Del 1 + 2 son 3, al 1 + 9 = 10

SILVIO ORTA CABRERA - Tal Cual

Finalizo julio satisfecho de haber convencido a diez nuevos votantes por Capriles Radonski. Esta faena comenzó el 12F, cuando él obtuvo 2 millones de votos en las Primarias de la Unidad, conducidas por la MUD. No voté por él, pero como el acuerdo era apoyar al ganador y se sacó entonces la cuenta de que "Si cada uno de los 3 millones que votamos suma dos nuevos votos, el 7-O seríamos unos 9 millones". Entonces me fajé.

Lo primero fue preguntarme dónde estaban esos votos. Descubrí que a mi alrededor. En mi propia familia, entre mis amigos, en la barbería y el café, entre los que compartimos en internet. Me hice un programita sencillo. De allí salieron los dos nuevos votos, así como los nuevos 9. De ellos, 2 votan por primera vez. Comentaban donde el barbero que en Cumaná no hallan "empleo que valga la pena", hablaban de lo único seguro, es decir de la inseguridad, y, con chispa cumanesa, soltaban: "Qué vaina tan buena. Los revolucionarios comecandela y prendecandela en la universidad, ahora son gobierno, forrados en plata, camionetota, casa nueva en la ciudad y tremenda quinta playera. ¡Boliburgueses, pues!".

Cuatro eran abstencionistas, pero cansados de no verle el guiso a la empanada uno afirma: "Estoy clarito. No yendo a votar, votaba por el que con la pendejada lleva 14 años embromándonos". Otro, un paisano, tecleó una respuesta final: "Hermano, La Victoria es una derrota. Esto da asco. No me equivocaré el 7-O". Los otros 3 son de los que dicen: "En el 98 el Comandante era la esperanza. Pero ya no me lo calo más".

Son como Carmen, ama de casa que llega a sus 60 justo el 7-O. Carmen vive en una de las urbanizaciones de la IV habitada por muchos de esa clase media impactada por Chávez.

Estalló hace poco: "¿Cómo es que con la millonada de dólares petroleros, haya tenido que trabajar demás el año pasado? Todos los días se iba la luz. Yo, como siempre, veía televisión por la noche y aprovechando el fresquito planchaba la ropa del marido y el muchacho, y, de repente, el apagón.

Hasta se me quemó la pantalla. Reclamé a Corpoelec y hasta el sol de hoy, nada.

Lo peor es que esa vaina vuelve. A cada rato la cortan. No, qué va, mijo.

Cuando lo vea se lo digo: Mira, Chávez, las calenteras que me has hecho coger con esos malditos apagones, me las vas a pagar el 7-O. Mi esperanza esta vez la pongo en Radonski y en lo del respeto a la propiedad, porque me preocupa que inventen otra lavativa y no podamos dejarle el apartamentico al muchacho".

En fin, diez votos nuevos. Y queda tiempo para dos más. Algo se está moviendo, o, reiterando lo de Alonso Moleiro: El 7-O la realidad les va a estallar en la cara a los chavistas.