Cada segundo es vital para habitantes de la calle El Canal en Brisas del Lago

NORELIS OSUNA | el siglo
fotos | MARCIAL TOVAR

Como vemos las aguas del lago ya están en los patios de las viviendas

Lagunas de aguas negras es el adorno que se ve a la largo de la calle El Canal

Arriba: Todos los desagües están colapsados
Abajo: Así como el agua llegó a los patios de un momento a otro puede estar dentro de las viviendas

Cada segundo es vital para los habitantes de la calle El Canal en Brisas del Lago, puesto que ya tienen las aguas del Lago de Valencia y de Río Güey en los patios de sus casas, causando un estado de zozobra en todo un vecindario, ya que cada lluvia deja una estela de desastre en esa comunidad.

Para quienes saben que la naturaleza no espera ni da chance cuando trata de buscar su cauce natural, ver cómo viven los habitantes de ese sector de Maracay crea preocupación y una gran necesidad de ayudar a quienes tienen tiempo sufriendo con un drama que cada vez se complica más.

Cabe destacar, que se complica más, porque las aguas del Lago Los Tacarigua se unieron con las de Río Güey, aumentando la situación de riesgo para la vida de tantas personas, generando el colapso total de las cloacas así como la proliferación de culebras y babas.

Sobre esta situación, Albertina Carrillo, quien tienen 29 años viviendo en ese sector al Sur de Maracay, manifestó: “Para agravar más este problema, no aparecemos en el mapa de la Alcaldía del municipio Girardot, porque en el 2006 les pagaron entre 8 y 10 familias y dejaron ese proceso así, quedando como 38 familias sin ser indemnizadas y ahora aparecemos en Caracas como si nos hubieran sacado a todos de aquí”.

Reiteró que ellos saben que los recursos para sacarlos de allí existen porque llegaron en el 2006, pero los engañaron porque sacaron muy pocas familias y dejaron el resto viviendo en esa terrible situación.

“Nosotros queremos que nos paguen con otra casa del mercado secundario, porque el presidente Chávez en ningún momento dijo que esperaran que las cloacas estuvieran dentro de las casas para que nos sacaran de aquí”.

Recalcó que el Lago se metió por la desembocadura de Río Güey y por lo tanto está subiendo el nivel de este reservorio natural.

Por su parte, Ana Manrique, quien tiene 40 años viviendo en esa calle, dijo: “Nosotros imploramos que nos saquen de aquí, puesto que vivimos frecuentemente con enfermedades en la piel, respiratorias y con gripes, debido a la contaminación que hay en este ambiente, porque además de que vivimos en peligro con las aguas del lago y del río, las aguas negras las tenemos dentro de nuestras casas”.

Explicó que todas las casas de esa zona se encuentran agrietadas porque las aguas del lago están avanzando por el subsuelo, las paredes y techos están deteriorados y pueden derrumbarse con cualquier lluvia.

Asimismo, Evaristo José Jiménez, quien tiene 45 años en ese sector, señaló que es un paciente renal y que tiene también problemas en el corazón y la situación en la que vive lo enferma más.

Entre tanto, María Rangel indicó: “Nosotros no podemos seguir viviendo en estas condiciones, porque somos seres humanos que merecemos ayuda. Mi rancho se viene casi al suelo porque el agua del lago ha podrido las paredes y además de eso cuando llueve no podemos ni darle a la palanca de los sanitarios porque las aguas negras se devuelven”.