo tiene una debilidad intrínseca.

El hecho cierto de que no le bastaba con la innegable raigambre popular de Chávez y las supuestas bondades de su gestión de gobierno para ganar limpiamente es ilustrativo.El movimiento democrático tiene la obligación histórica y existencial de ratificar su vocación de poder y para ello prepararse para afrontar con decisión y coraje las elecciones regionales y convertirlas en otro round más de la lucha en contra de las fuerzas regresivas hoy circunstancialmente victoriosas.

En las regionales a pesar de lo reciente de la victoria de Chávez y de que su condición de Portaviones pueda estar repotenciada hay posibilidades de mantener los espacios alcanzados, ganar algunos y avanzar en otros. Mantener la unidad de las fuerzas democráticas y de la MUD como instancia coordinadora e instrumento de concertación, así como fortalecer los partidos democráticos son requisitos vitales para concurrir con posibilidades en diciembre y resistir la intención del régimen de cerrar las ventanas de la libertad y disminuir más los derechos políticos, humanos y sociales en Venezuela.

La dirección democrática tiene una gran responsabilidad, debe empezar por combatir con éxito el comprensible desaliento existente y el discurso abstencionista estimulado por el régimen y alentado por los irresponsables de siempre, así como exigir con fuerza al CNE el respeto a las reglas de juego. Respetando el carácter regional de los comicios venideros es pertinente diseñar una campaña paraguas centrada en la necesidad de una amplia participación ciudadana y en la defensa de la Descentralización y el Autogobierno de los estados.

Sin comprometer la acción debe convocarse a reflexionar sobre lo ocurrido el 7 de octubre, sus causas, consecuencias y a resolver el qué hacer para dejar atrás estas aciagas circunstancias.