Yugo rojo-rojito

Tal Cual

Los empleados de la administración pública han sido utilizados para provecho del PSUV y no gozan de buenos beneficios laborales, los han acosado intimidándolos con el despido de aquellos funcionarios que no voten por el Presidente

ARIANA GONCALVES BRITO

"Los servidores públicos en Venezuela han sido utilizados por el Ejecutivo para su provecho, no gozan de buenos beneficios laborales, y sus contrataciones colectivas son extemporáneas. Lo peor del caso es que el Gobierno los utiliza, obligándolos a marchar y a ingresar como militantes del PSUV pues si no lo hacen son removidos de sus cargos".

Así opina el coordinador nacional de trabajadores por la democracia social de Un Nuevo Tiempo y miembro del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, Salario y Sindicato (Fadess), Pablo Castro, quien recordó que "en el sector público hay más de 350 contrataciones vencidas y las que se han discutido fueron acordadas a espaldas de los trabajadores, como es el caso de la convención colectiva petrolera, y en otras se irrespetan las cláusulas expuestas en la normativa".

Resaltó que el Gobierno no respeta las leyes, pues en la administración pública despiden injustamente a los trabajadores, como ha ocurrido con personal en estado de gravidez. "Hasta quienes padecen enfermedades terminales han sido removidos de sus cargos y sin ser reenganchados porque este es un país en el cual el Gobierno pasa por encima de las normativas y la Inspectoría de Trabajo no da ningún tipo de dictamen a las demandas laborales que vengan del sector público".

Asegura que los servidores públicos no perciben el salario integral como debe ser, y les pagan con bonos que no inciden en las prestaciones sociales ni en el pago de las utilidades y vacaciones.

Añadió que "el Ejecutivo alardea muchísimo de que en la administración pública han ingresado 1.000.000 de trabajadores, pero hay que ver en qué condiciones se encuentran esos empleados, pues la mayoría son contratados y la otra parte tercerizados, algunos ni perciben el salario mínimo".

Por otra parte, Castró comentó que durante 14 años el gobierno nacional ha infundido miedo en los empleados públicos, diciéndoles que si no van a concentraciones o no se ponen una franela roja rojita serán removidos de sus cargos.

Lo peor del caso ­precisó­ es que les dicen que si no sufragan por el Presidente de la República en las elecciones su voto será descubierto y perderán el empleo. "Alegato que es mentira, pues el sufragio es secreto y con Capriles Radonski se fortalecerán los beneficios laborales y pagarán las deudas que el gobierno de Chávez ha causado".

Castro añadió que cuando a un empleado se le obliga a inscribirse para asistir a un acto de proselitismo político se viola la Carta Magna y el derecho personal de cada trabajador en su propia decisión.

"El empleado sólo le tiene que servir a la nación y no está atado a ninguna parcialidad política, pues en una sociedad democrática cada quién es libre de elegir. Por ello cuando se les obliga a que vayan a una marcha o ponerse una gorra los empleados pudieran sentirse humillados".

Aseguró que este 7 de octubre el empleado público tiene en sus manos el poder de cambiar su destino para mejorar como trabajador "tener un salario justo y quitarse el yugo que ha tenido durante 14 años pues es hora de que se rompan las cadenas". Considera que "al salir de está pesadilla se tiene que retomar el papel de devolverle la dignidad y los beneficios laborales a los empleados para reconstruir un mejor país. En cuanto a las misiones, Capriles Radonski las va reafirmar y mejorar".

PASAN LAS DE CAÍN

"350 contrataciones colectivas están vencidas desde que comenzó este Gobierno. Cuando se discuten es a espaldas de los trabajadores y no se cumplen las cláusulas expuestas", resaltó Pablo Castro, coordinador nacional de trabajadores por la democracia social de Un Nuevo Tiempo.