Ya no es el presidente todopoderoso que fue, ahora tiene limitaciones, y para colmo de males es pavoso; poco ha poco se ha ido disolviendo la asimilación del jefe con el pueblo
PAULA VÁSQUEZ
Es una construcción que ha sido eficaz en estos quince años: mantener separados sectores antagonistas, desconociendo los lazos orgánicos entre ellos, como si no hubiera otra sociedad que la que el estado populista decide que exista. El carisma de Chávez no es un elemento decorativo, es su medio para hacer posible su fusión con el pueblo.
Y esa fusión es la que se está fisurando progresivamente, esa aleación es la que se esta agrietando, oxidando. Ya no es el presidente todopoderoso que fue, ahora tiene limitaciones, y para colmo de males es pavoso; poco ha poco se ha ido disolviendo la asimilación del jefe con el pueblo.
Dice Daniel Pecaut que el populismo no es totalitarismo porque la regulación del Estado en el populismo no es total. El sueño de Chávez es hacer de su populismo un totalitarismo pero no lo ha logrado, no ha podido penetrar en todos los espacios de la sociedad para institucionalizarse. Ese ha sido su esfuerzo constante, hacer de su régimen ambivalente un régimen único, institucionalizado.
2. Existe un lugar común entre algunos académicos que apoyan el régimen de Chávezal caracterizar a "Punto Fijo" como un "régimen de tipo corporatista". Qué disparates se pueden decir en las ciencias sociales.
"Punto Fijo" fue ciertamente clientelista, pero corporatista no. Como dice Elizabeth Burgos, el populismo de AcciónDemocrática fue "instrumental y discreto" y no hubo de ninguna manera en Venezuela un proyecto de institucionalizar privilegios indebidos en las relaciones entre empleados y dueños de empresas, como sería el caso de una "corporación" o una "guild". El corporatismo tiene expresiones jurídicas y económicas ausentes en la historia venezolana. La impunidad conceptual sigue rampante.


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