El abogado penalista aseguró que "la creación del Ministerio de Servicios Pentenciarios, vendida desde el poder como la gran solución al problema, solo ha agravado la situación", y agregó que van 591 reclusos fallecidos en las cárceles venezolanas producto de la violencia en el transcurso de la gestión de Iris Varela, cifra muy superior a la correspondiente al mismo período inmediato anterior, cuando no existía el nuevo ente burocrático.
"El principal responsable de esta triste realidad ha sido el actual jefe de Estado, quien no ha colocado al frente del tema carcelario a personas capacitadas, sino a fichas políticas, demostrando así su falta de voluntad política para acabar con la violencia en el país", apuntó Izquiel.
En la MUD contabilizan desde 1999 más de 5.000 homicidios en los penales.
"El plan de `Humanización Penitenciaria’ implementado por el Ministerio de Interior en 2006 ha sido un rotundo fracaso. La casi totalidad de los privados de libertad permanecen sumidos en el ocio, sin posibilidades de trabajar, estudiar o de realizar actividades deportivas o culturales; los penales no han sido descentralizados y tampoco están dirigidos por penitenciaristas profesionales, como lo ordena la Constitución", indicó.
Izquiel reiteró que son los pranes los que "imponen las reglas". "La corrupción de algunos funcionarios ha traído como consecuencia que buena parte de los reos posean armas de fuego, arsenal que incluye también armas de guerra. Las drogas y el alcohol son una constante en las cárceles. El hacinamiento es gigantesco: 33 penales con capacidad para 15.000 reclusos albergan actualmente a cerca de 45.000" precisó el especialista.
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