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lunes, 4 de junio de 2012

La capacidad distributiva del capitalismo

Se le objeta al sistema que aunque produce riqueza no tiene una eficiente práctica en su distribución. Hay una "revolución" en los precios si comparamos lo que costaba algo hace pocos años y lo que cuesta hoy 

MAXIM ROSS 
Especial para Tal Cual 


Pongo a la consideración de mis lectores un tema que no tiene que ver directamente con Venezuela, pero que ofrece un punto de vista, si se quiere heterodoxo, sobre uno de los aspectos que más se discute en la economía política, ese que tiene que ver con la generación y la distribución de la riqueza, el cual a su vez se traslada al área social con aquello de la equidad y la igualdad.

Decía que no tiene que ver con Venezuela en un sentido figurado por cuanto no me ocupo de un tema específico nuestro, pero sabemos que está en el medio de la política económica que se ha aplicado en los últimos años y que puede ser mantenido como solución a los temas de igualdad social.

LA DISCUSIÓN 

En general se afirma y no se discute que el sistema de mercado o sistema capitalista es el más eficiente en su capacidad para generar riqueza, pero se le objeta que, por lo contrario, tiene una altísima potencialidad no distributiva y que, por consecuencia, es necesario, si no indispensable que un agente de orden institucional y político, el Estado, llene esa insuficiencia y asuma la responsabilidad distributiva. Ese, en esencia, es el planteamiento que ha justificado, casi desde los orígenes de la ciencia económica, la presencia "económica" de los Estados modernos.

Mi punto de vista, en estas breves notas es que, si bien los mercados, que son el mecanismo de funcionamiento por excelencia del capitalismo, no tienen explícitos medios distributivos, a la vez, aportan comportamientos en esa dirección que, quizás, no han sido debidamente considerados. Examinemos varios ejemplos.

PRECIOS DE LOS BIENES 

Un primer comporta- miento que abona en la dirección de la hipótesis que expongo es la profunda reducción que se ha producido en los precios de los bienes y de los servicios y que, ha sido, un aporte neto del capitalismo al exponencial aumento de la riqueza global e individual. Me refiero al hecho, constatable, en el día a día, de cómo se ha producido una, prácticamente, "revolución" en los precios si, por ejemplo, comparamos lo que costaba algo, ayer o hace pocos años y lo que cuesta hoy.

Pensemos por un instante en un automóvil, en un celular, en una "microcomputadora" o en una "lap top", aún sin exponer los casos de un I Phod o un I Phone, tan recientes todavía. Bien, le pido a mis lectores que comparen sus precios iniciales y los de ahora y que midan el tremendo efecto distributivo que han logrado, asumiendo, inclusive que los ingresos personales no hayan cambiado. En términos reales, me atrevería a decir que su impacto es considerablemente mayor que el de cualquier política distributiva del Estado más eficiente.

EL ACCESO DE LA POBLACIÓN 

La consecuencia lógica e inmediata de este "efecto precios" es el impactante cambio que tiene en el acceso de la población a esos bienes o servicios y, su trascendente relevancia a la hora de hablar de la distribución del ingreso. Imaginemos, por un momento, la cantidad de gente que hoy puede tener un vehículo y, para ilustrar con algo más cercano a nuestros tiempos aquello de la penetración del celular, de la computadora o de Internet, donde estamos hablando de millones de personas. Y si quisiéramos ir un poco más hacia atrás preguntémonos sobre la población que ayer a hoy tuvo acceso al vestido y a la comida.

Una idea del tamaño de este efecto, que en nada se relaciona con políticas distributivas, pongo en consideración aquella vieja tesis "maltusiana" que decía que la población se moriría de hambre en un momento dado y quedó derogada en la historia porque, no sólo el capitalismo fue capaz de responder a ese reto, produciendo más y más, sino que además pudo hacerlo abaratando sensiblemente los bienes más indispensables.

CAUSAS ECONÓMICAS DE ESTE RESULTADO 

Una primera razón que justifica esta hipótesis es, desde luego, las economías de escala y de alcance que se han venido consolidando en la economía moderna, hasta llegar el llamado fenómeno de la globalización, porque no es lo mismo, ni tiene el mismo impacto de costos y precios, producir para mercados pequeños o limitados, que para otros de gran magnitud. Sabemos, muy bien, el impacto de escala y alcance que ellos tienen y que permite que costos y precios tiendan a descender. No olvidemos que detrás de ese mecanismo está aquello de la productividad de los factores empleados.

Pero lo más interesante de este resultado es que no se habría producido si no fuera acompañada de esa modesta característica del capitalismo que es la competencia porque, desde luego, sin ella el que he llamado "efecto precios" se habría quedado en algún monopolio o duopolio.

Inclusive se ha podido demostrar que algunos de estos "enemigos de la sociedad" pueden tener efectos benéficos importantes.

En estos tiempos de políticas "sociales" o distributivas o, de leyes antimonopolio deberíamos pensar en el tremendo impacto distributivo que tiene el capitalismo y la competencia.

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