Ter Horst considera que un resultado cerrado en las elecciones llevaría al debilitamiento del chavismo ENIO PERDOMO
REYES THEIS | EL UNIVERSAL
sábado 6 de octubre de 2012 12:00 AM
Enrique Ter Horst es un diplomático venezolano que se desempeñó como jefe de la misión de paz de la ONU en El Salvador (1994-95) y ejerció las mismas funciones en Haití (1996-97). Publicó recientemente el libro "En caso de Incendio..." donde plantea los elementos para la transición pacífica en Venezuela. Sobre este tema conversó con El Universal.
-¿Qué riesgos estamos corriendo ante un posible cambio al modelo político?
-Sabemos que hay la intención de la implementación de un gobierno totalitario y no es algo que se pueda decir alegremente, hay una prueba escrita que es la reforma constitucional que fue rechazada por el pueblo en 2007. Este tipo de proyecto tiende a eternizarse en el poder y no digo que sea el caso de este Gobierno, porque está ubicado en una región poblada por gobiernos democráticos que tienen un andamiaje legal y protegen los derechos humanos y la democracia representativa. Vivimos además en un mundo de información en tiempo real y ese tipo de estrategia, como la que se produjo en Europea Oriental después de la segunda guerra mundial, no es reproducible hoy en Venezuela. Eso explica porqué en estos 14 años que lleva el Gobierno en el poder no ha logrado imponer su proyecto. Seguimos disfrutando de libertad de información y de libertad de expresión y eso es un dique de contención muy importante.
-¿Qué está en juego en los comicios?
-Estamos ante una encrucijada que pudiera ser crucial, en el sentido que lentamente se ha ido avanzado a través de leyes habilitantes que son inconstitucionales, hacia un sistema de economía centralizada, planificada y un sistema territorial que pretende abolir las gobernaciones y alcaldías, que son la formas consagradas en la Constitución. El Presidente ha ido empujando con paciencia y dosificando muy hábilmente su proyecto, pero sabemos que muchas de sus ideas se mantienen en suspenso y no se han aplicado por buenas razones, porque el país está dividido en dos mitades y cada vez que el Presidente ha avanzado en la política de imposición del modelo, el país que no comparte su proyecto le ha puesto la mano en el pecho y le ha dicho "No". Esa mitad del país que se ha ido oponiendo cada vez en números mayores y con mayor intensidad, ha comprendido lo que está en juego y tiene hoy en día las mayores posibilidades de ganar estas elecciones y de construir el camino del regreso a la plena vigencia de la Constitución.
-¿Cómo cree reaccionaría el chavismo si la oposición gana las elecciones?
-Eso es cuestión de especulación. El Presidente hasta ahora ha ido avanzando con una doctrina militar que se conoce como proyección de fuerzas, pero raras veces ha usado la fuerza de manera indiscriminada, si es que la ha usado. La represión ha sido selectiva, muy puntal. El Gobierno ha logrado imponer el miedo en ciertas situaciones, pero no ha logrado tener una situación de miedo constante, siempre han surgido una situación en que el miedo ha desaparecido.
-Ante un ambiente polarizado siempre ha existido el temor de una gran confrontación. ¿Cómo Venezuela puede transitar en paz este campo minado?
-El campo minado existe como expresión de esa política de proyección de fuerzas. En campaña electoral se dicen muchas cosas. Lo que dice el Presidente es que en caso de ganar la oposición aplicaría una política de corte neoliberal que provocaría una sublevación de la gente que podría terminar en una guerra civil, me parece que eso hay tomarlo como expresión de una campaña electoral. Creo que una guerra civil en Venezuela no es posible. Hay suficientes elementos institucionales dentro de la Fuerza Armada para no caer en ese juego. En segundo lugar, después de 13 años, este es un Gobierno con una maquinaria política agotada. Tratar de llevar eso a la práctica equivaldría al derrumbe del PSUV, se volverían ellos solos polvo cósmico, como dice el Presidente y tendrían un proceso de desintegración muy rápido, de modo que hay que tomarlo solo como forma desesperada de infundir miedo en el elector.
-¿Cómo cree que sería el proceso de transición?
-Creo que la transición se va llevar a cabo en paz, con contratiempos, con altibajos, pero si el Presidente puede mantener unido a su movimiento, creo que al final va a tener que reconocer la decisión del pueblo. De no hacerlo provocaría un aislamiento y un impacto en la comunidad del hemisferio que reaccionaría de manera airada en contra de la violación de los derechos humanos y de la Constitución.
-¿Qué elementos considera necesario para sentar las bases del diálogo en un proceso de transición, sobre todo si los resultados tienen un final cerrado?
-Creo que un resultado cerrado, incluso dando como ganador al presidente Chávez, llevaría al debilitamiento del Gobierno y de su estructura política. Está el hecho que la oposición hoy no tiene nada que ver con la de hace 10 años. Es una oposición fuerte y que excluye la imposición del proyecto revolucionario. El Presidente ha dicho que en caso de ganar hay que reconciliar a los venezolanos. Aunque fue él quien provocó la polarización y su palabra está devaluada hay que tomársela, porque el único camino en el que nos podemos reconciliar es el de la plena vigencia de la Constitución. En caso que gane Capriles, aunque sea por poco margen, se garantiza la plena vigencia de la Constitución de manera muy rápida.
rtheis@eluniversal.com
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