¿Qué pasa en las redes?: #Amuay a velocidad red

Tal Cual

Algún día dejará de ser noticia que algo se supo antes por redes sociales que por otra plataforma. Con observadores ciudadanos en cada vez más puntos del país, herramientas como Twitter pasan a ser un sismógrafo humano. Está activo las 24 horas para detectar algún movimiento en la opinión pública.

La explosión de Amuay se supo de inmediato en redes a la 1 am. La primera declaración oficial apareció en VTV después de las 3 am, luego hubo otra a las 5 pm. Ya de día anunciaron un pase informativo para las 8:30 am mientras transmitían un documental de animalitos. La gente que se despertó temprano el sábado se perdió todo esto y apenas se enteraba. Cuando Globovisión hizo su reportaje ya contaba con decenas de fotografías tomadas y subidas a la red de manera espontánea. Fue tanta la presión que VTV tuvo que hacer avances y adelantar su transmisión mañanera. A esa hora ya la gente tejía hipótesis, repartía culpas, se indignaba, se organizaba y se peleaba. Todo a la vez. Las redes sociales son vivencias individuales que se comparten en colectivo, así que será caótica la información mezclada con su editorialización, lo objetivo y los pareceres personales. Lamentablemente, debido a la polarización, no tuvimos dolor por consenso.

El presidente Chávez dio la cara en cámara 38 horas después de la explosión, sin explicar qué hizo durante todo el día sábado y el domingo hasta las 3pm. Las redes no esperan, por eso se les condena.