fotos | ELADIO TORRES
Señala la dama que el kiosco en cuestión le servía para conseguir el sustento para sus tres hijos con la venta de chucherías, CD, y alquiler de teléfonos, pero el pasado sábado un grupo de personas -según aseguró- se lo retiró violentamente del lugar donde lo tenía instalado desde hace más de cuatro años.
“Me dijeron que yo no necesitaba el kiosco porque según ellos tengo dinero, y que además necesitaban despejar el lugar para desarrollar un proyecto de mejoras al sistema de alumbrado. Ya eso lo habíamos discutido en la Alcaldía de Zamora el pasado 23 de agosto, pero se pusieron intransigentes y no pudimos llegar a un acuerdo conciliatorio”.
La voz de los vecinos
En el sitio un grupo de integrantes del consejo comunal, entre ellos María Ramos, Sonia Toro y María Mota, aseguraron que el kiosco no se lo tumbaron, sino que lo movieron del sitio donde estaba para despejar el espacio. “Nuestro propósito es el beneficio para toda la comunidad, pero ella obstinadamente se empeñó en que no había razón para quitarla de allí, rechazando las propuestas que le hicimos para ubicarla en otro lugar. El kiosco está a la vista, y cuando lo movimos levantamos un acta de su condición y cuanto contenía, documento que le entregamos en ese momento”.
Aseguran también los vecinos que el kiosco tenía más de un año cerrado y que no estaba dando utilidad alguna. “Aquí en nuestro consejo comunal las decisiones se toman en asamblea, es decir, se impone la mayoría, y no es válido que una sola persona por un capricho quiera entorpecer un proyecto que nos va a beneficiar a todos. Valga decir también que esa señora no habita en nuestra comunidad, sino en una parcela agrícola que tiene su marido”.
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