Te multo... no te multo...

Tal Cual

Mal puede una instancia solicitar una acción que vaya más allá de lo señalado por el marco legal vigente. La UNEFA o la Bolivariana nunca han elegido autoridades. Estas comunidades no son consultadas 

MIGUEL ÁNGEL LATOUCHE

Me parece genial que al Tribunal Supremo le quite el sueño el tema de las elecciones de Autoridades en la Universidad Central de Venezuela. El debate que hemos presenciado esta semana entre quienes creen que el Consejo Universitario se encuentra en desacato y los que no, es de la mayor importancia e interés. La posición de la Universidad es clara, difícilmente puede la UCV, que es más vieja de que República misma, actuar en contra de sus principios constitutivos, aquellos que le dan razón de ser. Entre los cuales destacan la defensa de su autonomía, la protección de los derechos individuales, el resguardo y la transmisión del conocimiento, la calidad de la enseñanza, la defensa del Estado de Derecho desde una perspectiva cívica y el respeto profundo por los preceptos constitutivos de la vida republicana, es decir, la defensa de la Constitución.

A la Universidad se le ha pedido que haga un reglamento de elecciones para regular el próximo proceso de elección de autoridades. Dicha petición se fundamenta en lo establecido en la Ley de Educación, se hace esto sin considerar que no existe una ley especial referida al tema universitario. Se olvidan de que el Proyecto de Ley que fue presentado en el anterior periodo parlamentario fue rechazado de manera masiva por los universitarios y finalmente vetado desde Miraflores. Sería interesante conocer la interpretación que el TSJ hace de la norma constitucional. Tal y como es conocido, la Constitución señala que la comunidad universitaria está conformada por estudiantes, profesores y egresados.

Si esto es así, como en efecto lo es, mal puede una instancia, cualquiera que ella sea, solicitar una acción que vaya más allá de lo señalado por el marco legal vigente. Es decir, al solicitar a la UCV la elaboración de un reglamento que incluya a los miembros de algunos sectores que, ciertamente, hacen vida en la universidad, pero que no fueron incluidos por el constituyente que, en representación del poder originario, legisló sobre el asunto se está cometiendo un exceso. En mi opinión la incorporación de trabajadores, obreros, administrativos, es perfectamente posible una vez que se hubiera producido una reforma constitucional que amplíe la conformación de la comunidad universitaria.

La multa impuesta por la Sala Electoral sobre los miembros del Consejo Universitario estaba por el orden de los Bs 18.000 per cápita; la bicoca global de más de Bs 400.000. El asunto reviste gravedad cuando consideramos que los profesores viven con salarios de hambre, que un instructor gana poco menos que el salario mínimo, que los docentes tienen ya demasiado tiempo sin recibir aumentos, que los sistemas de seguridad social de los académicos se encuentran fracturados. Por suerte la Sala Constitucional logró, al menos por ahora, enmendar la plana perversa que intentó violentar los espacios del pensamiento.

UNOS Y OTROS

Ahora bien, uno pensaría ­con ingenuidad, claro­, que así como les preocupa el tema electoral ucevista, y qué bueno que les preocupe, deberían hacer el ejercicio de restituir los Derechos Políticos de la comunidad universitaria de las Universidades Experimentales. Vale decir que en universidades como la UNEFA o la Bolivariana nunca se han elegido las autoridades. En esas instituciones ­que yo sepa­ las autoridades son establecidas mediante el dedazo. Se trata de comunidades que no son consultadas, a las cuales se les impone, se les ordena, no se las deja escoger.

Está bien que se le tenga temor al pensamiento crítico, que se intente silenciar a la disidencia; incluso podría aceptar que por razones políticas se reduzca el financiamiento del sector universitario, que se redacte ese adefesio que es la Resolución 3.147 del Ministerio de Educación Superior con la finalidad de restringir el financiamiento con dólares preferenciales carreras de carreras y actividades en las áreas de Humanidades, Ciencias Jurídicas y Políticas, que la militancia sea más fuerte que la razón. Nada de eso es de extrañar, pero, creo, judicializarlo todo es un gran error, que implica una mirada muy corta sobre el futuro del país.

Yo quisiera ver a los magistrados defendiendo de manera vehemente el derecho a elegir las autoridades de la UNEFA y de la Bolivariana, tanto como las de la UNELLEZ y los de la UNA, recordemos que en el caso de las últimas las elecciones han estado suspendidas desde hace ya varios meses. Es como mínimo inconcebible, injusto, absurdo que se utilicen varas distintas para medir las implicaciones de casos que son similares. Elecciones son elecciones y dedazo es dedazo. Al menos que decidamos ser sinceros. Que reconozcamos que la UCV es un objetivo político que requiere ser tomado desde las instancias del poder aclararía las cosas. Creo que todos agradeceríamos un poco de sinceridad al respecto.