Más de 10 impactos de bala tiene el punto de control de Polisucre en la plaza Miranda de la avenida Gallegos en los Dos Caminos. El criminólogo Javier Gorriño destacó que el acribillamiento de funcionarios genera un estatus entre los malandros, por lo que vecinos de Petare piden más seguridad para quienes los protegen
DANIEL PALACIOS YBARRA
"Manuel", cuya identidad solicitó ser protegida, admitió tener pánico de engrosar las estadísticas oficiales de funcionarios fallecidos por los recurrentes ataques para robarles sus armas de reglamento. También es uno de los que en ocasiones hace guardia en el punto de control permanente de Plaza Miranda, que este fin de semana fue acribillado por sujetos que hicieron fuego contra la estructura, impactándola hasta 10 veces.
"Manuel" explicó que, al igual que otro ciudadano, los policías "también somos blanco de los delincuentes, porque quieren nuestras armas, sea como sea. Y no solo les basta con obtenerlas, porque después disparan a matar", afirmó el Polisucre, cauteloso y sin explayarse en detalles.
El criminólogo Javier Gorriño observa que en esta circunstancia, donde solo en Caracas han fallecido al menos 61 funcionarios en lo que va de año, no es de extrañar que se admita tener miedo. Además de ser seres humanos, "los policías son el muro de contención entre el ciudadano y el delincuente. Ellos, conscientes de que los uniformados están formados para defenderse, les disparan para neutralizarlos y robarles finalmente su arma de reglamento".
JERARQUÍA Y PODER
Pero el problema es aún peor. Gorriño, abogado de la UCV, explicó que entre los delincuentes existe una jerarquía o "estatus que se gana cada vez que matan a un funcionario policial, como si se tratara de un currículo o el poder que pueden obtener entre ese círculo".
Como posibles móviles que justifiquen el atentado contra un módulo policial, subrayó que pueda existir alguna riña particular del funcionario de guardia o una reacción irracional de grupos delictivos para arremeter contra el organismo.
Consultado sobre cuán viable puede ser mantener o erradicar a los módulos para evitar casos como el de Plaza Miranda, Gorriño considera que la solución es atacar el problema de forma directa, aprehendiendo a "los responsables que están detrás de estos ataques".
De igual forma, "Manuel" pidió justicia y "una mejor coordinación para que esto no siga ocurriendo. De cualquier forma, no creo que sea necesario eliminar el punto de control", expuesto en la avenida Rómulo Gallegos con los vidrios rotos, productos de las detonaciones registradas la noche del pasado domingo.
Sobre la función social de Polisucre, el criminalista Fermín Mármol García destacó "la sinergia entre vecinos y policías en zonas populares como Petare, a través de mapas del delito" que registró la disminución del 30% de los homicidios en los 3 años recientes.
Idea expuesta por el jurista de la USM durante la presentación del programa Padrinos de Seguridad en agosto del año pasado. Después de varios intentos telefónicos, no fue posible establecer contacto con el comisario de Polisucre Manuel Furelos.La invitación sigue en pie.
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