fotos | OSWALDO CABRERA
Condiciones de la cancha |
Estos vecinos colocan mangueras en un tubo roto para tratar de agarrar algo de agua que llega por las noches |
“Tenemos como 2 años con el problema del agua, el cual se ha venido agudizando, ya que en un principio comenzó a llegar por las noches, pero ahora no llega nunca, porque al parecer las bombas se dañaron y no hay recursos para arreglarlas, por lo que nos vemos en la necesidad de comprar camiones cisternas, pero aquí vive gente muy humilde que no cuenta con 150 bolívares semanal para comprar agua”, destacó José Flores.
Explicó además el vecino, que el sector esta convertido en una boca de lobo, puesto que ninguno de los postes tiene bombillo, “salir de noche es un verdadero riesgo, porque el alumbrado esta pésimo, ningún poste tienen lámparas ni bombillos y si hablamos de la vialidad ese es otro problema grave para nosotros, ya que quienes viven en la parte más alta deben enfrentarse al lodo si es que llueve o al polvo si es que hace sol, porque para allá nunca han podido asfaltar y ese camino es de tierra. El consejo comunal ha querido hacer algo, pero no le han bajado los recursos para todos los proyectos que se han introducido”.
Por su parte, Reina González, los problemas han ido aumentando, “este sector antes no estaba tan abandonado, comenzamos con el problema del agua y luego vino una cosa y potra, ahorita podemos decir que estamos en desidia absoluta, comenzando por esta sequía, donde el agua no nos llegó más nunca. Asimismo tenemos el problema de la cancha, que ese es un espacio que se utiliza para todo menos para hacer deportes, porque o tiene aros, cerca, las paredes se están cayendo, allí se esconden a consumir, situación que nos parece muy triste y preocupante, porque en ese sitio pudieran estar nuestros niños practicando algún tipo de deporte”.
“No es fácil gastar 150 bolívares para comprar agua, que eso nos alcanza sólo para menear 2 pipotes y racionándolo al máximo, logramos estirarlo hasta la semana siguiente, en otras oportunidades compramos el camión completo entre varios vecinos y logramos llenar el tanque, pero el agua se acaba muy rápido. Queremos que nos arreglen ese problema de las bombas lo más pronto posible”, señaló Dayana Hernández.
Lucita Morales aseguró, que para el sitio donde ella vive, la situación es aún peor, “yo vivo con mis 5 hijos en la punta de este cerro, en lo último y si abajo no hay luz, ni agua, ni nada, para allá arriba menos, no tenemos pero ni un bombillo en un poste. Ahorita estoy estudiando de noche y cuando llegó me encomiendo a Dios y subo apuradita por este tierrero, que a veces hasta me caigo, pero trato de no voltear, porque siempre me consigo con un grupito de hombres reunidos en la esquina. Que pongan bombillitas por favor y le echen algo de tierrita a esta vía”.
Mientras que para Yanitza Pérez, el problema más grande se halla en la falta de alumbrado, “aquí es peligroso salir de noche, porque la única luz que hay en la calle es la de la luna y la de los porches de las casas. Yo vivo bien botada para el cerro y para allá no se mete carro porque no hay vía, eso es pura tierra, por lo que tenemos que encerrarnos bien temprano en la casa y no salir pero ni a hablar con la vecina, porque estas calles lo que dan es miedo”.
Entretanto estos vecinos deben seguir viviendo en medio del problema, del agua, y el alumbrado, combinado con el de la vialidad, convirtiendo su día a día en un calvario de necesidades, sin embargo aseguran que mantienen la esperanza de que algún ente se ocupe de solventarles sus inconvenientes.
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