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sábado, 28 de julio de 2012

LAS ESTATUAS CAMINAN

CLAUDIO NAZOA - Tal Cual

I-LO ILÓGICO En otros países, cuando alguien se queda tieso por una noticia, un chisme o un susto, se le dice: "Te quedaste como una estatua".

En Venezuela, y especialmente en Caracas, esa frase no se aplica porque aquí lo ilógico es lo lógico. Por ejemplo, en nuestro país, el hombrillo es el canal de circulación más rápido; una luz roja no significa "pare", significa: "¡Échale bolas que atrás viene un loco!"; entrar en un túnel es una arriesgada aventura, lo más seguro es que jamás salgamos de él con vida ya que aparte de que no tienen luz, están llenos de huecos, lagunas de aceite, carros accidentados a los lados y en lugar de ángeles al final del túnel, fácil podremos toparnos con jaurías salvajes de malandros prestos a asaltarnos. En un país así donde todo marcha al revés, no podemos pretender que las estatuas se queden quietas en el lugar donde originalmente fueron ubicadas.

Si usted viaja a Nueva York, jamás nadie le dirá que La Estatua de la Libertad se fue a San Francisco; si va a Egipto, le aseguro que la misteriosa esfinge de Gizeh, la que tiene cuerpo de león y cabeza humana, continuará ubicada a la derecha de la Gran Pirámide de Keops, a la izquierda de la de Kefrén y frente a las cámaras de Discovery Channel, lugar donde ha permanecido durante siglos sin que al gobierno de ese país se le dé por trasladarla.

II-LO INSÓLITO En Caracas nadie puede dar el nombre de una estatua como referencia para encontrar una dirección, porque lo más seguro es que un día cualquiera la muden de lugar.

­Las señoras gordotas de Plaza Venezuela: Estas señoras se bañaban desnudas en una fuente en donde actualmente se encuentra (espero que sea así) la fuente que ahora todos conocemos.

Resulta que un día, no recuerdo cuándo, nos encontramos con la novedad de que esas señoras gordotas agarraron sus macundales y se fueron a bañar al parque "Los Caobos", donde creo que todavía están. Me contaron además que en las noches, estas dotadas voluptuosidades de piedra, atracan a los transeúntes.

­La India del Paraíso: Esta famosa estatua estuvo ubicada toda la vida frente al Pedagógico de Caracas y el Liceo Aplicación en El Paraíso. Pues resulta que un día amaneció en la entrada de La Vega. Allí fue a parar con sus pajarotes y todo, me enteré además que "La India" se unió a los guerreros de La Vega y hasta el día de hoy anda martillando a todo el que pasa por allí.

­Henry Clay: La escultura de este político estadounidense, de principios del siglo XIX, vigiló durante años la placita anexa al Teatro Nacional. En esa zona lo asaltaron tanto que se fue... pero creo que lo hizo del país. Nunca más nadie supo nada de él, y en su lugar colocaron una escultura feísima de la artista plástica Marisol, de un héroe que nadie sabe quién es ni qué hizo ni de dónde salió, porque los malandros robaron la plaquita explicativa que revelaba lo que hoy se ha transformado en un entrañable misterio.

­Carlos Gardel y Aquiles Nazoa en Caño Amarillo: El morocho del abasto tenía una estatua bellísima, fíjense la vaina, hecha casualmente por Marisol. Junto a Gardel había un perro y dos músicos, al poco tiempo, estos tres personajes se "fueron" abandonando la estatua del cantante. Ahora Gardel mira con tristeza como indigentes destruyen (a la vista de todos y ante la indiferencia de las autoridades) una escultura en homenaje al poeta Aquiles Nazoa, que no ha caminado pero tiene ganas, creada por la artista Collette Delozanne.

­El Cervantes de la avenida Urdaneta: El busto del autor del Quijote siempre estuvo en la Av. Urdaneta cruce con la Avenida Fuerzas Armadas ¡No había forma de que los malandros dejarán de fracturar la punta de la nariz aguileña del creador del ingenioso hidalgo! Pero la batalla final se libró cuando el busto de Saavedra, en lugar de ir a la Biblioteca Nacional (como le correspondería a un intelectual de su categoría), se dirigió e instaló en la Av. Baralt, en la puerta del Mercado de Quinta Crespo donde lo han visto trabajar como buhonero.

­Monumento al Inmigrante: originalmente estaba en Plaza Venezuela, luego en la Cota Mil y ahora está al lado de lo que algún día fue el Peaje de lo que algún día fue La Guaira. Dicen que este monumento está esperando en una Onidex paralela un pasaporte para nuevamente emigrar.

­Madre con hijos en Las Mercedes: Estaban al final de Las Mercedes, frente al Hotel Tamanaco... ahora, la madre, debe estar pariendo más niños y los niños teniendo más hermanos, porque nadie sabe dónde fue a parar esta singular familia.

­El Colón del Paseo Colón: Esta escultura extrañamente permaneció en su sitio durante muchos años, hasta que una horda de malandros fascistas con camisas rojas decidieron tumbarlo y desaparecerlo junto a su barco que lo había dejado anclado en el Parque del Este.

Aunque parezca increíble, hace poco salió un revolucionario diciendo que a la estatua de Colón deberían llevarla a la Cárcel de La Planta para encerrarlo por lo que supuestamente le hizo a los indios en 1492...

¡Ojalá la lleven! Para que más temprano que tarde, se encuentre con quienes deberían pagar, hoy en el 2012, por lo que están haciendo con los indios venezolanos, quienes pululan sin rumbo por todas partes, muertos de hambre y de enfermedades.

­María Lionza: Lo de esta dama fue increíble, la arrancaron de su pedestal y la mandaron a estudiar a la Universidad Central de Venezuela, donde aún se encuentra.

Al parecer le están poniendo silicona.

En el sitio donde originalmente estaba ahora hay una impostora que por más que le recen no hace milagros.

III-EL FUTURO
Ojalá y las estatuas del Libertador Simón Bolívar, de todas las Plazas Bolívar de Venezuela, bajaran algún día para que, haciendo justicia, alguien pague por tanta maldad que nos rodea.

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