El lago acabó con zona productora del callejón Las Vegas en La Cabrera

NOHANNA MORILLO | el siglo
fotos | FAUSTINO PÉREZ

El lago se traga zonas agrícolas de La Cabrera

Desasistidas se sienten las familias que residen en el callejón Las Vegas de La Cabrera y productores de la zona, ya que el lago ha cubierto cada vez más espacios, sin que tal afectación sea atendida por los entes gubernamentales.

Los habitantes de este sector aragüeño coincidieron en señalar que el crecimiento de la cuenca ha sido vertiginoso, en especial este 2012 cuando por las labores del levantamiento del muro de La Punta se ha producido un efecto colateral, pues el agua avanza entonces más rápido hacia esta zona fronteriza con el estado Carabobo.

Esta zona anteriormente era productiva siendo el sustento de varias familias que vivían de la producción de frutas y hortalizas, sin embargo, hectáreas de terrenos han sido cubiertas por aguas del lago de Valencia y la producción ha cesado.

Aunado a esto, la falla de los servicios hace que las familias vivan en condiciones precarias. María Andrade, comentó que las cloacas están completamente colapsadas, llevan un par de años sin poder utilizar los baños porque si lo hacen todas las aguas sucias se desbordan por la casa.

Comentó que su familia se ganaba la vida vendiendo cebolla, pimentón, y otras verduras, que ellos cultivaban, ahora el lago acabó con los 1.100 metros que tenía para esas siembras. En este momento les toca sobrevivir con el salario de su hijo que está empleado en una empresa. También les ha tocado vender algunas de las maquinarias que utilizaban porque no han podido trabajar más la tierra y deben cubrir sus gastos.

Según se pudo conocer, en el callejón había 12 parcelas, para un total de 22 familias, (entre productoras y no productoras). Actualmente quedan habitadas cuatro parcelas, el resto de las personas ha tenido que alquilar o irse a otro lado porque no podían seguir viviendo en esas condiciones, con el lago a las puertas de sus casas o dentro de las mismas, la putrefacción del agua y la proliferación de animales.

María Dina de Pereira, señaló que el agua del lago ya está en la casa de su hija donde reside con tres niños, y otros tres adultos. La cocina, presenta severas filtraciones al igual que la sala y uno de los cuartos, razón por la cual la situación ya es insostenible y esperan que las autoridades atiendan los casos oportunamente. “Deben ser concientes de las necesidades que hay y la atención que nos deben dar, porque irnos a refugio o un apartamento es difícil. Ya mi hija tiene más de 30 años en esta casa, no son 30 días, eso lo deben tomar en cuenta”, dijo Dina de Pereira.

Hay que resaltar el daño que han tenido no solo los propietarios de la tierra, sino también los empleados que por muchos años trabajaron la tierra y ahora deben subsistir con lo poco que les queda.

Julio Yépez, comentó que tiene 15 años trabando en la finca El Portón del Abuelo, “pero ya de 40 hectáreas donde se cosechaban aguacates y limones, quedan menos de 20 matas”, dijo, lo cual evidentemente ha minimizado sus ingresos.

Señaló que hasta su condición de vida ha decaído porque la casa donde vivía con otros trabajadores “se la tragó” el lago, por ello improvisaron un rancho en el poco terreno firme que queda; se redujo el número de trabajadores de 3 a 2, pues ya la producción no daba para asegurarles el pago a los tres.

Las familias que aún residen en el sector extienden un llamado a las autoridades del estado para que los incluyan como afectados, ya que también requieren atención a sus necesidades.